La ciencia lo viene advirtiendo a los gritos desde hace años: debemos dejar el petróleo bajo tierra si es que queremos tener un futuro posible. Los especialistas explican, una y otra vez, que las emisiones generadas por la quema de petróleo y el gas -léase las energías fósiles que alimentan la economía- nos llevaron al abismo.
Estamos en los albores de una crisis climática y, aún así, las 5 empresas petroleras más grandes del mundo en vez de hacerse cargo de su parte y frenar sus business as usual, invierten millones de dólares en generar publicidades engañosas y falaces para vestir de sustentabilidad sus negocios sucios. Así lo demostró un estudio de la organización Influence Map.
Después de analizar 3.421 piezas de comunicación pública realizadas por BP, Shell, Chevron, ExxonMobil y TotalEnergies se concluyó que estas compañías continúan difundiendo desinformación.
¿Con qué finalidad comunican? Buscando crear una imagen pública responsable con el ambiente, cuando en verdad se ocupan de presionar a los gobiernos para garantizar el uso de combustibles fósiles.
Influence Map comparó las piezas comunicacionales lanzadas en 2021 con las previsiones de CAPEX (gastos de capital) de ese año. Así comprobó que las 5 empresas gastaron cientos de millones en mensajes positivos para el clima para dibujar una imagen de apoyo al combate del calentamiento global mientras continúan participando en actividades de lobby para garantizar que se sigan usando los combustibles fósiles.
Es decir, se subieron al greenwashhing: la mayoría de sus publicidades y comunicados (60%) contienen afirmaciones “verdes” y se cuidan de hablar abiertamente de petróleo y gas (solo hacen referencia a ellos en 23% de las piezas).
Pero sus anuncios nada tienen de cierto. En la práctica solo pronostican gastar una fracción relativamente pequeña de su CAPEX (12% en promedio) en inversiones “bajas emisiones de carbono” este año.
A esto hay que sumarle que esas actividades de “bajas emisiones de carbono” en las que invertirán no son tan limpias tampoco: incluyen inversiones en combustibles fósiles, dado que tanto TotalEnergies como Shell denominan engañosamente inversiones en gases fósiles.
Esta incongruencia entre los modelos de negocio y sus estrategias de relaciones públicas no tiene nada de inocente. Por el contrario, revela que las grandes empresas petroleras no planean resignar ni una moneda de los enormes beneficios que disfrutan aunque esto nos cueste el planeta y el futuro.
Fuera de juego: Sídney prohibió la publicidad de combustibles fósiles en espacios públicos al aire libre
¿Cómo contrarrestar la enorme influencia que tienen a través de los medios las industrias petroleras? Tal vez la línea de acción llevada por Sídney pueda ser una salida posible. Recientemente, prohibió la publicidad de combustibles fósiles en los espacios al aire libre, incluidos los refugios de autobuses/colectivos y otro mobiliario de la calle.
Esto resulta muy significativo porque está en sintonía con lo propuesto por especialistas de la ONU para frenar el greenwashing y por el alcalce de la medida. La ciudad tiene una de las redes de publicidad exterior más grandes del mundo, que llega a más de dos millones de personas a la semana.
“El marketing y las relaciones públicas se han utilizado durante décadas para ayudar a las empresas contaminantes“, dijo Belinda Noble, directora ejecutiva de Comms Declare, el grupo de profesionales de la comunicación que coordinó la campaña para lograr la prohibición. “Queremos que eso se detenga“.
Sídney se suma a países como Francia que también ha adoptado una prohibición nacional de los anuncios de combustibles fósiles y a Ámsterdam en los Países Bajos que tomó la misma postura para estos anuncios en su red de transporte público.
Tal vez estas iniciativas puedan tener gusto a poco pero son señal de una creciente consciencia sobre el tema.
Sin dudas, enterarse y difundir que lo que nos cuentan las petroleras en sus publicidades no es lo que parece es también otro gran paso para avanzar hacia una sociedad basada en energías que no pongan en peligro la vida.