En el marco de la campaña por la protección del mar Argentino, el pasado sábado 2 de Noviembre el Esperanza tocó puerto en Buenos Aires, y representantes de nuestros equipos locales de voluntarios del país viajaron para subir a nuestro buque insignia.

En una visita muy especial, nuestros voluntarios tuvieron la posibilidad de recorrer el barco, conocer su historia y parte de su tripulación. Además, conocieron más a fondo la importancia de la protección de los océanos y compartieron una jornada de trabajo de activismo increíble, intercambiando experiencias y aprendizajes junto a jóvenes de otras organizaciones. 

El encuentro entre integrantes de los distintos puntos del país siempre es una excelente manera de confirmar que somos un gran equipo sin fronteras, dispuesto a trabajar por nuestro planeta. Reunirnos en un barco emblema de Greenpeace y con activistas de otros movimientos, resultó en una experiencia enriquecedora y gratificante. 

En esta publicación, queremos compartir algunos testimonios de quienes participaron de esta actividad:

Marisol Forcada, de grupo local de Posadas:
Es un poco difícil resumir en un párrafo lo que sintió mi corazón en esa hermosa jornada porque fueron muchas sensaciones juntas. Me atrevería a decir que fue unas de las experiencias más lindas como voluntaria que tuve hasta ahora. 
Desde que conocí Greenpeace tuve cierta atracción por el Esperanza, y tener la oportunidad de vivir una jornada con gente tan bella y encima arriba de un barco para mi fue magnífico. Poder aprender, conocer y compartir con personas que tienen tanto amor y llenas de convicción es hermoso. Volví cargada de energía, reafirme mis principios, me comprometí conmigo, con la lucha de los que no tienen voz  y con el mundo.
Gané valor para luchar fuerte a favor de lo que creo justo, me convencí de que hay que poner el cuerpo y corazón ante las causas que uno cree justas. Y sobre todo que no estoy sola.
Gracias 💚

Felipe Martin, del grupo local de Córdoba:
La experiencia de poder haber conocido el barco Esperanza fue de gran ayuda ya que compartimos junto a otros activistas de Greenpeace, Fridays For Future y Clubes Ted. Fue un evento que superó expectativas, ya que conocimos un buque que tiene una historia única y continúa con una hermosa campaña.

Guadalupe Aguirre, del grupo local de Bahía Blanca:
Conocer el Esperanza es algo que quería lograr hace años y no había podido en oportunidades anteriores. Estuvo muy interesante aprender sobre cómo se vive y trabaja en el barco, y siempre es hermoso poder compartir las experiencias con voluntari@s de otros grupos.
Me encantó el barco y se notó mucho lo que trabajan siempre para darnos lo mejor a los voluntarios 😊. Volví muy feliz y segura de que tanto viaje valió totalmente la pena.
¡Gracias!

Silvia Fontana, del grupo local de Posadas:
Conocer Esperanza por primera vez para mi fue una gran emoción desde el momento que quedé seleccionada para ello. Subir a bordo, compartir experiencias, escuchar anécdotas sobre el trabajo de los demás voluntarios es la parte que mas me gusto. Fue muy motivador contagiarme del entusiasmo el amor y la pasión por lo que hacen, y que también en alguna oportunidad quisiera participar.
Me llevé en el corazón la alegría de la vivencia positiva desde el momento que llegué al taller. El buen recibimiento, el buen trato entre compañeros, compartir e intercambiar con personas de distintos lugares, edades ocupaciones, conocer más acerca de la ONG. Me despedí con muchas ganas de volver. ¡Gracias por la buena onda!

Victoria Menghini, del grupo local de Mar del Plata:
Emocionadas y ansiosas, viajamos a conocer un emblema de Greenpeace. Mucha expectativa por visitar el barco. Es una oportunidad para conocer una parte fundamental en el accionar de la organización. Es la primera vez que visitamos el Esperanza y fue una experiencia inolvidable. Permite conocer más en profundidad lo que hacemos, fortalecer vínculos con el resto de los voluntarios y además relacionarnos con personas de otras organizaciones con las que trabajamos a la par en defensa del medio ambiente. Crear y mejorar vínculos aprendiendo más de Greenpeace es increíble. Volvimos a Mar del Plata recargadas de energía positiva y con la convicción de que que proteger el medio ambiente es una certera decisión.

Camila Rodriguez, del grupo local de Mendoza:
El pasado sábado estaba emocionada por quedar seleccionada y la experiencia fue maravillosa. Pude compartir con chicos de otras agrupaciones pensamientos y opinión sobre lo que significaba ser voluntario y pude conocer sobre el barco que significa tanto dentro de Greenpeace. Verdaderamente valió la pena las horas de viaje, fue un placer poder compartir experiencias con voluntarios de otras provincias y donde pude aprovechar para crear contenido para mi área y mejorar un poco más en fotografía.

Yanina Gonzalez, del grupo local de Mar del Plata:
Mi experiencia en el barco Esperanza fue significativa y maravillosa. Siempre nos vamos contentos por las experiencias que realizamos junto con voluntarios y personas con los mismos principios.
Las actividades recreativas fueron muy integrativas, lo cual nos permitió conocer a otras personas y trabajar en conjunto para buscar al activista ideal, de la cual nos vinimos con nuevas metas e ideas enriquecedoras. Aprendimos sobre el Esperanza, sus campañas y el recorrido de su trayectoria.

Julieta Nuñez y Juan Pablo Echeverría del grupo local de Rosario:
Nos informaron que íbamos a visitar el Esperanza, ese barco gigantesco de Greenpeace que siempre vimos en video y documentales, verde y majestuoso, preparado para adentrarse en cualquier extremo del mundo, eso que vimos tan lejano, tan de película, lo íbamos a poder tocar, a poder pisar….
Estar en el Esperanza fue magnífico, fue llevarnos a la realidad de que ésto está pasando, de que somos parte y que podemos contribuir activamente protegiendo los mares y a todos sus habitantes. Lo sentimos como un acercamiento, un mimo, un resumen de lo que también es Greenpeace. Y nos llenó de ganas, de cariño y admiración hacia la tripulación, de fuerzas para seguir protegiendo nuestro planeta. 
El planeta Tierra es uno sólo y lo tenemos que cuidar todos, para poder seguir siendo habitantes de él.
El Esperanza es un barco guardián de la Tierra.

Desde la coordinación nacional de voluntarios estamos orgullosas de nuestra comunidad y del trabajo que cada grupo local hace en las distintas ciudades de Argentina y queremos agradecer su compromiso frente a cada campaña.

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