El ballenero noruego “VILLDUEN” despellejando una ballena minke, Mar del Norte.

Greenpeace y las Ballenas:

El trabajo de nuestra organización ha sido fundamental para frenar la matanza de ballenas. En alta mar, hemos puesto nuestros cuerpos, gomones y barcos entre los arpones de los cazadores y estos mamíferos marinos. También, participamos en forma activa de los debates en los organismos internacionales y nos manifestamos pacíficamente ante las embajadas y los gobiernos de países balleneros para que suspendan la cacería de manera definitiva.

Comenzamos esta histórica campaña en 1975 debido a que las poblaciones de ballenas se encontraban en una situación muy crítica después de casi tres siglos de cacería comercial, y más de medio siglo de caza industrial descontrolada. A través de acciones directas en el mar, campañas públicas y trabajo político, nuestra organización fue un actor fundamental para promover que la Comisión Ballenera Internacional (CBI) decretara en 1982 una moratoria a la caza comercial de ballenas. 

Hoy, a pesar de la moratoria firmada en 1982 , Islandia , Japón y Noruega continúan con esta práctica, desafiando la normativa internacional y las crecientes protestas ecologistas .

Varios países siguen aprovechando resquicios legales en el documento para justificar su captura. Islandia , por ejemplo, autorizó recientemente la caza de 128 ballenas, una decisión que generó una fuerte oposición de organizaciones ecologistas. Desde Greenpeace señalamos que la caza comercial llevó a la desaparición de tres millones de ballenas en el último siglo. 

Sus ritmos de reproducción lentos y el hecho de que todas sus poblaciones se han visto seriamente reducidas, si no casi extinguidas, convierte la protección de estos animales en una prioridad para Greenpeace.

Conoce nuestras acciones históricas para defender las ballenas:

Un gomón inflable de Greenpeace interrumpe el traslado de cachalotes muertos desde un barco arponero al barco factoría Dalniy Vostok. Pacífico Norte, entre México y Hawaii. Foto: Rex Weyler.

1975: Lanzamos la campaña para salvar a las ballenas cuando nuestra embarcación “Phyllis Cormack” se enfrenta al barco ballenero soviético “Dalniy Vostok”, a 60 millas de la costa de Eureka, California, Estados Unidos. El primer gomón de Greenpeace se interpone entre el arpón y la ballena. El arponero dispara por encima del gomón, pero la filmación de este hecho, en el cual activistas arriesgan su vida por estos mamíferos marinos, impulsa un movimiento global contra la cacería.

 

El activista Paul Watson encima de una cría de ballena muerta en primer plano, el barco Phyllis Cormack al fondo

1976: Con un barco más grande, el “James Bay”, nos enfrentamos a balleneros soviéticos a 1.400 millas de la costa de California, Estados Unidos.

E barco James Bay (Greenpeace VII) bloquea un barco arponero ruso entre Mexico and Hawaii.
Greenpeace ships Phyllis Cormack and James Bay at dock in Sydney, BC, Canada, during the 1976 whale campaign.

1977: En junio, nuestro barco emblema “Rainbow Warrior” realiza su primera campaña al enfrentar a balleneros de Islandia. En septiembre, confrontamos con gomones a balleneros soviéticos a 50 millas de la costa oeste de Australia.

Los miembros de la tripulación del barco Rainbow Warrior sostienen un cartel con el texto “Salven a las Ballenas”. Tomada en Shetland de camino a Islandia. (Susi Newborn; Denise Bell; David McTaggart, Chris Robinson; Sally Austin; Alan Thornton; Remi Parmentier; patrón Nick Hill).

1978: El “Rainbow Warrior” se enfrenta a balleneros españoles frente a la costa de España.

Cartel en el barco Rainbow Warrior

1979: El “Rainbow Warrior” es detenido por las autoridades durante su confrontación con balleneros de Islandia.

1979-1980: Investigadores de nuestra organización en Taiwán fotografían y documentan a una flota de cuatro balleneros piratas cuando uno por uno entran a puerto para desembarcar sus capturas, las cuales son contrabandeadas a Japón. Con la publicación de la evidencia, los balleneros piratas serían forzados a abandonar su negocio ilegal.

Jan Kuilman (ingeniero) y otro activista de Greenpeace conducen delante del receptor español Ibsa III para protestar contra la caza de ballenas. Atlántico Norte.

