El mensaje que te traemos en esta nota es que existe una salida a la crisis climática. Aunque las noticias pueden indicar lo contrario, lo repetimos: hay una forma de frenar lo peor del cambio climático y de construir otra realidad posible.

¿Cómo se lograría? Siguiendo los pasos del más reciente informe publicado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). En él hay propuestas concretas que los países deben implementar de manera urgente y que muestran que se pueden revertir las causas que calientan el planeta y empezar a equilibrar su funcionamiento.

El informe compila cientos de artículos que fueron curados por científicos de todo el mundo y que se enfocan en dar soluciones para evitar la catástrofe climática. Las medidas propuestas son las siguientes:

El cartel dice: “El tiempo se está acabando. ¡Acción climática YA!

1. Reducir las emisiones de metano 

Reducir de forma drástica la emisión de éste gas (que se considera contaminante climático de vida corta porque dura 20 años antes de degradarse en CO2) podría reducir más de medio grado del calentamiento global. 

¿Qué actividades liberan metano? Las operaciones de petróleo y gas, minas de carbón y ganadería. También hay fuentes naturales como la vegetación en descomposición.  

Una de las formas fáciles de reducirlo es sellar las fugas en las operaciones de combustibles fósiles, que es una medida barata y que resulta rentable. Sin embargo, la mayoría de los países donde hay operaciones de este tipo no tienen interés en hacerlo. Por ejemplo, Rusia y Estados Unidos. 

Así las cosas, y a pesar del Compromiso de Metano firmado por casi 100 países desde 2021, las emisiones de metano siguen aumentando considerablemente. The Guardian reveló recientemente 1,000 fugas de metano de alta emisión.

2. Detener la deforestación

Cada vez que los bosques tropicales son deforestados (es decir, que se talan los árboles añosos) perdemos también como áreas naturales que absorben y capturan el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera (sumideros). 

De esta manera, estamos cada vez más cerca de hacer que el Amazonas y el Congo sean fuentes de dióxido de carbono en la atmósfera en lugar de absorberlo.

Los bosques que quedan en el mundo son también lugares vitales para la biodiversidad, por lo que preservarlos no solo mantiene con vida los pulmones de nuestro planeta, sino que es esencial para cualquier esperanza de frenar la pérdida catastrófica de especies globales, así como para las comunidades indígenas que viven allí.

3. Restaurar tierras degradadas y evitar que se usen para fines agrícolas

Son muchos los ecosistemas que brindan el servicio clave de absorber carbono, y sin embargo, están siendo degradados. Por eso, debemos restaurarlos para cuidar  la naturaleza y al clima al mismo tiempo. 

Por citar algunos, los humedales y las turberas almacenan grandes cantidades de carbono, pero están bajo amenaza al ser drenados para la agricultura. En los océanos, los manglares y los prados de hierba marina, que almacenan carbono y pueden ayudar a reducir los impactos de los niveles crecientes del mar y las tormentas, han sido destruidos.

Los propios océanos están perdiendo capacidad para absorber y almacenar carbono al ver sus temperaturas cada vez más elevadas. Detener la sobrepesca, por ejemplo, y permitir que los ecosistemas marinos naturales se regeneren, restauraría parte del ciclo natural de carbono de los océanos.

4. Cambiar la agricultura y la forma en que comemos

Aunque haya quienes no quieran verlo, lo cierto es que alimentar a la futura población mundial utilizando los sistemas alimentarios actuales será imposible. La buena noticia es que cambiando a dieta que sume más plantas y reduzca la carne y productos lácteos ya se está haciendo un gran avance.

Más allá del consumo de carne, los fertilizantes liberan óxido nitroso, un potente gas de efecto invernadero. Por eso es tan importante el avance de la agroecología y de agricultura de precisión como formas orgánicas y naturales de producir alimentos.

Por último, reducir el desperdicio de alimentos será central, ya que a nivel mundial se desperdicia un tercio de todos los alimentos producidos para el consumo humano. 

5. Energía solar y eólica

Las renovables, con la energía eólica y solar a la cabeza, son ya más baratas que los combustibles fósiles en la mayoría del mundo. En este sentido, el IPCC encontró que la energía solar, la energía eólica y la reducción de la conversión de tierras en agricultura son las tres medidas con el mayor potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global.

6. Eficiencia energética

La Agencia Internacional de Energía descubrió que utilizar la energía de manera más eficiente es la medida que más puede contribuir a alcanzar emisiones netas cero de gases de efecto invernadero

El transporte es otra pieza clave de la eficiencia energética y ya podría dar el salto, aunque en la realidad los gobiernos no están atendiendo a esta cuestión. Ante esto, vale remarcar que al tener sistemas de transporte público más eficientes en todo el mundo no sólo se benefician las personas, sino que se impulsa la economía, se reduce la contaminación del aire y caen las emisiones de gases de efecto invernadero.

7. Dejar de quemar carbón

Activistas de Greenpeace escalan una torre de enfriamiento de la central eléctrica de carbón marrón Jaenschwalde cerca de Cottbus para colgar una pancarta en protesta contra el uso del carbón.

Sólo cambiando el carbón por el gas como fuente de energía reduce las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial más que si se transforman todos los edificios en eficientes energéticamente. 

China, India y Australia están profundamente involucrados con los intereses del carbón pero países como Sudáfrica, Vietnam muestran que es posible dejar este modelo atrás y reconvertirse hacia la energía renovable.

8. Poner el clima en el centro de todas las decisiones

Históricamente, los ministerios del medio ambiente han estado en la periferia del gobierno, subordinados a los ministerios de finanzas y negocios. Esto ya no es sostenible. El IPCC emitió una solicitud para que el clima esté en el centro de todas las políticas gubernamentales y de todas las decisiones en los negocios.

Solo al “integrar” la acción climática, en la poco atractiva jerga de la ONU, en las decisiones de todos los departamentos gubernamentales y en el nivel directivo de las empresas, podremos esperar lograr los muchos cambios necesarios.

La buena noticia es que todos deberían beneficiarse, desde una mejor salud y bienestar, empleos verdes y una economía más vibrante, hasta la reducción de la amenaza de una catástrofe climática. 

Con todo, estas son medidas concretas y posibles que pueden cambiar el rumbo de la realidad climática. Exijamos a los gobiernos y empresas que se comprometan cuanto antes a cumplirlas 🌎💪

Fuente: The Guardian