© Martin Katz / Greenpeace

Denuncian un “Chernobyl” en Salta; contaminación ambiental, comunidades desplazadas y animales muertos.

Las sustancias y gases peligrosos de un pozo petrolero abandonado en medio del bosque se están expandiendo desde hace meses, contaminan suelo y agua y arrasan con la biodiversidad.

© Martin Katz / Greenpeace

Salta, 11 de noviembre de 2025.-  Greenpeace alerta sobre este “Chernobyl” que contamina el bosque nativo, a sólo 250 km de la ciudad capital salteña y confirma el aumento acelerado de la superficie alcanzada.

Se trata de una explotación petrolera abandonada en Pozo Guardián, Lomas de Olmedo, un área reconocida como Ecosistema Prioritario para la Conservación (EPC) por la provincia de Salta, es decir, de especial importancia por la existencia de valores naturales o culturales, que requieren preservación. 

En menos de seis meses la expansión de los fluidos y gases contaminantes emitidos por el pozo petrolero abandonado han dejado cientos de animales muertos, decenas de familias desplazadas y un ecosistema totalmente irrecuperable. 

© Martin Katz / Greenpeace.

“Es insólito que mientras en la cumbre sobre Cambio Climático que se desarrolla en la Amazonía brasilera se están buscando consensos para abandonar el petróleo y frenar la deforestación, en Argentina tengamos un pozo petrolero abandonado en medio de los bosques de Salta, contaminando y poniendo en serio riesgo de incendios a toda la zona. Los gobiernos provincial y nacional deben actuar urgente y remediar este chernobyl salteño”, advirtió Hernán Giardini desde la sede de la Cop 30 en Belém

© Martin Katz / Greenpeace

El desastre ambiental documentado por Greenpeace se encuentra en la zona de transición entre las ecorregiones del Chaco Seco y la Selva de Yungas y es hogar de especies como el oso hormiguero, el pecarí labiado, el ocelote y la tortuga acuática chaqueña, y decenas de aves como el ñandú, el pato criollo, el águila coronada y el halcón pecho naranja. 

© Martin Katz / Greenpeace

De acuerdo a lo recientemente registrado por Greenpeace, el pozo intensificó en los últimos tiempos la fuga de gases y fluidos a alta presión. Esto genera una densa nube tóxica que envuelve al bosque alrededor, envenena la flora y fauna doméstica y silvestre y hace irrespirable el aire en el lugar. 

Se estima que la contaminación se extiende por un área de 20 hectáreas y que el vertido aumenta el riesgo de incendios en los bosques cercanos. Los habitantes ya evacuaron sus hogares y están reclamando acciones urgentes. 

Greenpeace convoca a la ciudadanía a sumarse al reclamo por la recomposición del área

“Aunque los pobladores denuncian este desastre ambiental, aún no hay cambios”, explica Matías Arrigazzi, especialista en biodiversidad, desde la organización: “La empresa responsable no dio soluciones y se retiró del lugar. Las autoridades aún no dan una solución. El reclamo es urgente, el bosque está siendo destruido y sus habitantes fueron desplazados y es imprescindible remediar este desastre; basta de petróleo en los bosques”.