
La justicia climática y la justicia social están conectadas!
Nuestro amigo activista social y ambiental Lali Riascos vuelve a participar junto a Greenpeace. Escúchalo como invitado en el capítulo 5 de la nueva temporada del podcast #SystemShift. Lali (de Colombia) y Mateus Fernandes (de Brasil) nos invitan a reflexionar sobre el cambio climático y cómo diversas luchas se entrelazan para construir un futuro sostenible.
Por Camilo Sanchez, Communications Manager en Greenpeace Internacional.
La crisis climática no afecta a todos por igual. Las poblaciones históricamente excluidas enfrentan los efectos más fuertes del cambio climático. Quienes menos han contribuido a la crisis climática están siendo los más afectados, mientras que los que más contaminan son los que están más protegidos.

Esto es lo que hablamos en el nuevo episodio de SystemShift, un podcast de Greenpeace que explora cómo podemos pasar de un mundo al servicio de la economía a una economía al servicio de las personas y el planeta.
Esta vez, la conversación es con dos jóvenes líderes climáticos: Lali Riascos, de Guapi, Colombia, y Mateus Fernandes, de Sao Paulo, Brasil.
¿Por qué unas personas son más vulnerables que otras?

Con el cambio climático y las desigualdades sociales golpeando con más fuerza, menos de la mitad de las personas que viven en las ciudades se sienten seguras frente a fenómenos meteorológicos extremos, lo que afecta de forma desproporcionada a comunidades que han sido históricamente marginalizadas como las personas con discapacidad, migrantes, en situación de pobreza (especialmente las mujeres), del colectivo LGBTQIA+, comunidades negras o racializadas.
Como explica Joycelyn, «estos impactos climáticos se producen sobre sistemas de opresión muy frágiles que ya existen para hacer que estas comunidades sean menos capaces de adaptarse, menos capaces de sobrevivir en estas terribles circunstancias, porque su supervivencia ya está limitada por los sistemas en los que viven».
De ahí que los efectos del cambio climático golpeen con más fuerza a las zonas socialmente vulnerables y a las comunidades periféricas, como las más de 180 millones de personas en América Latina y Caribe que viven en lugares precarios.
Por eso es imposible desvincular la acción por el clima de la lucha contra el racismo y otras formas de exclusión social. «Es como una estructura gigantesca que no sólo se limita al cambio climático, sino que todos los problemas afectarán mucho más a los pobres», afirmó Lali.
Adaptación y Mitigación: Codo con codo

La adaptación al cambio climático ha sido durante mucho tiempo vista como una forma de “tirar la toalla” frente al cambio climático. Pero la mitigación por sí sola ya no es suficiente.
Con cada vez más fenómenos meteorológicos extremos, está claro que vamos tarde a la hora de aplicar medidas de adaptación eficientes. La adaptación al clima se ha convertido en un imperativo.
Y dada la magnitud de los problemas y las desigualdades históricas pero crecientes, la adaptación climática es especialmente crítica para América Latina y las comunidades excluídas de todo el mundo.
«Estamos viendo cómo se desarrolla la crisis climática en nuestros celulares y cada vez está más cerca, hasta que seamos nosotros quienes grabamos”, añadió Joycelyn.
¿Quién va a pagar el precio de adaptarse?

Las comunidades excluídas ya están pagando el precio más alto. Como dijo claramente Mateus “En Brasil, las comunidades más vulnerables, como las favelas, son las que menos contaminan. Pero son ellas las que pagan el precio, literalmente, con sus vidas”.
En cuanto al dinero, como vimos en un episodio anterior del podcast SystemShift, los 492.000 millones de dólares que se pierden cada año por el abuso fiscal podrían financiar perfectamente planes y proyectos de adaptación al clima.
«¿Por qué una comunidad del sur global debe pagar por las consecuencias que pueden costar miles de millones cuando no son ellos quienes causaron estos problemas, sino que fueron otras personas que se lucran con ello?», cuestiona Carl en el podcast.
Hay otro recurso valioso y listo para ser usado que a menudo se ignora: la experiencia de vida de las comunidades.
Los líderes y lideresas locales, sus comunidades y colectivos, ya están encabezando la adaptación al clima, por lo que los gobiernos deben escucharles y trabajar en conjunto. Al mismo tiempo, las administraciones locales deben adoptar medidas concretas en materia de planes y políticas de adaptación.
A medida que se intensifica el cambio climático, también debe hacerlo la participación activa de las comunidades en el diseño de las políticas de adaptación al clima.
¿Cuál es nuestro papel como individuos? ¿Qué podemos hacer?
Estos son algunos pasos concretos que puedes dar para la Adaptación Climática:
- Escucha o mira el podcast de SystemShift que inspiró este artículo: Apple Podcasts, Spotify, o Youtube (subtitulado en español y otros idiomas).
- Firma la petición de Greenpeace Brasil para exigir a los gobiernos y a los responsables políticos que tomen medidas decisivas para la adaptación al cambio climático.
- Acércate a las comunidades de los asentamientos informales. El voluntariado con organizaciones como TECHO puede ser una excelente forma de hacerlo.
- Comprueba los planes de adaptación climática de tu ciudad y exige a los responsables locales que tomen medidas y prioricen las voces y necesidades de las comunidades más excluídas.
- Quizá puedas poner en práctica tus propias medidas de adaptación. Puedes empezar por proteger tu casa, plantar árboles o incluso conectar con tus vecinos.