Abril es voluntaria del equipo de Buenos Aires y hace dos meses que se encuentra en Oakland, California, con motivo de un programa de intercambio de voluntarios y voluntarias. Te invitamos a conocer su experiencia a través de sus palabras.

Mi nombre es Abril, soy voluntaria de Greenpeace en Buenos Aires desde 2017 y nunca pensé que iba a terminar acá.

Al escribir estas palabras percibo que no me había dado cuenta de lo rapidísimo que se me pasó el tiempo. Ya hace más de un mes y medio que me encuentro en la Warehouse (taller de producciones) de Oakland, en California, Estados Unidos.

Cuando llegué Oakland me recibieron voluntaries de distintas partes del mundo, por ejemplo, México, Alemania, África e incluso una nativa americana. Después también se sumó durante una semana una chica de Eslovaquia.

Al principio se sintió raro, no conocer a nadie, tener que hablar las 24 horas en inglés -lo cual me mataba la cabeza-, el cambio de horario y todos comiendo en horarios diferentes. Con el tiempo me fui acostumbrando a su cultura así que todo cambió y se siente mucho mejor.

En estos casi dos meses aprendí muchas cosas, como a manejar un montacargas para sacar y entrar de la warehouse todos los días los botes. Apenas aprendí un poco de manejar los botes, solo maneje 2 de los 4 que hay, y en unas semanas nos van a dar un  entrenamiento y quizás aprenda a manejar los otros.

En cuanto a las actividades en las que participé, a fines de Abril, unas cuantas semanas luego de llegar acá, se realizó la Gala anual que hace Greenpeace acá para recaudar fondos. Se trata de una fiesta gigante para la cual estuvimos trabajando a full durante 2 semanas y media para que todo esté listo. Estuvo genial, duro toda la noche y cuando terminó pudimos festejar.

Además del trabajo diario también tenemos tiempo de esparcimiento. Fuera de la Warehouse pude conocer muchos lugares de Oakland como el lago, el puerto y algunos bares. Fui al Golden Gate y a una playa de San Francisco donde se celebraba una ceremonia de los nativos americanos a la que me invitó una compañera de habitación. Ahora quienes nos hospedamos en el taller junto a algunas personas que trabajan en Greenpeace USA estamos planeando ir un fin de semana a acampar al Parque Yosemite.

Ojalá todas las personas que forman parte del voluntariado pudieran vivir esta experiencia.

¡Nos vemos a la vuelta!