
En este momento, al norte de la provincia de Salta está ocurriendo una tragedia ambiental totalmente evitable. La zona de Lomas de Olmedo, departamento de Orán, ubicada a 260 km de la capital provincial, hace meses que recibe una lluvia letal que se esparce sobre el suelo y la vegetación formando una película aceitosa que ha transformado a un bosque nativo en un campo de muerte.

Los gases y líquidos son emanados por un pozo petrolero abandonado en el área denominada “Puesto Guardián”, del que aún nadie se hace responsable. Mientras tanto, una densa nube tóxica envuelve el área, envenenando a la flora y la fauna doméstica y silvestre y obligando a los habitantes del lugar a relocalizarse debido a que el aire se volvió irrespirable.


Ya son cerca de 20 hectáreas de bosque las que quedaron totalmente destruidas y centenas de animales que murieron. En tanto las sustancias tóxicas continúan aumentando y se esparcen cada vez más lejos, generando riesgos severos de explosión y de incendios en la zona.
Sin dudas, estamos ante un verdadero Chernobyl Salteño. Por eso, Greenpeace estuvo en el lugar y documentó el avance de la contaminación.
La destrucción de un ambiente único 236

En esta área de las Lomas de Olmedo, la naturaleza cambia de llanura árida -típica del Chaco Seco- a piedemonte de la Selva de Yungas, virando a un clima más húmedo que predispone a una vegetación más abundante cuanto más se acerca a los cerros. Es por esto que prosperan bosques de quebrachales, de cebiles y de espina corona. Incluso, entre la flora local, se pueden encontrar los mejores remanentes de palo de papel, un hermoso árbol de la zona pedemontana que está en peligro.

Esta es también un área Importante para la Conservación de las Aves, donde podemos ver ñandúes, pato criollo o pato negro, pato crestudo, águila coronada, halcón pecho naranja, lechuzón negruzco, atajacamino alas negras, entre otras. Y especies como la tortuga acuática chaqueña, la lampalagua, el oso hormiguero, pecarí labiado, ocelote, hurón mayor, algunas de ellas en peligro de extinción.
Al menos así solía ser hasta que en 2023 se registraron los primeros problemas en el pozo, con la detección de una fuga de fluidos. Si bien el pozo está abandonado desde hace muchos años, ya hace más de dos que está dispersando sustancias tóxicas al ambiente. Los productores locales sostienen que desde esa fecha esto causó la mortandad de unas 350 cabezas de ganado, además de caballos, zorros y aves silvestres.

De acuerdo a lo recientemente registrado por la campaña de Bosques de Greenpeace, el pozo intensificó la fuga de gases y fluidos a alta presión. En la actualidad, cerca de 20 hectáreas de bosques nativos se encuentran directamente afectadas, es decir secos, sin vida, en el perímetro del pozo, pero la afectación a la biodiversidad se extiende a bastantes hectáreas más, según sea el clima, la temperatura, o los vientos presentes.
¿Qué acciones se han tomado hasta ahora para remediar esta tragedia?
La provincia de Salta inició una demanda contra la empresa President Petroleum S.A. que fue la última en tener la concesión del pozo. Sin embargo, ante la falta de respuestas de la empresa tampoco la justicia no ha accionado para proveer soluciones.
La Ley General del Ambiente, en su artículo 31, indica que todos los que han participado o que han tenido responsabilidad en la cadena de producción del daño, tienen responsabilidad tanto de remediación como de reparación. Es por esto que tanto el gobierno de Salta y el Gobierno Nacional son también responsables y deben garantizar el saneamiento del bosque.
Por eso, desde Greenpeace convocamos a la ciudadanía a exigir la remediación del daño producido por el pozo petrolero abandonado en los bosques de Salta.