1980: El “Rainbow Warrior” es arrestado por la armada de España cuando evitaba que barcos balleneros españoles persiguieran ballenas. Las autoridades nacionales quitan una parte vital del sistema de propulsión de la nave y la ponen bajo guardia armada. Luego, España se volvería un país conservacionista de ballenas.

Auto con una ballena hinchable en protesta contra la detención de RW en el puerto de Vigo. El barco de Greenpeace permaneció detenido durante 5 meses.

1981: Un activista de Greenpeace se trepa a un barco ballenero japonés (cuando está a un cuarto de milla de la costa de Japón) y se encadena al arpón obligando a la nave a regresar a puerto durante la temporada alta de caza de ballenas. Este año, celebramos nuestra primera victoria legal cuando la Comisión Ballenera Internacional decreta una moratoria sobre la cacería de cachalotes.

1982: El 23 de julio la Comisión Ballenera Internacional vota a favor de una moratoria a la cacería comercial de ballenas que entrará en efecto en 1986. En noviembre, tras una objeción de Perú a la moratoria, el “Rainbow Warrior” se enfrenta a balleneros peruanos. En Greenpeace trabajamos para consolidar nuestra posición alineada al bloque conservacionista latinoamericano.

Barco ballenero peruano “Victoria 7”
El activista C. Plowden se encadena al arpón del barco peruano para bloquear la caza de ballenas
Cartel de Greenpeace en el puerto de Paita, Peru.

1983: El “Rainbow Warrior” entra a aguas de la Unión Soviética para documentar la caza de ballenas grises. Arrestan a los activistas de Greenpeace que bajan a tierra y nuestro barco es perseguido por naves de la armada soviética a través del Estrecho de Bering. Después de que la filmación de la persecución es vista por todo el mundo los activistas son liberados.

En julio, Perú retira su objeción a la moratoria a la caza comercial de ballenas y deja de capturarlas. Luego, abandona la Comisión Ballenera Internacional y al tiempo retorna.

1985: En julio, nuestro barco “Sirius” llega a Inglaterra para entregar 1 millón de firmas a los delegados de la Comisión Ballenera Internacional para solicitar el fin de la caza de ballenas.

El barco Sirius durante una protesta en Bournemouth, UK, 1985

1986: La guardia costera de Noruega arresta a nuestra nave “Moby Dick” en dos ocasiones por impedir que los balleneros de ese país cazaran ballenas.

1987: Activistas de Greenpeace en Alemania interceptan un cargamento ilegal de carne de ballena de Islandia que sería exportado a Japón. Las autoridades alemanas envían la carne de regreso a Islandia.

Ballena inflable junto al barco ballenero japonés con un cartel que dice: “¡Dejen vivir a las ballenas!” (en japonés y en inglés).

En diciembre, Japón empieza a cazar ballenas con la justificación de llevar a cabo investigaciones científicas. Varios activistas de Greenpeace, junto con una ballena inflable de 30 metros, son arrestados por la policía japonesa cuando protestaban frente a un barco ballenero que estaba por partir hacia la Antártica.

1989: Islandia detiene su programa ballenero debido, en parte, al boicot internacional dirigido por Greenpeace y otras organizaciones en contra del pescado de ese país.

Imagen aérea del barco MV Gondwana de Greenpeace en la Antártida.

1990: Nuestro barco “Gondwana” intercepta a la flota ballenera japonesa entre Australia y Nueva Zelanda. Activistas de Greenpeace saltan desde helicópteros frente a las naves en un esfuerzo por detenerlas.

MV GREENPEACE inflable protestando contra el barco ballenero japonés NISSHIN MARU, Océano Austral

1991-1992: Nuestra embarcación “MV Greenpeace” obstaculiza en repetidas ocasiones a la flota ballenera japonesa en la Antártica para evitar que capturen ballenas. Activistas de Greenpeace ocupan uno de los barcos balleneros evitando que las suban.

1993: En octubre, entregamos 2 millones de firmas al gobierno de los Estados Unidos solicitando la creación de un santuario ballenero en las aguas que rodean la Antártica.

1994: Durante la reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional en Puerto Vallarta, México, se crea el Santuario Austral que rodea a la Antártica.

Los barcos de Greenpeace “Solo” y “Sirius” se enfrentan a balleneros de Noruega cuando reanuda la cacería comercial de ballenas. Después de tres semanas de confrontación las dos embarcaciones son arrestadas por la guardia costera del país.

