Un reciente informe publicado por la revista científica The Lancet confirma que el cambio climático ya está afectando la salud de las personas. Esto sólo viene a confirmar algo que sabíamos hace tiempo: no podemos estar sanos en un mundo enfermo.
Pero, ¿de qué manera incide en el bienestar de la población la transformación de los patrones meteorológicos y la geografía de nuestra región causada por la crisis climática? Te contamos, punto por punto, lo que se desprende de la investigación.
Olas de calor: mayor mortalidad de grupos vulnerables
Durante la última década estos fenómenos fueron más intensos y más frecuentes lo que derivó en el incremento de muertes relacionadas con el calor de 160% en el período 2017-2021 comparado con el período 2000-2004, dice el estudio.
De hecho, la Organización Meteorológica Mundial registró un aumento de las temperaturas en todos los países sudamericanos, con olas de calor excepcionalmente intensas y prolongadas en el centro y sur de nuestro país, Colombia, centro de Chile, y noreste de Brasil.
Estar expuestos a temperaturas extremas aumenta el riesgo de muerte por todas las causas, en particular por enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorias. Los niños menores de 1 año y los mayores de 65 años son los más vulnerables.
Incendios: peligros inmediatos y a largo plazo
Los incendios forestales son otro factor que afecta nuestra salud y que se dan cada vez más seguido debido al contexto de altas temperaturas y sequías. El ejemplo de lo ocurrido en diferentes puntos de Argentina y Chile en el verano pasado avala otro dato clave que se desprende del informe: “a nivel regional, la exposición a un incendio forestal ha aumentado en nueve de los 12 países”.
Para las personas esto implica posibles daños físicos o la muerte por inhalación de humo. A largo plazo, la exposición a partículas y sustancias químicas procedentes de los incendios puede aumentar el riesgo de cáncer de todos los tipos.
Enfermedades infecciosas por más tiempo
Otra consecuencia del calentamiento global es que propicia la proliferación de distintas enfermedades infecciosas, especialmente dengue y chikungunya, transmitidas por el mosquito Aedes aegypti. Las altas temperaturas, las precipitaciones y la humedad son los factores que le gustan a esta especie de mosquito y las que favorecen su proliferación.
Ejemplo de los riesgos que implica esta situación, en estas semanas en Argentina se vive una epidemia desbocada en el centro del país.
Crisis en la producción de alimentos
En toda la región la producción agrícola también está sufriendo debido a las sequías prolongadas y las altas temperaturas. El cambio climático puede interferir en el crecimiento, aprovechamiento y contenido nutricional de varios alimentos, como el trigo, el arroz, el maíz y la soja.
Es decir que las cambiantes condiciones ambientales suponen una amenaza y por eso alertan sobre “una grave amenaza para la seguridad alimentaria de la región” y, por tanto, para la salud de sus habitantes.
La salud mental, pendiendo de un hilo
Los especialistas listaron también entre las formas en que el cambio climático afecta la salud, la creciente ansiedad climática entre los jóvenes. En este sentido alertaron que “Los problemas de un cambio climático que erosiona el bienestar psicosocial varían desde desórdenes mentales comunes a problemas mentales severos y suicidios”.
En definitiva, no solo la crisis climática ya llegó sino que se hace carne en nosotros, de las formas menos deseables. Por eso, el tiempo de la acción es ¡YA!
Fuentes: Diálogo Chino y La Nación