Greenpeace lanzó una nueva campaña, basada en la necesidad de repensar la vida y el impacto ambiental de las ciudades después de la crisis del COVID19. Para la organización ambientalista es prioritario hacer más sostenibles y resistentes a los centros urbanos a través de mejoras en la movilidad y los espacios verdes, y la oferta y producción de alimentos más sanos.
“La pandemia expuso que la forma en la que vivimos en las ciudades debe cambiar. La vulnerabilidad de las urbes se ha vuelto evidente. Pero, al mismo tiempo, esta crisis nos está dando la oportunidad de repensar nuestro modo de vida, la calidad de los alimentos que comemos, la forma en la que nos transportamos y la necesidad de más y mejores espacios verdes públicos”, dijo Tatiana Céspedes, miembro del equipo de campañas de Greenpeace Colombia.
Hoy, el 55% de la población mundial y el 77% de los colombianos vive en áreas urbanas y se espera que este número aumente hasta un 20% para 2050 (2). Esto es especialmente significativo ya que las ciudades representan más del 70% de las emisiones globales. Además, el consumo es una de las principales causas del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y la forma en que cultivamos los alimentos contribuye un 24%. (3)
Para Greenpeace, esto significa que las ciudades y sus ciudadanos deben estar a la vanguardia de los esfuerzos para enfrentar la emergencia climática y la crisis económica. “Tenemos que reconstruir las ciudades y creemos que la solución para la crisis climática y la económica es la misma: alimentos locales, transporte público, movilidad sostenible, y espacios verdes accesibles”. Bogotá está lejos de cumplir los estándares del último punto: tan sólo cuenta con 4,93 metros cuadrados de espacios verdes por habitante, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere un mínimo de entre 10 y 15. Por eso, la organización apuntará a proteger los cerros bogotanos a través de este nuevo proyecto.
Con esta iniciativa, Greenpeace se enfoca en sentar las bases para una revolución verde no solo en Bogotá sino en ciudades como Madrid, Roma y Ciudad de México. Para lograrlo, la ONG busca que los ciudadanos se conviertan en partes activas del cambio y le pide a las alcaldías que tomen medidas legislativas para mejorar a los centros urbanos.
“Las ciudades en el proceso de flexibilización de la cuarentena están tomando medidas que benefician al medioambiente. Muchas de ellas deberían pasar de iniciativas temporales a permanentes”, dijo Céspedes. Como medidas de protección frente a la pandemia, algunos centros urbanos han peatonalizado calles o ampliado sus ciclovías: Bogotá agregó 80 kilómetros a las ciclovías existentes, y Milán anunció una peatonalización de 35 kilómetros. Esto es particularmente importante porque los automóviles ocupan un promedio del 50% de una ciudad.
“Estos meses en nuestras casas expusieron la importancia de los espacios verdes para nuestro bienestar, el impacto que los alimentos que consumimos tienen en nuestra vida cotidiana, pero también en el clima, y cómo la contaminación del aire disminuyó cuando dejamos de conducir automóviles (4). Esta podría ser nuestra nueva realidad: ciudades más limpias, con alimentos más saludables, carriles para bicicletas más amplios y ciudadanos movidos por el deseo de consumir mejor y local. Una nueva fase acaba de comenzar. No hay “salud” en un planeta enfermo”, finalizó Céspedes.
Notas:
1- https://www.un.org/development/desa/en/news/population/2018-revision-of-world-urbanization-prospects.html
2- https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/demografia-y-poblacion/censo-nacional-de-poblacion-y-vivenda-2018/donde-estamos
3- https://ourworldindata.org/environmental-impacts-of-food
4- https://www.greenpeace.org/colombia/issues/climayenergia/4426/no-podemos-depender-de-una-pandemia-para-respirar-un-mejor-aire/
No hay “salud” en un planeta enfermo. Necesitamos alimentos de producción local, medios de transporte sostenibles y conservar espacios verdes. Tenemos que #Reiniciar_ la ciudad para construir un futuro verde y justo.