Colgándose en un puente o arriba de un monumento. Llevando un mensaje claro y potente de protección ambiental para que lo escuchen la mayor cantidad de personas posible. Sin importar lo alto que se deba ir o los obstáculos que haya que sortear. Después de prepararse durante meses. Siempre con convicción para luchar por un mundo más verde, más justo y más feliz.

Eso hace nuestro grupo de escaladores y escaladoras quienes, junto a todo el equipo de activistas, ponen su cuerpo, tiempo y ganas en cada campaña de Greenpeace.
Hace poco, escuchamos de primera mano cómo viven dos integrantes del equipo de náutica, Rosario y Alejandro, su misión en nuestra organización.
Ahora, es el turno de conocer cómo vive la nueva camada del grupo de escalada ser parte de Greenpeace desde el que luchan en defensa de los ambientes naturales de nuestro país y del planeta.
Una nueva camada de escalada
Los y las protagonistas de esta historia son de distintos puntos del país:
⭐ Adriana (33) de Salta
⭐ Juana (25) de Córdoba
⭐ Sol (24) de Buenos Aires
⭐ Cristian (29) de Salta
⭐ Candela (24) de Rosario, Santa Fé

Su llegada a Greenpeace fue a través del canal habitual: la convocatoria para ser voluntarios y voluntarias que se abre cada cierta cantidad de años. “Fue así que en la última selección, entramos 5 voluntarixs nuevos al equipo”, relatan.

Adriana, Cristian, Juana, Candela y Sol fueron elegidos en esa instancia y pronto comenzaron a ser parte de jornadas en las que aprenden y comparten con los que tienen más trayectoria. “Los actuales miembros nos tratan como parte valiosa del equipo”, comentan.
Si te interesa formar parte de nuestro equipo en el futuro, envianos tus datos a [email protected] y nos comunicaremos con vos cuando se abran nuevas vacantes.


En este período de capacitación se sumergen “en un entrenamiento duro en el que aprendemos sobre nudos, técnicas y sobre todo, seguridad”, cuentan. Respecto a este último punto, remarcan con orgullo “La organización trabaja con los estándares de seguridad más altos lo cual nos tranquiliza pero a su vez representa un desafío constante”.
Desde el equipo repasan estos primeros tiempos, al que consideran “no sólo un viaje de crecimiento y descubrimiento personal, sino también una lección profunda sobre la importancia de defender aquello en lo que creemos. El momento de actuar es ahora, y el poder de cambiar el mundo está en nuestras manos”.
Cuando esta inducción culmine, será el momento de pasar a la acción. Es decir, no falta mucho para que veamos a esta camada de aplicando todas sus destrezas en una nueva acción de Greenpeace.

Estas almas audaces y comprometidas quieren dejar un último mensaje para vos: “Si estás leyendo esto y te gustaría acompañarnos en el futuro, tené en cuenta que muchos de quienes formamos parte, no ingresamos en nuestro primer intento ¡todo se puede con convicción y ganas!”.
