Colombia es clave para la supervivencia del planeta y debe ser valorada y protegida. Nuestro país es uno de los más megadiversos de todo el planeta, cuenta con ecosistemas únicos debido a su posición geográfica privilegiada además de las funciones y servicios ecosistémicos que están presentes; cada especie tiene un papel específico en su ecosistema.

Colombia fue elegida como la sede de la COP16 de Biodiversidad al ser uno de los países más biodiversos del mundo,  junto a otras naciones como Brasil, Indonesia, México, Perú y Ecuador,  albergando el 10% de la biodiversidad global en su territorio continental y marítimo. 

Al ser un país megadiverso permite ser un punto de refugio, protección a nivel local y a nivel mundial de muchas especies. Los servicios ecosistémicos de regulación climática, captura de carbono, banco genético, entre otros, son claves para la conservación del planeta Tierra. 

La biodiversidad en Colombia es de vital importancia no solo a nivel nacional, sino también a nivel global. Este país alberga una rica variedad de ecosistemas que sustentan una vasta gama de especies de flora y fauna, las cuales desempeñan funciones cruciales en el mantenimiento de los ciclos naturales del planeta.

Cada especie, ya sea un mamífero, un ave o una planta, tiene un rol específico en su ecosistema, contribuyendo al ciclo de nutrientes, la purificación del agua y el aire, y la regulación del clima. Esta riqueza biológica es fundamental para el bienestar humano, ya que muchos recursos naturales provienen directamente de estos ecosistemas, incluyendo alimentos, medicinas y materias primas.

¿Qué son los países megadiversos?

Esta amplia diversidad no se distribuye de manera uniforme alrededor del globo sino que se concentra en ciertos países “megadiversos“, según los categorizó Russell Alan Mittermeier, el primatólogo y antropólogo que preside la asociación científica Conservación Internacional.

Hay 17 países considerados megadiversos. Entre todos albergan 70% de la biodiversidad mundial, lo que los convierte en piezas vitales para la conservación, preservación y regeneración de la variedad de seres vivos a nivel mundial. 

Es decir, que esas tierras megadiversas tienen una desafiante responsabilidad en materia de gestión ambiental. En especial si se tiene en cuenta que muchas veces los efectos de la pérdida de biodiversidad impactan con mayor severidad en las naciones del sur global, según puntualiza Mittermeier.

Colombia, país megadiverso

Entre nuestras fronteras existen ecosistemas únicos que son encargados de sustentar una vasta gama de especies de flora y fauna, las cuales desempeñan funciones cruciales en el mantenimiento de los ciclos naturales del planeta.

Por ejemplo, albergamos 31.000 especies de plantas (11% de la diversidad global), según el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia (SiB Colombia), y 1,909 especies distintas de aves (Cali, en particular, se lleva el premio “La ciudad de las aves” debido a la gran cantidad de especies que habitan en su territorio).

La diversidad de ecosistemas de Colombia (montañas, selvas, desiertos, llanuras y costas) y la amplia variedad de especies que los habitan están relacionados a la posición geográfica privilegiada que ocupamos, en la intersección del Ecuador y la Cordillera de los Andes

A su vez, la variabilidad climática y las condiciones geológicas de Colombia también contribuyen a su alta biodiversidad. 

Sin embargo, es importante mencionar que esta riqueza está amenazada, especialmente en zonas altas como los Andes y la Amazonía, donde se prevé que el cambio climático aumente la vulnerabilidad de las especies entre 2041 y 2060.

La región Andina, que es la más densamente poblada del país, alberga más de la mitad de estas especies en peligro. Además, es notable que más del 25% de las aves pueden considerarse urbanas, destacando su interacción y adaptación al entorno humano, osea 1 de cada 4 especies de aves vive en una urbe. Cali, en particular, se lleva el premio “La ciudad de las aves” debido a la gran cantidad de especies que habitan en su territorio