La Haya/Kralendijk, mayo 11, 2023 – Los residentes y los ciudadanos holandeses de Bonaire, junto a Greenpeace Países Bajos, han tomado hoy medidas legales por la incapacidad del Gobierno para proteger la isla caribeña contra los impactos del cambio climático. Bonaire, antigua colonia holandesa, es desde 2010 un municipio especial holandés. Según las 7 personas demandantes, el Estado ha sido negligente a la hora de protegerlos contra el cambio climático, lo que viola sus derechos humanos. Además exigen a los Países Bajos que reduzcan las emisiones de gases invernadero de forma equitativa y que protejan mejor la isla de Bonaire de los efectos del cambio climático.

Según un informe científico de la universidad Vrije Universiteit Amsterdam del año pasado, la crisis climática ya está afectando a la vida diaria de la ciudadanía del Caribe y, salvo que se tomen medidas, tendrá un grave impacto sobre la isla de Bonaire.[1]

En el precontencioso se envió un escrito de requerimiento al primer ministro, Rutte, en La Haya, como última advertencia antes de emprender acciones legales contra el Estado holandés.[2] Representantes de la diáspora caribeña en los Países Bajos y de Greenpeace Países Bajos estarán presentes en el despacho de Rutte esta mañana portando una pancarta que dice: “Demandamos justicia – El caso climático de Bonaire”.

Desde Bonaire las personas demandantes volvieron a pedir justicia climática y un futuro seguro para su isla. La profesora Jackie Bernabela, de 65 años, declaró: “Ya veo cómo el cambio climático está afectando a Bonaire a pesar de que somos una isla pequeña y apenas emitimos gases de efecto invernadero. Hasta ahora, el Gobierno holandés en La Haya no nos ha escuchado. Si no se presiona al Gobierno en La Haya, nada cambiará en Bonaire”.

La trabajadora social, Danique Martis, de 25 años, señaló: “Es importante que el Gobierno holandés asuma su responsabilidad. Hay planes para proteger a los Países Bajos europeos contra la subida del nivel del mar, pero todavía no los hay para Bonaire. Demandamos justicia climática”. El jardinero, Onnie Emerenciana, de 60 años, añadió: “No se debe tratar a quienes residen en Bonaire como ciudadanos holandesas de segunda clase, tenemos derecho a recibir el mismo trato”.

Andy Palmen, director ejecutivo de Greenpeace Países Bajos, señaló: “Debería dar igual que vivas en Bonaire, La Haya o Ámsterdam. El Gobierno tiene el deber de proteger a todos los municipios contra las inundaciones y contra otros efectos fatales de la crisis climática. Hasta ahora, el Gobierno holandés ha decidido no proteger a quienes residen en Bonaire, aunque es muy necesario. Por eso hoy, junto con la población de Bonaire, exigimos responsabilidades al Estado holandés. Los Países Bajos tienen el deber de limitar el calentamiento global lo máximo posible para así contribuir a la justicia climática de la población actual y de las generaciones futuras. Demandamos que se proteja mejor a Bonaire y que se reduzcan las emisiones holandeses de CO2 con mayor rapidez”.

Es vital que el planeta se mantenga por debajo de los 1,5 grados de calentamiento global, especialmente para pequeñas islas como Bonaire. Por tanto, las personas demandantes exigen al Estado holandés que contribuya equitativamente a limitar el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados y que las emisiones de los Países Bajos se reduzcan a cero para 2040.

Minke de Haan, abogada del bufete Kennedy van der Laan en Ámsterdam y representante de los demandantes individuales y de Greenpeace Países Bajos, explicó: “Hasta ahora, el Gobierno no parece haber escuchado las demandas para que se tomen medidas concretas en las islas caribeñas holandesas y que se implementen políticas que nos permitan mantenernos debajo de los 1,5 grados de calentamiento global. Aunque nos gustaría llevarnos una sorpresa, no esperamos que las cosas cambien de repente como consecuencia de este escrito precontencioso, así que seguiremos preparando una citación judicial para el juicio contra el Estado holandés”.

El caso climático de Bonaire forma parte del movimiento por la justicia climática mundial que lideran residentes de las zonas costeras, de las naciones isleñas y de otras comunidades afectadas. Aunque son quienes menos contribuyen a la crisis climática, ya sufren de forma desproporcionada los impactos climáticos. Un número creciente de comunidades ya sufren pérdida de salud, de vidas, de hogares y de medios de vida. Comunidades de todo el mundo están utilizando con éxito la legislación para demandar actuaciones climáticas reales y pedir responsabilidades a Gobiernos y empresas contaminantes.

Bonaire se encuentra a casi 8.000 kilómetros de la capital de los Países Bajos. Los Países Bajos llevan presentes en la isla caribeña desde hace casi cuatrocientos años. Bonaire se convirtió en un municipio especial de los Países Bajos cuando se disolvieron las Antillas Neerlandesas en 2010.[3]

Fin del comunicado. 

Notas:

[1] https://www.greenpeace.org/nl/klimaatverandering/54574/bonaire-climare-research-lawsuit/ 

[2] El escrito de requerimiento o escrito precontencioso (sommatie) es un requisito legal del sistema jurídico holandés que enumera las demandas de los demandantes como un “último aviso” legal antes de que se despache una citación (dagvaarding). El escrito se puede ver en el siguiente enlace en holandés, papiamento e inglés. https://act.gp/bonaire-pre-litigation-letter

[3] El término Caribe Neerlandés se utiliza para referirse a las llamadas islas BSS: Bonaire, San Eustaquio y Saba. Estas tienen el estatus de municipio especial de los Países Bajos desde el 10 de octubre de 2010. El término Países Bajos europeos se utiliza para referirse al territorio de los Países Bajos que se encuentra en el continente europeo.

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