Este lunes 19 de agosto inicia la reunión entre gobiernos para debatir sobre el futuro de los mares. Ésta es la tercera de las cuatro rondas de reuniones que se celebran en la ONU desde 2018 para lograr un Tratado Global.

¿Qué se negocia? Desde septiembre de 2018 y hasta 2020, los gobiernos de diferentes países y las Naciones Unidas se mantienen en una conversación sobre cómo proteger la biodiversidad en los océanos. 

Firma nuestra petición y ¡Protege nuestros océanos!

Tortugas marinas en su hábitat natural © Paul Hilton / Greenpeace

Tortugas marinas en su hábitat natural

La apuesta de Greenpeace, así como de grupos científicos y universidades internacionales, es crear un Tratado Global que proteja 30% de los océanos para 2030 a través de una red de santuarios oceánicos.

Una delegación de funcionarias y funcionarios mexicanos nos representará en esa conversación. Pidámosle a través de Twitter a Martha Delgado, subsecretaria para asuntos multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y a toda la misión mexicana que irá a la ONU, que faciliten la creación de este tratado. 

Actúa enviando este tuit:

¡Proteger los océanos es proteger nuestro futuro! @MexONU y @marthadelgado, asegúrense de que nuestros océanos se mantengan vivos, ayuden a que se apruebe el Tratado Global de los Océanos y #ProtectTheOceans

¡Nuestros océanos merecen ser protegidos! @MexONU, @marthadelgado y @acelorioa: un tratado global que asegure la protección de al menos el 30% de los océanos es urgente. ¡México debe ayudar a aprobarlo! #ProtectTheOceans

¿Cómo inició esta conversación en la ONU?

La disminución de la biodiversidad marina, el aumento de las amenazas en los océanos y la ausencia duradera de una gobernanza efectiva, hizo que las Naciones Unidas convocara a los gobiernos a una Conferencia Intergubernamental sobre la Protección de la Biodiversidad más allá de la jurisdicción nacional.

El objetivo es desarrollar un instrumento internacional legalmente vinculante que permita la protección de la vida y los hábitats marinos fuera de las leyes nacionales. La primera de cuatro reuniones se celebró en septiembre de 2018 y se espera que el proceso finalice en 2020.

Rainbow Warrior en el Golfo Hauraki © Greenpeace / Geoff Reid

Rainbow Warrior en el Golfo Hauraki

Los asuntos que están en discusión son: la necesidad de evaluaciones de impacto ambiental exhaustivas para las actividades en alta mar, el desarrollo de capacidades para la gestión y la conservación, el intercambio internacional de beneficios de los recursos genéticos marinos y el uso de herramientas de gestión por áreas, incluidas las áreas marinas protegidas. 

El tema de las áreas marinas protegidas es el que ahora está en juego. Entre las principales dudas en la conversación está ¿cómo serán elegidas las áreas protegidas? ¿Qué tanto de los océanos será identificado como santuario? ¿Se prohibirá toda la extracción de recursos marinos en esas reservas o se permitirá algo de actividad humana? ¿Cómo será vigilada la aplicación de las protecciones?, de acuerdo con el New York Times.

La Conferencia Intergubernamental de las Naciones Unidas debe considerar cómo desarrollar mecanismos para la conservación que permitan al mundo cumplir con las obligaciones internacionales en virtud de la Ley del Mar (UNCLOS) para proteger la vida en alta mar y en las aguas profundas, de acuerdo con el informe 30X30 Guía para la protección de los océanos

Cangrejo atrapado en un vaso plástico © Noel Guevara / Greenpeace

Cangrejo atrapado en un vaso plástico

También debe crear un mecanismo para colmar el enorme agujero legal que se encuentra en las disposiciones del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB), la cual está destinada a proteger la fauna del mundo, pero solo la pueden aplicar las naciones en sus propios territorios o en los buques que lleven su bandera. Eso deja a casi la mitad de la superficie del planeta completamente desprotegida.

Por eso, ahora necesitamos un Tratado Global por los Océanos que establezca la protección del 30% de los océanos para 2030 a través de una red de santuarios oceánicos. Te explicamos acá cómo funcionarían.

¿Lo lograremos? Lo que queda en nuestras manos es exigir a los gobiernos que demuestren voluntad política para proteger el lugar que habitan miles de seres vivos. 

¡Pidamosle a los gobiernos que protejan nuestros océanos!