Abeja Melífera © Wirestock Creators Shutterstock

Nuestro mundo sería muy diferente sin las abejas porque estos increíbles insectos son una pieza clave para que la vida, tal como la conocemos, sea posible. Por eso, les debemos mucho. Desde la calidad de la agricultura actual hasta nuestra alimentación, e incluso el buen estado de la biodiversidad

Desde 2018, cada 20 de mayo ellas tienen su propio Día Mundial. El lema de 2025 para celebrar a estas pequeñas y milagrosas trabajadores es “Inspiradas por la naturaleza para nutrirnos a todos”. Con esta propuesta, se busca difundir sobre el rol central que ocupan en la restauración de los ecosistemas, la conservación de la biodiversidad y la seguridad alimentaria. 

¿Por qué los polinizadores son importantes?

La mayoría de los cultivos que comemos (semillas, zapallos, melones, cacao, albahaca, menta, frutos rojos, etc.) se producen gracias al aporte de las más de 20.000 especies de abejas y demás polinizadores que existen en nuestro planeta. 

En esta labor las abejas no están solas, las acompañan los murciélagos, mariposas, aves, monos, murciélagos, lemures, ardillas arbóreas, etc. Entre todos ellos, polinizan 87 de los 115 cultivos principales a nivel mundial

Además de hacer esta enorme contribución en producir la comida que llevamos a nuestro plato, las abejas son indicadoras que determinan la salud de los ecosistemas. Por ejemplo, su presencia o ausencia sirve como señal de posibles cambios que afectan al ambiente. 

¿Qué es la polinización?

Polinizar es transportar el polen de una flor a la otra, función que es vital para que las plantas se reproduzcan. Se trata de un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres.

Huerto de albaricoqueros en plena floración en la región de Wachau Austria.

Abejas y flores en Costales Nature Farms en Majayjay, Filipinas.

De hecho, la mayoría de las plantas con flores (casi el 90 por ciento) dependen de la polinización para multiplicarse. Asimismo, el 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo también necesitan de esta labor que desarrollan las abejas y sus aliados. 

Algunos cultivos, como las almendras, manzanas y cerezas, dependen 100% de la asistencia de los polinizadores. Sin esa ayuda, sencillamente no existirían. Otras, como los tomates y pimientos, pueden autopolinizarse. Sin embargo, para crecer más, mejor y estar más fuertes necesitan de la polinización.  

En definitiva, los polinizadores no sólo hacen posible nuestra comida sino que ayudan a producir más cantidad y de mejor calidad. Está comprobado que las frutas y verduras polinizadas por insectos suelen ser más sabrosas, tener mejor forma y ser más grandes. 

¿Están en peligro las abejas?

Sí, están en serios problemas, al igual que gran parte de nuestro mundo natural. Las principales amenazas son la pérdida de hábitats, las prácticas agrícolas poco sostenibles (como el uso de pesticidas), el cambio climático y la contaminación

Si los polinizadores están en peligro, hay más chances de que el rendimiento de los cultivos caiga, los precios de los alimentos aumenten y las personas pasen hambre -en especial, quienes son más pobres-.

¿Qué podemos hacer para ayudarlas? 

La buena noticia es que aún estamos a tiempo de protegerlas poniendo en práctica algunas de estas acciones: 

🐝 Cultivar una amplia variedad de plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año.

🐝 Comprar miel sin refinar a los agricultores de tu zona.

🐝 Comprar productos a agricultores que lleven a cabo prácticas agrícolas sostenibles.

🐝 Proteger las colonias de abejas silvestres.

🐝 Conversar sobre el tema y compartir esta información en tus círculos y redes sociales. 

Una vez más la Educación Ambiental es la aliada perfecta para enseñar sobre la importancia de las abejas y, al mismo tiempo, contar una historia más amplia que habla sobre la red que sostiene la vida en nuestro planeta, esa misma que componen los insectos, animales, los hongos, las plantas y el suelo.