El domingo pasado, dos buques petroleros se accidentaron y hundieron en el Estrecho de Kerch, ubicado entre la península de Crimea y la región rusa de Krasnodar, en una zona que conecta el Mar Negro con el Mar Azov Sea. 

© Canal de Telegram de la Fiscalía de Transporte del Sur de Rusia.

El derrame se estimó en 3.700 toneladas de fueloil. Las autoridades ucranianas no tardaron en calificar el incidente como una “catástrofe ambiental” y advirtieron que las operaciones de limpieza serán complicadas debido al volumen de crudo derramado.

Hasta el momento, la contaminación se extendió en una franja de 60 kilómetros desde el puente de Crimea hasta Anapa, en la región de Krasnodar. Varios pueblos declararon la situación de emergencia mientras, en los días sucesivos al incidente, más de 5.000 personas se movilizaron para limpiar las costas.

Desde Kiev, el Ministerio de Medio Ambiente ucraniano remarcó que el derrame tendrá consecuencias graves para los ecosistemas del Mar Negro, afectando a poblaciones de peces, plancton, aves marinas, así como al fondo marino y las costas. De hecho, casi de inmediato, se comenzó el registro de la mortandad de aves empetroladas. 

Natalia Gozak, Directora de Greenpeace Ucrania declaró: “Este accidente es serio y el combustible que se está esparciendo ya es peligroso para el ecosistema local. Debemos tomarlo como la señal de alarma de un problema aún mayor: la flota fantasma rusa. Rusia utiliza buques obsoletos para exportar crudo y patrocinar la guerra en Ucrania”.

“Fin a los crímenes fósiles. Petróleo = tóxico.”

Por su parte, el gobierno ucraniano ha anunciado que presentará el caso ante organismos internacionales, mientras que expertos locales subrayan la necesidad de reforzar las sanciones contra Rusia y mejorar el control sobre el uso de embarcaciones con especificaciones inadecuadas para transporte marítimo.

¿Cómo fue el accidente?

Durante la jornada del 15 de diciembre, las embarcaciones Volgoneft-212 y Volgoneft-239  -cada una de 50 años de antigüedad- quedaron en medio de un fuerte temporal que les provocó graves daños estructurales. Entre las dos llevaban alrededor de 8.000 y 9.000 toneladas de productos petroleros, según informaron varios reportes. 

El primer buque se partió por la mitad y se hundió a unos 7 kilómetros de la costa, de acuerdo con imágenes difundidas por medios rusos. El segundo terminó encallando a 80 metros de la costa cerca del puerto de Taman, en la región de Krasnodar.

El martes, el tercer petrolero Volgoneft-109 lanzó una señal de socorro al detectar una fuga de petróleo también.

Lo cierto es que en octubre, el grupo de expertos Yermak-McFaul había advertido sobre el peligro que suponen los petroleros rusos en condiciones deficientes. Ahora, la UE adoptó nuevas sanciones contra 45 buques de transporte petrolero. Sin embargo, especialistas en el tema afirman que aún existen grietas que permiten a Rusia continuar sus operaciones.

Involúcrate

Desde tu hogar, desde la calle, en grupo, en la escuela, en la universidad, con Internet, puedes ser parte activa de nuestros reclamos y acciones.

Involúcrate