En el Día Mundial de la Naturaleza, fecha establecida por Naciones Unidas en 2013, Greenpeace lamentó que la jornada coincida con una etapa de crisis medioambiental por los graves incendios forestales que han afectado espacios únicos de riqueza de flora y fauna en Colombia.

“Colombia es el segundo país del mundo con mayor riqueza en biodiversidad y eso es un enorme motivo de orgullo. Pero si hasta hace un tiempo hablábamos de una magia salvaje, hoy debiéramos hablar de una depredación salvaje, donde lo que importa es arrasar con nuestro entorno y no preservarlo”, dijo Silvia Gómez, directora de Greenpeace Colombia.

Las consecuencias ecológicas que tienen las miles de hectáreas que han sido quemadas van desde la pérdida de nichos y hábitats de especies únicas del Amazonas, desequilibrios en términos de abundancia y riqueza de especies, y el más importante el tema de la conectividad biológica de los ecosistemas.

Colombia ocupa en primer lugar en el planeta de diversidad en aves y orquídeas, el segundo en plantas, anfibios y mariposas, el tercero en palmas y reptiles, y el cuarto puesto en mamíferos. Sin embargo, desde la ONG lamentaron que los graves incendios forestales que siguen arrasando amplias zonas de la Amazonía están tiñendo de rojo y salpicando de cenizas una jornada que debiera ser de homenaje y cuidado de la naturaleza. 

“Hasta hoy tenemos más de 27.000 hectáreas incendiadas. Para hacerse una idea, se ha quemado casi el doble de la superficie del municipio Barranquilla. La deforestación en Colombia se ha quintuplicado en los últimos tres años y esa tierra arrasada ha servido, en la práctica, como un verdadero combustible para la expansión del fuego”, concluyó Gómez.