Es urgente el cierre de las termoeléctricas de Quintero-Puchuncaví y el fin de las zonas de sacrificio

A seis años de iniciada la transición energética, la matriz eléctrica de Chile sigue dependiendo en parte de las termoeléctricas a carbón. Actualmente continúan operativas 17 centrales, dos de las cuales se ubican en el complejo industrial de Quintero-Puchuncaví

La zona sigue sufriendo año tras año los impactos de las industrias a carbón, y quienes más lo resienten son las infancias. Desde 2011, niños y niñas enfrentan episodios recurrentes de intoxicación, deben convivir con playas, escuelas y espacios contaminados, y crecen en un entorno donde su salud y bienestar están constantemente en riesgo. 

Ayúdanos exigiendo el cierre de las centrales Nueva Ventanas y Campiche en  Quintero-Puchuncaví de manera inmediata. 

Antiguamente, la zona de Quintero-Puchuncaví se sustentaba principalmente gracias a la pesca artesanal. Sin embargo, con el paso de los años y el avance de la industrialización, este oficio fue perdiéndose de manera progresiva. Como consecuencia, muchos pescadores de la zona terminaron convirtiéndose en recolectores de carbón en estas playas.

Actualmente, en el borde costero de la zona se registran en promedio alrededor de 1 varamiento de carbón por semana, lo que equivale aproximadamente a 48 varamientos al año.

¿Cuál es la situación en Quintero – Puchuncaví?

Durante casi 50 años los habitantes de esta zona de sacrificio, como la declaró el Instituto Nacional de Derechos Humanos, convivieron con grandes empresas de energía, químicos y combustibles; y afectan permanentemente la vida de las más de 50 mil personas que viven en el sector. 

Grandes derrames de hidrocarburos en el mar, más de 800 varamientos de carbón en la playa e intoxicaciones masivas son los problemas a los que se enfrenta la comunidad del conocido internacionalmente como “Chernobyl chileno”.

Los gobiernos han hecho vista gorda a esta situación, ignorando durante años el playicidio que se comete en este lugar. 

El impacto de las centrales a carbón en Quintero-Puchuncaví 

En Quintero-Puchuncaví, región de Valparaíso, la contaminación del aire supera los límites permitidos por la Organización Mundial de la Salud, se producen intoxicaciones masivas, hay derrames de petróleo y carbón, la tierra está quemada y se ha afectado gravemente la pesca.

Sus habitantes sufren las consecuencias de la quema de carbón y de todas las industrias que rodean el borde costero. La instalación del parque industrial Ventanas mató la siembra, la bahía y el turismo, pero también generó enfermedades y un ambiente tóxico. Muchas personas tienen problemas respiratorios y marcas en la piel. Otras sufren mareos, asfixia, neumonía y hasta cáncer. 

La población de Quintero-Puchuncaví está abandonada por las autoridades hace más de 30 años. Por eso, diferentes movimientos ciudadanos y organizaciones locales reclaman acciones urgentes para frenar la contaminación. Sin embargo, siguen esperando una solución definitiva. ¿Cuándo recibirán una respuesta?

¿Cómo se relaciona el carbón con el cambio climático?

Al quemar petróleo, carbón o gas se emiten gases de efecto invernadero que provocan el incremento de la temperatura en el mundo.

Las centrales térmicas de carbón son la mayor fuente de emisiones de dióxido de carbono (uno de los principales gases de efecto invernadero) producidas por el ser humano. Por eso, el carbón es el combustible fósil que más contribuye al calentamiento global.

Actualmente, en nuestro país existen 17 termoeléctricas a carbón activas. Se han cerrado 11 y se pronostica el cierre de 9 para el 2026. Las 17 que quedan activas se encuentran en Mejillones, Huasco, Coronel y Puchuncaví.
Las empresas que siguen operando con las 17 centrales son Engie, AES Andes, Quintero Energía, Colbún y Guacolda. 

Correa de distribución de la termoelctrica de carbón ubicada en la localidad de Ventanas, Puchuncaví. Región de Valparaiso. Chile. 12 de Julio del 2019.
© Cristobal Olivares / Greenpeace

¿Qué proponemos?

Desde Greenpeace exigimos que el Estado adopte medidas urgentes y efectivas para evitar nuevas intoxicaciones en niñas, niños y adolescentes de Quintero y Puchuncaví. La salud y la vida de las personas deben estar por encima de cualquier operación industrial.

Lo que ocurre en esta zona no es solo un problema ambiental: es una grave vulneración de derechos humanos. La contaminación no llega como un accidente aislado; es una presencia constante que interrumpe la vida diaria de miles de familias.

Mientras los complejos industriales continúan funcionando, colegios enteros deben cerrar por la presencia de gases tóxicos de origen desconocido, y estudiantes terminan una y otra vez en centros de salud con síntomas de intoxicación: mareos, vómitos, dolores de cabeza, ardor en los ojos, y dificultad respiratoria.

Si un niño se enferma una vez, preocupa. Pero cuando esto se repite por años, la evidencia es imposible de ignorar: las infancias están siendo sacrificadas. No solo se ha entregado un territorio a la contaminación, también se ha puesto en riesgo la salud, los sueños y el futuro de generaciones completas.

En un país que dice defender la justicia y la equidad, permitir que esta crisis continúe es inadmisible. La deuda con las comunidades —y especialmente con sus infancias— ya no admite más postergaciones. Es momento de actuar, con decisión y sin excusas.

Greenpeace exige

  1. Fin a los cronogramas “flexibles” que se postergan año tras año para cerrar las centrales.
  2. Transición energética justa y acelerada, con reparación real de los territorios que han sido vulnerados por décadas.
  3. Protección inmediata de las infancias 
  4. Suspensión de operaciones industriales ante peaks de contaminación.
  5. Estudios que evidencien los contaminantes y las fuentes de emisión de estos para establecer responsabilidades

¿Por qué le decimos No al carbón?

🚫 Es uno de los combustibles fósiles que provoca mayor aumento de la temperatura del planeta.

🚫 Las carboneras emiten dióxido de azufre, vanadio, óxido de nitrógeno, material particulado, mercurio y níquel, entre otros gases contaminantes y metales pesados que llegan a la atmósfera y contaminan el aire, el mar y la tierra.

🚫 Las miles de personas que viven alrededor de las termoeléctricas sufren problemas en su salud a causa del ambiente tóxico. Los más comunes son las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, mareos, dolores de cabeza, neumonía y hasta cáncer. 

Greenpeace denuncia en Quintero Puchuncaví la falta de ambición y urgencia por parte del presidente Piñera a la hora de presentar una hoja de ruta en el plan de descarbonización del país. "Se ha desperdiciado una oportunidad histórica para haber avanzado en el pronto cierre de las zonas de sacrificio"

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