Firma la petición y hagamos que nuestro himno vuelva a ser nuestra realidad.

Estamos en un Chile que ya no se parece al que cantamos en nuestro himno. “Puro, Chile, es tu cielo azulado”, pero hoy el aire está contaminado. “Y tu campo de flores bordado”, pero la sequía y los incendios consumen los campos. “Majestuosa es la blanca montaña”, pero nuestras montañas son heridas abiertas por la minería. “Y ese mar que tranquilo te baña”, pero nuestros océanos están llenos de plástico.
En cada 18 de septiembre sentimos orgullo de nuestra tierra. Pero, ¿qué queda de ella si la seguimos destruyendo?
Como lo hemos advertido, se necesitan medidas urgentes para proteger lo que aún queda: bosques, cielos, glaciares, océanos y montañas. Más contaminación, más explotación y más incendios significan menos patria, menos futuro, menos de qué sentirnos orgullosos. Este 18, recordemos que defender la naturaleza es defender a Chile.
La crisis climática
Las actuales catástrofes extremas están relacionada con la crisis climática. La frecuencia y la intensidad de estos eventos es cada vez mayor como consecuencia del cambio climático.

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