En Belén, pleno corazón de la Amazonía brasileña, se está llevando a cabo la segunda semana de uno de los eventos ambientales más críticos para nuestro futuro, la Cumbre del Clima, la COP30. Es decir que, en estos días, las negociaciones entran en su fase decisiva y final.

Desde Greenpeace Andino (Colombia, Chile y Argentina) participamos en la Cumbre del Clima porque sin presión social, el progreso sería aún más lento. El poder de la gente es el verdadero motor del cambio.
En este sentido, hemos realizado dos importantes intervenciones artísticas para exigir a los líderes mundiales acciones audaces y concretas para proteger los bosques del mundo, frenar el cambio climático y asegurar el financiamiento para las comunidades más afectadas.
En una poderosa performance, el artivista brasileño Mundano, en colaboración con Greenpeace, reveló el mensaje “COP30: En pie por los bosques”. Para ello, utilizó cenizas reales recolectadas de incendios forestales que afectaron la tierra indígena Anambé, en la Amazonía, durante 2024.


Paralelamente, para conmemorar el décimo aniversario del Acuerdo de París, construimos una réplica de la Torre Eiffel con cajas de cartón con la inscripción “Frágil. Manejar con cuidado”, simbolizando la vulnerabilidad del objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5°C.
Si has escuchado hablar mucho sobre esta conferencia pero sigues sin entender con claridad por qué es tan importante, en esta nota respondemos algunas de las preguntas más comunes sobre la COP.
¿Qué es la Convención de Cambio Climático y qué se negocia allí?
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) es un tratado internacional adoptado en 1992 que reconoce al cambio climático como un desafío global. Su objetivo es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero para evitar daños peligrosos al sistema climático. En resumen: es la base de todos los acuerdos y negociaciones sobre el clima en el mundo.
¿Y qué es una COP?
La sigla COP es por Conferencia de las Partes. Se trata del máximo espacio de negociación de las Cumbres de Río de Naciones Unidas creadas en 1992 (Clima, Biodiversidad y desertificación). La COP del Clima es la reunión anual de los países que firmaron la Convención de Cambio Climático y que convoca todos los años a los 198 países y agrupaciones de países que han firmado el tratado internacional que busca avanzar en el cumplimiento de los compromisos adquiridos para frenar el cambio climático.

En las COP, los países negocian y toman las principales decisiones globales sobre el clima. Por ejemplo, acciones para limitar el calentamiento global y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero o financiar a las comunidades más afectadas por la crisis climática y pérdida de biodiversidad.
En particular, esta COP30 se da a 10 años del Acuerdo de París, un acuerdo histórico acordado en la Cumbre del cual surgió la meta de mantener el aumento de las temperaturas globales por debajo de los 1.5 grados centígrados. La COP en Belém es un momento ideal para evaluar cuánto se ha avanzado hasta ahora y exigir nuevos compromisos ambiciosos para su implementación. Sin dudas, estamos frente a una de las últimas oportunidades para pasar de las palabras a la acción.
¿Quiénes participan de las COP?
A estos encuentros asisten líderes mundiales, negociadores gubernamentales pero también participan los observadores: organizaciones de la sociedad civil, representantes de comunidades locales y afrodescendientes, científicos y científicas, Pueblos Indígenas, jóvenes activistas, periodistas. Por supuesto, la sociedad civil en calidad de observadora, busca influir en las decisiones políticas, técnicas y públicas para defender los intereses de las personas y el planeta.
Por otro lado, también asisten “lobistas”, personas que trabajan en las industrias fósiles y agro, los cuales tienen su propia agenda y defienden sus intereses económicos. Cada año asisten más lobistas que buscan bloquear avances claves en las negociaciones.
En un lugar donde convergen actores tan variados y con escalas tan distintas de poder, es de esperar que el proceso de negociaciones no sea sencillo. De hecho, es un proceso complejo, caótico y a menudo frustrante, en el que no todos los participantes hacen sus tareas, algunos incluso intentan sabotearlas, por lo que es necesaria mayor regulación de quienes acceden a este espacio y priorizar la participación de actores clave como Pueblos Indígenas, comunidades locales, juventudes, academia y sociedad civil.


Así es como la complejidad de las COP es proporcional a su importancia puesto que no existe ningún otro foro mundial donde tanto las naciones insulares más pequeñas como las economías más grandes del mundo se sienten a la misma mesa para forjar acuerdos.
¿Por qué las COP son importantes?
Ante un problema que es global,como la crisis climática, la solución también debe ser global. Y las COP son el único espacio internacional donde los gobiernos pueden y deben cooperar para resolver un problema que ningún país puede solucionar por sí solo y cuyas responsabilidades son comunes pero sobre todo: diferenciadas. No todos los países contribuyen de igual forma a la crisis climática.
Es decir, las COP es la manera más eficaz de afrontar los impactos de la crisis climática (deforestación, sequías, derretimiento de glaciares, olas de calor, inundaciones, etc.) que no conocen fronteras y que afectan de manera transversal a todas las sociedades del mundo. Sin esta instancia de trabajo conjunto, cada país, en particular los países más biodiversos y que menos contribuyen a esta crisis, como Colombia, tendría que enfrentarse solos a la emergencia planetaria. Y ya hemos visto lo peligroso que puede ser eso.
Por último, las decisiones tomadas en cada COP pueden añadir o eliminar gigatoneladas de CO₂ (dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático) de la atmósfera, definir financiamiento climático y evitar la deforestación en selvas tropicales como la Amazonía, afectando directamente a millones de personas y al futuro del planeta. Esto demuestra por qué las COP siguen siendo necesarias.
COP30: una cita decisiva en Belém, Brasil
Aunque la desconfianza hacia el proceso sea comprensible, hoy más que nunca debemos defender estos espacios de cooperación internacional, en donde la esperanza y la acción ciudadana siguen siendo vitales También se suman nuevos liderazgos de países latinoamericanos, quienes exigen acciones concretas para proteger el clima y la naturaleza.
El cambio no depende solo de los líderes: surge de personas que se movilizan, votan, demandan justicia, protegen los bosques y alzan la voz por un futuro habitable.
Desde la sede de la COP lanzamos un llamado de acción urgente por nuestros bosques. Es momento de demostrar respeto por la Amazonía.