Activistas de Greenpeace abordan el ballenero noruego Senet, a 80 millas de la costa danesa, para detener la caza de ballenas. Cinco activistas abordaron el barco en una protesta pacífica. Los activistas ocuparon el arpón hasta que uno de ellos fue arrastrado del arpón y arrojado al mar. Los cuatro restantes saltaron por la borda tras el violento enfrentamiento.
El barco de Greenpeace “MV Solo” en el Mar del Norte durante la acción ballenera de Noruega.
14 activistas de Greenpeace son arrestados después de “cerrar” el Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega en Oslo bloqueando la entrada del edificio con un muro de ladrillos de dos toneladas en protesta por la caza comercial de ballenas en el Mar del Norte.
Caza de ballenas en Noruega: un miembro de la tripulación ballenera disparando a una ballena minke arponeada.

1995: En febrero, el barco “MV Greenpeace” encuentra a la flota ballenera japonesa violando el Santuario Austral. Nuestro helicóptero entorpece la cacería colocándose entre el arpón y las ballenas.

En Noruega, siete activistas se encadenan al barco ballenero del presidente de la asociación ballenera noruega, quien golpea a los activistas frente a cámaras.

Activistas de Greenpeace son tratados violentamente mientras intentan bloquear a los barcos balleneros de Noruega

1997: Japón y Noruega proponen ante la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) la desprotección de las ballenas gris, minke y bryde. El trabajo político de Greenpeace junto con otras organizaciones consigue que la propuesta sea rechazada.

1998: En su camino a la Antártica se incendia un barco ballenero japonés a 600 millas de Nueva Caledonia, Oceanía. Después de que la nave es reparada en el puerto de Noumea, bloqueamos su salida.

1999: Nuestra embarcación “Sirius” se enfrenta a balleneros noruegos en el Mar del Norte, donde el barco “Kato” dispara en contra de los gomones de Greenpeace y deja inservible a uno de ellos. Un guardacostas noruego embiste otro de los gomones y uno de nuestros activistas es enviado al hospital con diversas fracturas. El “Sirius” y su tripulación son detenidos.

Ballenero noruego en el océano Atlántico Norte.
Acción de Greenpeace contra el ballenero noruego “Villduen”, Mar del Norte, Noruega

El “Arctic Sunrise”, otra de nuestras naves, enfrenta a la flota ballenera japonesa en la Antártica, donde es embestido por el barco factoría “Nisshin Maru”. Nuestros activistas amarran los gomones a las ballenas arponeadas para impedir que los cazadores completen su maniobra. 

Acción de Greenpeace contra el buque factoría ballenero Nisshin Maru, Océano Austral

2000: Japón y Noruega proponen ante la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) la desprotección de la ballena gris y la minke. Protestamos con una ballena inflable frente a la sede de la reunión, en Nairobi, Kenia. La propuesta es rechazada.

Una docena de activistas de Greenpeace protestan con una ballena inflable de doce metros de largo en el río Rin contra las reservas formuladas por Liechtenstein y Suiza en la conferencia CITES.

En la CBI (Comisión Ballenera Internacional) Japón bloquea, con los votos comprados a países caribeños, la iniciativa de crear el Santuario del Pacífico Sur. Asimismo, en abierta violación a las disposiciones de la CBI, Japón reanuda la caza de ballenas bryde y cachalote en el Pacífico Norte.

Un inflable de Greenpeace es atado a una ballena que es transportada al barco factoría Nisshin Maru. Océano Austral

2001: Desafiando a la CITES y a la CBI, Noruega anuncia que reanudará la exportación de productos de ballena a Japón.

Tras nuestras denuncias, Japón continúa comprando votos a países caribeños, centroamericanos y africanos, con lo cual bloquea en la CBI las propuestas de santuarios en el Pacífico Sur y Atlántico Sur.

La campaña de Greenpeace es fundamental para lograr que Argentina se una a Brasil en el impulso de la propuesta de creación del Santuario del Atlántico Sur.

En Latinoamérica, comenzamos una campaña para neutralizar los votos que Japón reclutó de países de la región.

2003: En la reunión de la CBI celebrada en Berlín, Alemania, se aprueba la “Iniciativa de Berlín”, esta medida se basa en el Fortalecimiento de la Agenda de Conservación de la Comisión Ballenera Internacional.

Islandia se asigna una cuota de 38 rorcuales aliblancos (ballenas minke), de los cuales caza 36. La intención es atrapar 200 ballenas minke, 200 rorcuales comunes (ballenas de aleta) y 100 rorcuales boreales  (ballenas sei) durante un periodo de dos años. El “Rainbow Warrior” visita el país.

