México un paraíso para contaminadores

Página - 7 mayo, 2012
Las industrias sucias se benefician de la complicidad de las autoridades quienes incentivan las actividades contaminantes a costa del medio ambiente, de la calidad del agua y de las actividades industriales limpias.

La ley no se aplica

La Conagua y las autoridades municipales son las encargadas de vigilar el cumplimiento de las normas ambientales que establecen los parámetros de descargas a aguas nacionales y municipales (NOM-001 y NOM-002 respectivamente). Además deben inspeccionar a las industrias y sancionar a aquellas que no cumplan con las normas. Sin embargo, con base en información que obtuvo Greenpeace es claro que la Conagua hace muy poco para que la normatividad se cumpla. En realidad, las inspecciones son esporádicas, muchas veces sin muestreos, y las sanciones económicas para los contaminadores son mínimas o no se cobran.

La ley es permisiva.

En la Unión Europea son miles los compuestos que están reglamentados y muchos de ellos están prohibidos. En México, cientos de sustancias tóxicas son vertidas a los ríos cada día y solamente una docena están regulados, principalmente los metales pesados.

En nuestro país cualquier empresa o individuo puede descargar en los ríos sustancias altamente tóxicas como el nonil-fenol o el benceno sin que exista una obligación de sancionarlos. El nonil-fenol se usa entre otros en procesos de teñido de fibras textiles y es un disruptor hormonal. Por su parte, el benceno se usa en numerosos procesos y es reconocido como una sustancia cancerígena.

Prevención Vs contaminación

Para resolver el problema de la contaminación tóxica del agua es necesario enfocar los esfuerzos en las fuentes de contaminación. Según las Naciones Unidas, la prevención de la contaminación es el enfoque más eficiente, barato y sencillo para garantizar la calidad del agua. La mejor manera de tener ríos limpios es no contaminarlos. Para ello no se deben de usar y descargar sustancias tóxicas y prohibir el uso que las que no fueron suficientemente estudiadas, siguiendo el principio precautorio.

Aguas oscuras: En México, ni el gobierno ni las industrias están informando a los ciudadanos acerca de la contaminación de los ríos. A pesar de que tengamos un Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC (Link))  en el que las industrias deberían de reportar sus actividades en cuanto a sustancias peligrosas, este sistema no es obligatorio, abarca un número limitado de sustancias y presenta una serie de inconsistencias sin que haya una autoridad que vigile su cumplimiento. Además, los ciudadanos y las comunidades afectadas no sabemos qué hacen las autoridades, cómo se desarrollan las inspecciones, quiénes están detrás de la contaminación de los ríos y dónde se descargan las sustancias tóxicas.

Este contexto favorece que las industrias con procesos sucios de producción sigan contaminando nuestros ríos con total impunidad.

Greenpeace destapa la cloaca de la contaminación tóxica del agua

 

La presa “Las pintas” recibe las aguas del arroyo El Ahogado, en la zona metropolitana de Guadalajara, Jal.

 

Ríos mexicanos, ríos tóxicos

 

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