Desde Greenpeace declaramos nuestra oposición a los intentos de facilitar y promover las tecnologías de Modificación genética de Organismos vegetales mediante transgenia (Más conocido como Transgénicos) que están siendo promovidas por el gobierno Chileno mediante una propuesta de Resolución emitida por el Servicio Agrícola y Ganadero y que se encuentra en la fase de consulta pública.

La materialización de este nuevo Reglamento, abre la puerta a la expansión de una tecnología que genera un enorme daño sobre el equilibrio de los ecosistemas y la seguridad alimentaria del país. Hablar de los “beneficios” de la incorporación de transgénicos al ecosistema es de una enorme irresponsabilidad, aún más cuando el reglamento propuesto insiste en evitar una evaluación ambiental independiente de cada proyecto de propagación de semillas modificadas, y restringe la transparencia sobre la ubicación de cada proyecto que puede tener enormes efectos sobre la diversidad genética de los agroecosistemas próximos. 

La tecnología de modificación genética ha provocado a nivel mundial, el aumento indiscriminado del uso de plaguicidas y herbicidas tóxicos que afectan a los ecosistemas, a las poblaciones vecinas, a las y los trabajadores rurales, y que contaminan gravemente napas subterráneas y cursos de agua. Sus efectos en la biodiversidad pueden ser irreversibles por lo que prohibir su uso es coherente con un principio precautorio. Ante ello, como organización estaremos activos, junto a las cientos de organizaciones a lo largo del país han levantado la voz contra los peligros de ésta tecnología, rechazando la imposición de una reglamentación permisiva en la materia que pueda poner en peligro el futuro de los ecosistemas y de las formas de vida que sostienen la alimentación de millones de personas cada día. 

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