Hay motivos de sobra para conmemorar el Día Mundial de la bicicleta cada 3 de junio. Tal vez el más contundente es que se trata de un transporte universal: al año se venden 120 millones de unidades en todo el mundo.
Además, convengamos, las virtudes que tiene son muchas: es simple, asequible y ambientalmente sostenible. Por si fuera poco, contribuye a tener aire más limpio y reduce la congestión en las calles.
En definitiva, desde su aparición a principios del siglo 19 su buena reputación no hizo más que consolidarse. ¿Quién imaginaría, además, que dos siglos después, se convertiría en un elemento crucial para luchar contra el cambio climático?
Aprovechando que celebramos su día, te contamos 5 formas en que las bicis están haciendo del mundo un lugar mejor.
1. Cuida la salud física
Desde la medicina, enumeran todos estos beneficios de andar en bicicleta: modera la presión arterial, eleva el buen colesterol -el que limpia la grasa de las arterias- y también reduce el malo. Además, ayuda a quemar calorías (alrededor de 300 por hora) y a prevenir el desarrolló de diabetes en 40%.
2. No ensucia el aire que respiramos
Una investigación realizada por la Universidad de Oxford encontró que las emisiones generadas por moverse en bicicleta son hasta 30 veces menores que si te transporte en un coche a petróleo o gas y 10 veces menos que si se utiliza coche eléctrico.
El estudio apuntó que la polución no se terminará sólo con cambiar a vehículos eléctricos debido a que existen emisiones relacionadas a su fabricación y a la de las baterías que utilizan que no pueden evitarse.
Los investigadores también determinaron que las personas que usan bicicleta a diario producen 84% menos de emisiones de carbono que aquellas que no la usan.
3. Eleva el ánimo y cuida la salud mental
No es sólo tu salud física la que se beneficia de usar la bici. Los doctores dicen que ayuda a reducir el estrés gracias a que esta actividad estimula la producción de endorfinas, las hormonas que reducen el dolor y combaten la depresión.
Al mismo tiempo, promueve un estado de mindfulness que lleva a estar más enfocados en el presente y no tanto en las preocupaciones diarias, lo que ayuda a reducir la ansiedad.
4. Mejores ciudades
En la medida en que las ciudades promueven más el uso de las bicis, se vuelven más seguras y menos estresantes. Crear espacios seguros para ciclistas y peatones incentiva a que las personas dejen de usar el coche para viajes cortos (de 5km, por ejemplo), dicen los expertos.
5. Combate el cambio climático
Por último pero no por eso menos importante, un estudio realizado en 2015 reveló que si una quinta parte (1/5) de los viajes urbanos que hoy se hacen en coche se hicieran en bici, esto reduciría las emisiones globales del sector del transporte en 7% o 300 megatoneladas de CO2 para 2050.
En este sentido, otra investigación de Reino Unido comprobó que la huella de carbono de andar en bicicleta es sólo de 21 gramos de CO2 por kilómetro. Es decir, menos que caminar o ir en bus. 75% de esas emisiones surgen de la alimentación del ciclista. El resto de la fabricación de la bicicleta.
Ahora ya sabes, andar en bici es una gran revolución diaria 🚲 que cuida mucho a nuestro planeta 🌎💚.