Por Leticia Caro, presidenta de la Comunidad Indígena Kawésqar Nómades del Mar

Me han pedido que escriba algo en torno a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, para homenajear a las  mujeres que en busca de la igualdad han sucumbido en la historia del mundo.

Muchas mujeres vinieron antes que nosotras, levantándose  contra la injusticia y luchando por la defensa de derechos fundamentales. A esas mujeres que la historia nos describe y nos recuerda, continúan en la retina, no estarán ausentes, y quedarán estampadas para siempre en nuestra memoria como parte del ADN de miles  de mujeres trabajadoras que hoy mismo siguen en búsqueda de la igualdad, la equidad y de la protección de sus familias y de los distintos territorios que habitan.

Veo a la mujer, compañera, trabajadora, hija, amiga, madre incansable, que busca el sustento para los suyos, las diviso desde aquí,  desde mi andar y las admiro, a veces desde lejos, las observo cuidadosamente y veo en cada acción que hacen, cientos de momentos-hitos de libertad, a pesar de que muchas aún siguen sujetas a un sistema que se resiste a su presencia libre.

Desde mi Sur austral, Rosa Águila y sus hijas, Marcela Caro y su clan, Haydee Aguila junto a su familia, todas mujeres que luchan para la protección de sus territorios ancestrales, desde el corazón de la cosmovisión Kawésqar se levantan frente a todo pronóstico y logran la acción más hermosa y esperanzadora, la protección del mar, el romanticismo aparece, porque aunque son mujeres fuertes, aman delicadamente.

Desde otro punto del territorio, las veo, Quinchel Antillanca, María Olmos Loncopan, Mona Leal Marilao, levantando sus luchas territoriales, derribando mitos, con el pecho erguido, son valientes, mágicas, son Mapuche ¡son mujeres!

Y si veo más al norte, la veo, Bárbara Quenaya, cargando a su hijo por un lado y sus conocimientos por el otro , ayudándonos a todas , desde el territorio Aymara,  en este país tan desigual que no es capaz de reconocer las 5 injusticias diarias que enfrentan las mujeres indígenas doblemente apuntadas con el dedo por sus orígenes.

Las mujeres Afro Chilenas aún no reconocidas por el Estado, que buscan reivindicar en alguna media la injusta llegada de sus antepasados a este territorio desde el continente africano para esclavitud.

No puedo dejar de mencionar a las mujeres de la comunidad, a mi hermana Andrea, pescadora, indígena, madre,  compañera, mujer de gran carácter. A Patty, Jessica, Sylvia grandes formadoras de hijos, de esperanzas, que nos acompañan en esta gran tarea de la protección del territorio ancestral, para el bienestar de las futuras generaciones.

Faltan muchas por nombrar , pero es importante recordar que todas estas mujeres pasarán a formar parte de una gran historia, la del regreso a una esencia, la de las mujeres  que han tomado la lucha territorial como una responsabilidad, por los suyos y por los demás, que continúan contribuyendo para un mundo mejor, que están aquí para reclamar derechos , como ha sido históricamente.

“Cuando una mujer avanza , nunca la verán retroceder,  las mujeres indígenas se organizan, se levantan y constituyen las voces más fuertes que pueden oírse y esas voces no podrán ser silenciadas, jamás ” .