La organización ambientalista Greenpeace se pronunció sobre la urgencia de la prohibición del asbesto en Colombia y las experiencias positivas de otros países en el proceso. Ya son más de 60, entre los que se encuentran Argentina, Uruguay y Chile, además de algunos miembros de la Unión Europea, quienes dieron este paso a favor de la salud y el ambiente. Sus consecuencias negativas y hasta mortales están comprobadas, pero en Colombia aún se sigue luchando por la aprobación del proyecto de ley Ana Cecilia Niño, que busca preservar la vida y la salud de todos los colombianos frente a los riesgos que representa la exposición al asbesto.

“Las experiencias positivas de casi un centenar de países alrededor del mundo demuestran que la prohibición y el reemplazo del asbesto es posible. Las consecuencias económicas y laborales no justifican el uso de una sustancia tóxica y que daña la salud de los colombianos. La evidencia social y científica está del lado de la prohibición del asbesto”, dijo Silvia Gómez, directora de Greenpeace Colombia. De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología, ha sido responsable de 1744 muertes por cáncer de pulmón entre 2010 y 2014.

Adrian Prieto, vocero del Movimiento Unidos Contra el Asbesto de Chile, donde el asbesto está prohibido hace 18 años, dijo que “no es entendible que el asbesto se siga usando en Colombia. Sabemos que las empresas están haciendo fuerza para que el asbesto no se prohiba. Por eso, la responsabilidad de los legisladores es trascendental, ellos deben ser los portavoces de lo que dice el pueblo, que quiere una Colombia sin asbesto”.

Por su parte, Mariano Acevedo, abogado y presidente de la Asociación argentina de expuestos al asbesto -país que también prohibió la importación, comercialización y producción del material en 2001- dijo que desea que Colombia prohiba el asbesto para que viva los mismos efectos positivos que tuvo Argentina: “Prohibirlo eliminaría este tipo de contaminación hacia adelante”.

El Dr. Javier Eduardo Gómez Murcia, médico de la Universidad Nacional de Colombia y experto internacional en toxicología del Colegio de Químicos de Sevilla, aseguró que la única estrategia de prevención y remediación de los efectos del asbesto es la prohibición del uso. “Aunque para la empresas pueda significar efectos financieros, es preferible tener un proceso de remediación temprana y no tener que sufrir más impactos en las comunidades”.

El pasado marzo el juez Leonardo Galeano ordenó a los  Ministerios de Salud y Trabajo que implementen una política y plan de sustitución del asbesto. Pese a celebrar este paso, Greenpeace llama al Congreso a estar a la altura. “El tratamiento del proyecto Ana Cecilia Niño no puede dilatarse más. El debate en la Comisión Séptima tiene que llevarse a cabo cuanto antes. La salud de los colombianos debe ser un tema prioritario para el poder legislativo”, dijo Gómez.

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