Estoy ayudando a Laurence en la cocina del Rainbow Warrior en el Pacífico. © Marten van Dijl / Greenpeace

A principios de marzo de este año, el icónico Rainbow Warrior zarpó hacia el Océano Pacífico para enfrentar y exponer una amenaza emergente para los océanos: la minería en aguas profundas.

Esta arriesgada industria planea extraer metales y minerales del lecho marino, a miles de metros bajo el agua. Si se permitiera la minería en aguas profundas, se bajarían máquinas gigantes al fondo del océano donde sacarían, dragarían y cortarían metales, causando daños irreparables al ecosistema. Esto sería desastroso tanto para las increíbles especies que viven en las profundidades marinas como para las comunidades del Pacífico que dependen de los océanos para sobrevivir, y podría amenazar el clima global. De hecho, las empresas mineras The Metals Company (antes conocida como Deep Green)  GSR ya se encuentran en el Pacífico, evaluando el potencial económico y probando su maquinaria minera.

Un equipo internacional de Greenpeace está a bordo hoy para frenar esta amenaza y pedir un Tratado Oceánico Global fuerte en la ONU que pueda abrir la puerta a una red global de santuarios oceánicos y establecer altos estándares para proteger los océanos globales de industrias destructivas.

Esta es el testimonio de una de las tripulantes: Kelly


Así se ve el horizonte desde el Puente de Mando del Rainbow Warrior.  © Marten van Dijl / Greenpeace

Como lo mencionaba en el anterior blog, soy de Taiwán, donde hay más de 200 montañas con más de 3000 metros de altura. Mis pasatiempos favoritos son el senderismo y el montañismo.  Esta es la primera vez que paso tres meses en el mar junto a la Tripulación y el Equipo de Campaña de diferentes nacionalidades, habitando el mismo barco. De vez en cuando algunas olas y la mareta se hacen sentir contra el casco.  No solamente -los pocos que lo sufrimos- debemos enfrentarnos al mareo, sino debemos limpiar y trabajar a pesar del movimiento constante.

Hablemos del mareo

Mientras escribía este blog el barco se movía bastante.  A pesar de que estamos con muchas ganas de cumplir la misión, cuando se trata de mareo, sin importar qué tan fuerte seas, varios no logramos resistirnos al poder de la naturaleza.  La Doctora es Loes, especializada en Medicina de Urgencias.  Además de encargarse de la enfermería de abordo, nos aconseja cómo manejar el mareo.


Aquí intento balancearme mientras el barco se menea. © Kelly Huang/Greenpeace

Cada cual tiene su forma de enfrentar el mareo.  La mayoría permanece en cubierta para respirar aire fresco.  Yo tomé clases de respiración justo antes de empezar este viaje.  Aprendí a ajustarla para aumentar la energía corporal, lo cual ha sido bastante útil.  Algunos usan goma de mascar o se acuestan y descansan.  Cuando el movimiento del barco aumenta demasiado, también tomo pastillas contra el mareo.  Por ejemplo, al escribir debo mirar constantemente la pantalla.  Sólo con las pastillas y/o pausas intermitentes puedo trabajar por largo tiempo en el portátil.

Camino al sitio de la minería de profundidad, tuvimos grandes olas y mareta.  De acuerdo al Capitán el rolido era de sólo 6 en escala de 1 a 10. Cuando una ola grande nos golpeó, me encontraba ayudando a Laurence con la limpieza de la Cocina, repentinamente, ollas, tapas, tazas y sobras de comida pasaron de la mesa de preparación al piso! Afortunadamente nos agarramos de los pasamanos, no hubiera sido agradable caer contra la pared de metal.

Aquí haciendo ensalada de remolacha © Marten van Dijl / Greenpeace

Aquí dormimos en camarotes de dos pisos, el mío es el de arriba. Para evitar caer de la cama con el movimiento del barco, Adrián –Primer Oficial- ajustó mi cama en ángulo contra la pared de tal manera que ocupo sólo un lado de la cama.  Dormir es muy difícil, despierto repentinamente, pero por lo menos nunca me he caído.

También empecé a darme cuenta de que la cafeína empeoraba el mareo, así que el hábito de una taza al día, y el té Oolong Taiwanés tuvo que ser suspendido.  Afortunadamente hay jugos y otros tipos de té como alternativa. 

¿Cómo alimentar 25 personas por 3 meses?

La Cocinera, Laurence Nicoud organiza las provisiones en Colón, Panamá. © Marten van Dijl / Greenpeace

Nuestra Cocinera es francesa, se llama Laurence. Es excelente en la cocina, usa vegetales y otros ingredientes saludables y orgánicos.  Además de pan, arroz y pasta, también hay quinua, cuscús y lentejas.  Todas las comidas también incluyen combinaciones de ensaladas.  Una vez que pedí ser asistente de cocina, aprendí a hacer ensalada de remolacha.  Esta es una de esas raras oportunidades en la vida para aprender cocina francesa!

La Tripulación recibe y organiza las provisiones en el  Rainbow Warrior en Colón, Panamá. © Marten van Dijl / Greenpeace

Cocinar abordo es difícil. De vez en cuando el Capitán invita al Equipo de Campaña a que haga la comida.  Mientras cocinamos, hay que encargarse de las ollas y sartenes mientras el barco se mueve.  También hay que limpiar la cocina después, encargarse de las sobras y organizar la basura.  No es fácil alimentar 25 personas.  Además de cocinar, Laurence se encarga de la limpieza.  Para esto, los barcos de Greenpeace cuentan con Asistentes, normalmente Voluntaries Jóvenes que embarcan para dar una mano en la cocina.

El aprovisionamiento de productos para alimentar 25 personas por 3 meses, es una labor muy importante.  En este recibimos provisiones dos veces, la primera en Curaçao al inicio, la segunda en Panamá, mientras esperábamos el turno para cruzar el Canal.  En estas ocasiones aprovechamos para abastecernos de ingredientes frescos.  Tan pronto estos llegaron, todos ayudamos en el proceso.  Nos tomó casi 3 horas el desempacar, hacer inventario, organizar y guardarlos.  Primera vez que desempaco tanta comida en un solo día.  Ahora, dos meses después, debemos optimizar al máximo el uso de los vegetales y frutas maduras, haciendo pizza, arroz frito o helado de fruta!

Continuará…

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