Victoria: Tierra del Fuego sin salmoneras
El 30 de junio de 2021 fue un día histórico. La Legislatura de Tierra del Fuego aprobó de forma unánime la ley que prohíbe la instalación de cualquier tipo de cultivo y producción de salmones en cautiverio en las aguas marinas y de lagos de la provincia.
De esta manera, Argentina se convirtió en el primer país del mundo que elige proteger sus ecosistemas diciendo No a la salmonicultura antes de que empiece a funcionar en su territorio.
Organizaciones civiles y ambientales, científicos, chefs, el sector turístico, comunidades locales de Tierra del Fuego, y miles de personas comprometidas se unieron para defender el canal Beagle ante la amenaza de esta industria. Y demostraron que es posible alcanzar grandes resultados.
Gracias a la aprobación de la ley evitaremos que nuestro país sufra los desastres que la salmonicultura generó en Chile y en otros lugares. Además, se protegerá el agua, el fondo marino, a las especies autóctonas y la pesca artesanal.
La producción del salmón esconde una realidad que no se ve: salmones enjaulados, concentración de heces, residuos plásticos, fierros, redes, químicos, antibióticos y miles de pescados muertos terminan en el mar.
Estos resultados son muy conocidos en Chile. Casi la totalidad del salmón que se consume en Argentina llega desde allí, donde también es una especie exótica y crece en cautiverio, en las mismas jaulas que iban llegar a nuestro país.
Estas son las 10 consecuencias principales de la industria del salmón:
- Contamina las aguas por la constante incorporación de nutrientes.
- El elevado uso de antibióticos puede originar serias perturbaciones en todo el ecosistema, incluso afectar a cetáceos como los delfines
- Favorece las condiciones ideales para el desarrollo de marea roja.
- Afecta la biodiversidad local y la pesca artesanal (se estima que para producir 1 kilo de alimento para salmones se necesitan 3 kilos de otros peces).
- Excede la capacidad de carga del ecosistema (hay un máximo número de individuos que cada especie puede sostener sin disminuir los recursos naturales) lo cual genera crisis como la anemia infecciosa del salmón (ISA) o masivas mortandades.
- La utilización de químicos para tratar el piojo del salmón y el uso de colorantes.
- Devasta los fondos marinos (la contaminación incluye desde antibióticos y alimentos, hasta heces, redes, fierros y restos de plásticos).
- Los escapes de salmones amenazan la biodiversidad nativa.
- La interacción con otras especies que están alrededor de las jaulas (por ejemplo, lobos marinos) provoca incluso su muerte.
- Contamina los ecosistemas de ríos y lagos donde se crían los salmones juveniles (salmones en su etapa de ¨larva¨) que luego son transportados hacia áreas marinas.
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