Cada 21 de marzo el calendario ambiental marca el Día Internacional de los Bosques. En este 2023 el tema elegido es “Bosques y salud” porque, según explica la Organización de las Naciones Unidas (ONU), “sólo a través de unos bosques sanos conseguiremos tener poblaciones sanas”.

Sin importar lo lejanos que puedan parecer estos ecosistemas para quienes habitamos en grandes ciudades, la verdad es que muchos de los aspectos de nuestras vidas están vinculados a ellos de una manera u otra.

Así como leés: cuando bebemos un vaso de agua, escribimos en un cuaderno, tomamos medicamentos para la fiebre o construimos una casa debemos agradecer a los bosques por esos servicios. 

Surucuá Aurora © Lars Petersen Greenpeace

Si te parece muy alocado esto que decimos es porque la vida moderna hace olvidar que las personas somos también naturaleza y que nuestra supervivencia y bienestar están ligados al de cada ambiente, animal, insecto y planta que habita el planeta. 

Para emprender la tarea difícil y urgente de regenerar los ecosistemas que el extractivismo dañó, y así construir un futuro vivible y disfrutable para la humanidad, el primer paso es volver a sentirnos parte del mundo natural. 

© Martín Katz Greenpeace

En especial hoy, como dice la ONU, se trata de un llamamiento para cuidar de los bosques, no solo beneficiarnos de ellos

Los bosques, la base de nuestra vida

El concepto de “beneficios ecosistémicos” puede hacernos caer en la idea de que la naturaleza debe sernos útil primero, para merecer ser cuidada después. Sin embargo, para poder restaurar al planeta la clave está en poder cambiar esa relación mercantilista que nos separa del entorno y nos hace creer que nuestra suerte está por encima de la del resto.

Corzuela © Martín Katz Greenpeace

Por eso te proponemos una mirada más amorosa que nos ayude a valorar la existencia de los bosques entendiendo que su existencia está entretejida con la nuestra y la de todos los seres. 

© Hernan Perez Aguirre Greenpeace

¿Cómo estamos relacionados? El Informe de la FAO “Los bosques para la salud y el bienestar de los seres humanos” enumera todas estas maneras:

  • Alimento: frutas, hojas y hongos, todos productos comestibles que contribuyen a una dieta saludable
  • Remedios naturales: los humanos utilizamos plantas medicinales que nacen en los bosques desde hace al menos 5.000 años 
  • Agua dulce:  75% de las reservas mundiales de agua dulce procede de cuencas hidrográficas boscosas 
  • Control de inundaciones y regulación del microclima
  • Ayudan a la fertilidad del suelo 
  • Hábitat para la biodiversidad. 
  • Absorben carbono y purifican el aire.

Como muchos otros ecosistemas, los bosques no están a salvo del avance de actividades económicas que arrasan todo a su paso. Así es como se encuentran amenazados por los incendios forestales, la sequía, las plagas y una deforestación sin precedentes. 

Bosques y clima: causas y efectos 

Como decíamos, cuando entendemos (y sentimos) que todo y todos estamos interconectados en este planeta es muy claro comprender que si algo cambia, todo el orden se reajusta -para bien o para mal- y que nadie ni nada queda exento de las consecuencias. 

Bajo esta visión, sería necio esperar que si se modifica forzosamente la cubierta terrestre todo lo que lo rodeaba no se vea afectado (por ejemplo, eliminando un ecosistema boscoso para dar lugar a la agricultura o ganadería). 

Por el contrario, el efecto dominó se pone en marcha enseguida: sin bosque, el intercambio de humedad y calor entre el suelo, la vegetación y la atmósfera ya no es el mismo, lo que alterna los ciclos naturales y modifica la circulación atmosférica. 

El ciclo hidrológico se rompe a tal punto que en una zona deforestada algunos modelos advierten que las precipitaciones anuales pueden disminuir hasta 80%. Además, se dan cambios de las temperaturas locales y regionales de la superficie (de hasta 3° en algunas regiones).  

En definitiva, menos bosques significa menos lluvias y más calor. Es decir que lo que comienza en zonas boscosas, tal vez lejanas a los grandes centros urbanos, redunda más allá recordándonos que todos somos uno y que no hay salud para las personas en un planeta enfermo.