Si nuestra relación Contaminación Plástica / Humanidad fuera un partido de fútbol, lo estaríamos perdiendo por goleada. ¿Por qué? Porque una nueva investigación confirma que cada uno de nosotros come, bebe y respira entre 78.000 y 211.000 partículas de microplásticos al año.
¿Cómo llegan esas partículas plásticas que miden menos de cinco milímetros a nuestro cuerpo? Principalmente a través del agua embotellada (94 microplásticos por litro) pero también de la cerveza, el azúcar y la sal.
Este resultado se pone más difícil de remontar cuando nos enteramos que el aire que inhalamos también llena nuestro cuerpo de plástico, Según dos estudios realizados en Francia y Turquía la cantidad de partículas de microplástico por m³ es de de 9,80. Como referencia, el Manual de Factores de Exposición de la EPA indica que una persona de entre 31 y 51 años inhala una media de 16 m³ de aire al día.
Si te estás preguntando ¿qué tan dañino es esto para el organismo? La respuesta es que si bien se ha documentado que puede causar reacciones alérgicas y muerte celular, aún no se ha podido determinar, en un gran grupo de personas, una correlación entre el consumo de microplásticos y los problemas de salud.
Esta información nos llega a través de la investigación “Human Consumption of Microplastics“, publicada en Environmental Science & Technology, que presenta un análisis de 26 estudios de todo el mundo. Y que nos sirve para recordarnos que el resultado de este partido aún no es definitivo y que podemos darlo vuelta.
Tal vez si tenemos siempre presente esta frase poderosa que dice “lo que le pase a la tierra, nos pasará” podamos empezar a despertar la empatía y la sensibilidad de saber que somos uno solo con el planeta. Aún estamos a tiempo de limpiar, regenerar y amar a nuestra Madre Tierra y a sus habitantes, sin olvidar que al hacerlo nos estaremos cuidando y sanando a nosotros mismos.