Es oficial: 2025 es el Año Internacional de la Preservación de Glaciares.

El estado crítico en el que se encuentran ha impulsado a Naciones Unidas y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) a implementar la iniciativa que ya estaba dispuesta desde 2022. En esta misma línea, a partir de este año se comienza a conmemorar el 21 de marzo como el Día Mundial de los Glaciares.
Estas decisiones buscan generar una conversación central para nuestro futuro: la de la importancia de estas gruesas masas de hielo y nieve que se forman en la superficie terrestre y que son, ni más ni menos, las que acumulan más del 75% del agua dulce del planeta.

Al mismo tiempo, los glaciares son indicadores sensibles del cambio climático. Por eso que estén desapareciendo a un ritmo sin precedentes es la primera gran alerta de la gravedad del tema. Sin ellos, los paisajes se transforman y el mundo tal como lo conocemos, cambia para siempre.


Es que al perder parte de los glaciares, la nieve y el hielo (todo aquello que compone la criósfera, la parte de la Tierra donde el agua se encuentra en estado sólido), tanto el sistema climático y el ciclo hidrológico se desbalancean por completo. Esto no es gratuito sino que trae consecuencias irreversibles para la naturaleza, la economía y la sociedad en su conjunto.
Por ejemplo, su desaparición repercute en que los ríos y arroyos que se nutren de su derretimiento estacional estarán cada vez más secos lo que, en muchos casos, puede determinar el final de una zona productiva.

Incluso de esta grave situación podría derivarse el aumento del nivel del mar, la escasez de agua y alimentos, riesgos geotécnicos y amenazas al comercio, las economías y las fuentes de energía.
¿Qué objetivos tiene establecer este Año Internacional?
Por todo esto, establecer 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares buscará garantizar que quienes dependen de su existencia y se ven afectados por los procesos criosféricos reciban los servicios hidrológicos, meteorológicos y climáticos necesarios.


El trabajo en conjunto se centrará en promover cambios en las políticas y facilitar medidas viables y sostenibles para preservar a estos gigantes helados. En un contexto más amplio, el objetivo es reunir apoyo mundial, promover la investigación y mejorar el acceso a los datos de la criósfera, así como mitigar las consecuencias del rápido derretimiento de los glaciares.
Para dar más visibilidad a esta problemática, se ha desarrollado un sitio web muy completo con información para entender mejor el tema y todos los desafíos que plantea.

Es importante comprender el rol fundamental que cumplen tanto los glaciares como el ambiente periglaciar en el resguardo de los recursos hídricos, por lo cual ambos necesitan protección.
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