© Rogério Assis / Greenpeace

Los límites ecológicos son reales y vamos acelerados hacia ellos. En un momento en que necesitamos cambiar radical y rápidamente hacia sistemas más sostenibles, estamos aumentando la deforestación y la producción de combustibles fósiles. No hay tiempo para palabras bonitas ni promesas vacías. Necesitamos acción ya.

Este año la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP30) se celebrará en Belém do Pará, Brasil, en el corazón de la Amazonía.

Las soluciones ya existen dentro de las comunidades indígenas. Debemos respetar y apoyar soluciones reales que pongan a las comunidades locales en el centro. 

Los verdaderos líderes eligen lo colectivo sobre lo individual, la justicia sobre la injusticia, la verdad sobre la mentira, el pensamiento a largo plazo sobre las preocupaciones momentáneas.

Desde Greenpeace, exigimos al Gobierno colombiano llegar a la COP30 con compromisos y exigencias ambiciosas: cero deforestación, más financiamiento climático, acceso directo a finanzas para pueblos indígenas y comunidades locales, transición energética justa, y garantía de derechos territoriales. Invitamos a cada ciudadano y ciudadana a alzar la voz por la Amazonía. 

En todo el mundo, el mensaje es claro: los impactos del clima y de la pérdida de biodiversidad ya están aquí, y también las exigencias de un cambio urgente y real. El destino de la humanidad está en juego. Millones de vidas dependen de este momento.

La Amazonía es nuestra mejor aliada contra el caos climático. Si la protegemos, protegemos las cosechas, los mares y el futuro de nuestras familias en todo el país. La COP30 del Clima en Belém es la oportunidad histórica para que Colombia lidere un plan concreto hacia la Deforestación Cero.