Se logra que los países reclutados por Japón en Latinoamérica comiencen a votar a favor de la conservación.

2004: Islandia captura 25 rorcuales aliblancos (ballenas minke). Nuestro barco”MV Esperanza” visita el país. El mercado local está bajando, no hay exportaciones a la vista y la oposición a esta actividad es cada vez más grande.

Activistas de Greenpeace intentan impedir el traslado de ballenas desde un barco cazador al barco factoría ballenero Nisshin Maru. Un cartel en el inflable dice “Gorton’s, Basta de cazar ballenas”.

2005: En marzo, nuestra embarcación “Rainbow Warrior” visita la ciudad de Ulsan, Corea, sede de la reunión internacional de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).

Establecemos una base temporal en el lugar y trabajamos junto a la Federación del Movimiento Coreano por el Medio Ambiente. Allí se pondrá énfasis en lograr que Corea cambie su postura pro caza de ballenas y además, que modifique la decisión de construir una industria transformadora de carne de estos mamíferos marinos. La base estará en el país hasta el final de la reunión de la CBI.

Uno de nuestros barcos visita Islandia por tercer año consecutivo, esta vez es el “Arctic Sunrise”.

Mikey Rosato, un activista de Greenpeace, se sube a una ballena arponeada mientras el barco de Greenpeace MY Esperanza y sus inflables intentan impedir el disparo y eventual traslado de una ballena minke por parte del barco receptor Yushin Maru No.2. Después de dos horas y media de luchar entre el arpón y la ballena, los activistas presenciaron la eventual muerte de la ballena.
El barco de Greenpeace MY Esperanza y sus inflables, intentan obstaculizar la captura y eventual traslado de una ballena minke por parte del barco receptor Yushin Maru No.2.

2006: Japón anuncia que duplicaría la cuota de ballenas a ser cazadas como parte de su programa de investigación científica en la Antártica. Nuestro barco “Esperanza” zarpa desde Ciudad del Cabo, Sudáfrica, con destino al mar Antártico para detener y documentar la caza dentro de los límites del Santuario Ballenero Austral.

Activistas de Greenpeace en inflables interrumpen el traslado de una ballena desde el barco receptor Yushin Maru No.2 al barco factoría Nisshin Maru.

En junio, en el encuentro anual de la CBI, Japón y otros 32 países votan a favor de la  ¨Declaración de St.Kitts¨ (el texto apoya la intención de volver a la caza comercial en el futuro) superando por un voto a los países conservacionistas.

Ballena atrapada por el barco Yushin Maru No.2 de la flota ballenera japonesa.

El documento explica que una pequeña porción de la dieta alimenticia de las ballenas está compuesta por peces, y por esta razón ellas son responsables del colapso de las pesquerías (peces que se explotan comercialmente, ya sea para alimento humano o harina de pescado). Esta declaración no ha podido ser fundamentada ya que no existe ningún estudio científico publicado que compruebe esta afirmación. Así, Japón consigue un pretexto más en su esfuerzo por revertir la moratoria contra la caza comercial de ballenas.

Greenpeace es testigo de la matanza de ballenas en el Océano Austral por parte de los barcos Yushin Maru y Kyo Maru No.1 de la flota ballenera japonesa y del traslado de las ballenas al barco factoría Nisshin Maru. Los carteles en el barco ballenero decían “¡Greenpeace engaña al público!” e “Investigación letal basada en la ciencia”.

La campaña de Greenpeace en Latinoamérica logra que en el resto de las votaciones la defensa de las ballenas se imponga por uno o dos votos.

2007: Mediante el trabajo en América Latina y países europeos que se suman a la CBI, se consigue que en la reunión de la Comisión Ballenera Internacional, organizada en Alaska, el balance de votos tenga nuevamente una clara mayoría conservacionista.

En un hecho único, se consigue que países que habían sido extorsionados por Japón para votar a favor de la cacería (Panamá, Nicaragua, Guatemala) cambien su voto a la conservación. Esto solo se ha dado en Latinoamérica.

2008: La CBI comienza un proceso de reforma que llevará varios años y muchas negociaciones. Trabajamos para que se transforme de un organismo que regula la cacería a uno que se focalice en la conservación.

