Cada año, cuando inicia la temporada de lluvias, comienzan a escucharse términos como huracán, ciclón y tifón, pero, ¿realmente sabemos qué significan? ¿Cuál es más destructivo? Y lo más importante: ¿cómo podemos prepararnos?
La respuesta rápida es: todos son formas del mismo fenómeno meteorológico, pero con diferencias según la región del mundo y su intensidad. Vamos por partes.
Aunque a primera vista los términos huracán y tifón pueden parecer diferentes, en realidad se refieren al mismo tipo de fenómeno meteorológico, ciclones tropicales. La diferencia está en el nombre que reciben según la región del mundo donde se forman, según explica la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

En este artículo explicaremos qué es un tifón, cómo se diferencia de un huracán en términos de nomenclatura, y porque ambos fenómenos surgen de un ciclón tropical, al tiempo que echaremos abajo algunos mitos comunes sobre su intensidad.
Entonces, ¿no existe diferencia entre ciclón y huracán?
Aquí es donde se presta a confusión. Aunque todos los huracanes son ciclones tropicales, no todos los ciclones alcanzan la fuerza de huracán.
Los ciclones tropicales evolucionan en etapas:
- Depresión tropical: vientos menores a 63 km/h. (la más débil)
- Tormenta tropical: vientos entre 63 y 118 km/h.
- Huracán: vientos superiores a 118 km/h.

Cuando alcanzan esta última categoría, también se clasifican del 1 al 5 según la Escala Saffir-Simpson, que mide la velocidad de los vientos. Un huracán categoría 5 puede superar los 250 km/h, como lo hizo el Huracán Patricia en 2015 o el Tifón Nancy en 1961, con ráfagas históricas de hasta 345 km/h.
Por eso, cuando alguien dice “ciclón” en un contexto informal, podría estar hablando de una tormenta tropical o de un huracán en formación, pero técnicamente, “ciclón tropical” es el nombre general, y “huracán” es su forma más poderosa en nuestra región.
Entender qué es un ciclón nos permite desmitificar estos términos y enfocarnos en lo verdaderamente importante: estar preparados y tomar precauciones ante estos fenómenos naturales destructivos. Recuerda siempre: ciclón y huracán es lo mismo en su estructura, pero no en su fuerza y la información es la mejor herramienta para enfrentar estas amenazas.

¿Por qué están aumentando la frecuencia e intensidad de los huracanes?
Cada vez enfrentamos ciclones y huracanes más potentes. ¿Por qué? La respuesta está en la crisis climática.

Los huracanes no se intensifican solos. Exige al gobierno dejar de alimentar el caos climático.
SúmateEl calentamiento global está elevando la temperatura de los océanos, lo que alimenta estos sistemas tropicales y los vuelve más destructivos. A esto se suma la deforestación, la erosión costera, el daño a manglares y arrecifes de coral que son barreras naturales contra los huracanes, la quema de combustibles fósiles y las emisiones masivas de gases de efecto invernadero que alteran el equilibrio de nuestros ecosistemas.

En Greenpeace México hacemos un llamado urgente no solo a tomar precauciones, sino también al gobierno y a las empresas: ¡basta de normalizar la destrucción ambiental!
Necesitamos políticas que prioricen la transición energética justa, la protección de nuestros bosques, el fin del uso de combustibles fósiles, y el compromiso firme de reducir emisiones contaminantes de parte de empresas y gobiernos. Solo así podremos disminuir la intensidad de estos fenómenos.
No basta con resistir los embates del clima, necesitamos cambiar las causas que los intensifican. Súmate y transforma la emergencia en acción.

La crisis climática los vuelve más violentos. Cambiemos la raíz del problema.
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