Paremos, para que la violencia pare
La marcha y paro nacional, convocado para este 8 y 9 de marzo por diversos colectivos en el marco del Día internacional de la mujer, es una expresión legítima ante la ola de violencia y feminicidios que existe en el país y ante la falta de actuación de las autoridades para reconocer y atender esta crisis, expresión que Greenpeace respalda.
Nuestra organización se suma a la demanda de justicia, paz y equidad para cada mujer y reitera su absoluto respeto a la decisión personal de cada integrante de sumarse o no a esta manifestación.
Lamentamos que México se haya convertido en territorio no seguro para ser mujer, donde esta condición de género más el ser defensora ambiental, se ha convertido en un doble riesgo.
En 2019, Nora López, activista ambiental que trabajaba por el proyecto de conservación y reproducción de la guacamaya roja en Palenque, Chiapas, fue asesinada convirtiéndose en un ejemplo más de esta condición de alto riesgo. Los asesinatos son la más grave expresión de la violencia que están sufriendo las ambientalistas y defensoras pero no la única: criminalización de la protesta, desplazamientos, amenazas personales y a sus familias, hostigamiento, desacreditación, son otras de las agresiones. No podemos permitir que esta violencia se siga ejerciendo en un México que se dice ser un país de derechos.
La marcha y el paro de labores son necesarias para visibilizar un tema que pretende ser ignorado o minimizado por nuestras autoridades, una problemática incubada por décadas en nuestra sociedad del desprecio por la vida, la labor y los derechos de las mujeres.
Cada asesinato es el resultado de una historia de injusticia, de inequidad, de cosificación del género, de falta de valores y respeto por la otra y por sus luchas pero también de la negligencia y la pasividad de las autoridades que le brindan una total impunidad a los agresores.
Hoy que los ojos del mundo están sobre esta sociedad que asesina alrededor de 10 mujeres diariamente. No podemos cegarnos ante nuestra propia realidad. Es hora de exigir una transformación desde el origen de esta carencia de humanismo. Marchemos todas y todos en la exigencia de un mundo sin violencia contra las mujeres.
¡Este nueve ninguna se mueve!
Greenpeace México