La reunión del año se celebra en Santiago de Chile, y con la suma de nuevos miembros a la Comisión Ballenera Internacional: Costa Rica, Ecuador y Uruguay. Así se consolida el Bloque Latinoamericano como un protagonista por la conservación en el proceso de reforma. Apoyamos y presentamos nuestras demandas al bloque regional.

Durante el mismo año , descubrimos y demostramos la corrupción de funcionarios del gobierno de Japón como otra de las razones para terminar con la cacería de ballenas. Dos activistas de Greenpeace son arrestados durante más de 20 días y luego enjuiciados.  

Greenpeace Japón, Toru Suzuki (derecha) y Junichi Sato (centro), observan una “estatua viviente” de la Justicia antes de informar a los medios de comunicación en una conferencia de prensa al final de su primer día de interrogatorio de defensa en su juicio. Son juzgados tras haber expuesto un escándalo de malversación de fondos dentro de la industria ballenera financiada por los contribuyentes.

2009: Con pocos avances continúa el proceso de reforma de la CBI. República Dominicana se suma al organismo, Colombia inicia el proceso de adhesión y el bloque latinoamericano se reúne por sexta vez.

Japón continúa comprando votos a países en desarrollo de África.

Activistas de Greenpeace sostienen un cartel que dice “El último viaje ballenero: Sí, podemos”, frente al barco factoría Nisshin Maru de la flota ballenera japonesa.

2010: Fracasan los intentos de llegar a un acuerdo de reforma de la CBI, Japón se resiste a hacer concesiones y comprometerse a aceptar un plazo para terminar con la cacería en el hemisferio sur (en el santuario Austral).

Los activistas de Greenpeace Japón que habían sido arrestados en 2008, son sentenciados a 18 meses de prisión en suspenso, la oficina japonesa de Greenpeace apela la medida.

Activistas de Greenpeace en el Jardín Japonés en Buenos Aires protestan con un cartel que dice “¿Qué? ‘¿Culpables Por Defendernos?”en referencia a Junichi Sato and Toru Suzuki, los activistas en juicio por defender las balllenas.
Activistas de Greenpeace en Bogotá, Colombia, frente a la embajada de Japón. Protestan con un cartel que dice “¿Qué? ‘¿Culpables Por Defender las Ballenas?”en referencia a Junichi Sato and Toru Suzuki, los activistas en juicio.

2011: Japón evita la votación a favor del Santuario Ballenero del Atlántico Sur en la 63º reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional. Esta era una de las propuestas más importantes del encuentro, pero Japón y sus aliados abandonaron el recinto, impidiendo una resolución favorable.

2014: La Corte Internacional de Justicia de la Haya le ordena a Japón abandonar la caza científica de ballenas en el océano Antártico tras una demanda interpuesta por Australia.

2016: En la reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional se vuelve a debatir la creación de un santuario en el Atlántico Sur (más de 20 millones de kilómetros cuadrados). A pesar de que la mayoría de los países que asistieron a la convención estuvieron a favor, no se obtuvieron las tres cuartas partes de los votos requeridos para su aprobación.

2018: La CBI bloquea el regreso a la caza comercial propuesto por Japón. Esto provoca que el país se retire del organismo por decisión propia. A partir de esta resolución surge la oportunidad de crear nuevos santuarios balleneros en el hemisferio sur.

¿Qué está haciendo Greenpeace por las ballenas?

Ballena jorobada en las cálidas aguas del océano Pacífico, Tonga. Foto: Paul Hilton / Greenpeace

Greenpeace trabaja para frenar el cambio climático, que afecta a los ecosistemas oceánicos al fluctuar la temperatura de los mares, lo cual impacta las cadenas alimenticias en cuanto a la cantidad y diversidad de especies, pues provoca la dispersión de las mismas. Así, las ballenas pueden hacer frente a escasez de alimento al no encontrar suficiente cantidad de las especies que usualmente consumen o simplemente no encontrarlas en las áreas a las que habitualmente asisten para alimentarse.

Además, Greenpeace está trabajando para la creación de un Tratado Global de los Océanos que proteja los mares del mundo. La protección de espacios marinos como el mar de Weddell en la Antártida contribuirá a la protección de estos animales.

Greenpeace trabaja también para que la CBI se encargue de la conservación de estos grandes mamíferos y tome las riendas de la protección y creación de santuarios marinos para las ballenas.

¿Quieres saber más sobre las ballenas?

Existen dos tipos principales de ballenas: las dentadas (como el cachalote y la orca) y las barbadas (como la ballena jorobada y la azul).

Involúcrate