Greenpeace retira alimentos transgénicos de las góndolas y exige el etiquetado.

Noticia - 27 julio, 2000
Aparecen nuevos resultados de análisis: En Brasil descubrieron sopas de la empresa contaminadas con transgénicos

Greenpeace retira alimentos transgénicos de las góndolas y exige el etiquetado

A una semana de su protesta contra la venta no informada de alimentos transgénicos, Greenpeace ingresó a un supermercado para alertar sobre sus riesgos sanitarios y ambientales.

Greenpeace también dió a conocer el resultado de un nuevo análisis genético sobre una sopa marca Knorr comercializada en Brasil. El Instituto de Defensa de los Derechos del Consumidor de ese país mandó analizar a Suiza muestras del producto "Sopa de Maíz Verde" de marca Knorr. Curiosamente, los elementos transgénicos detectados son de soja y no de maíz. Sin embargo, la etiqueta ni siquiera declara la presencia de soja o sus derivados.

"Si en Brasil detectaron transgénicos en las sopas Knorr, es absolutamente posible que aqui también los incluyan en estos productos", declaró Emiliano Ezcurra, de Greenpeace.
 
Activistas de Greenpeace ingresaron en un supermercado de esta capital y llenaron los carritos de compras con productos Knorr. Acto seguido colocaron una faja de seguridad y llevaron la mercadería ante las autoridades del supermercado, a quienes reclamaron que se retire de la venta a todos los productos Knorr hasta que la empresa los etiquete, tal como lo hace en Europa.

Los alimentos transgénicos, han sido elaborados con granos procedentes de cultivos genéticamente manipulados. Se trata de semillas a las que se les colocó genes extraños a su estructura natural con el objetivo de reducir costos de producción.

Hasta el momento las corporaciones que producen estas semillas no han podido demostrar la total inocuidad para la ingesta humana de esta clase de "alimentos". La comunidad científica está comenzando a constatar alteraciones severas en los ecosistemas, producto de la liberación al ambiente de los cultivos transgénicos.

"No queremos comida Frankenstein en los supermercados argentinos. Como ocurrió en Europa los productos Knorr deben ser retirados de la góndolas y solo volver a ellas debidamente etiquetados. La decisión sobre la compra de nuestra comida debe quedar en manos del consumidor", concluyó Ezcurra.