Greenpeace cuestionó la decisión del gobierno nacional anunciada hoy de avanzar en los acuerdos necesarios para la construcción de una cuarta central nuclear, y recordó que es la fuente de energía más costosa y peligrosa que existe.
“Cuando las consecuencias desastrosas de la energía nuclear son más visibles que nunca, gracias a la serie Chernobyl, que genera conciencia sobre los daños y honra a las víctimas, Argentina decide ir a contramano del mundo e invertir en energías del pasado”, dijo Leonel Mingo, coordinador del programa de campañas de Greenpeace Argentina.
La tragedia de Chernobyl produjo la evacuación de 8 millones de personas. Causó la muerte de cientos de miles de personas y hoy, más de 30 años después, no se puede habitar ni producir alimentos en la zona.
Según la organización, la energía nuclear es peligrosa, contaminante y sumamente costosa. “Es una energía de 5 a 6 veces más cara que la energía renovable. Mientras los países desarrollados, planean dejar la energía nuclear, Argentina insiste en el error. Alemania, por ejemplo, quiere cerrar sus centrales al 2022; nosotros planificamos comenzar ese mismo año a producir más”, agregó el vocero.
“Los ejemplos locales muestran que los costos exceden los cálculos previstos y desafían las promesas; para Atucha 2 se estimaba un costo de 700 millones de dólares cuando empezó su construcción en el año 1982. Cuando culminó en el 2014, su costo final superó los 4.000 millones de dólares, 6 veces más” señaló Mingo y agregó que “la construcción de una planta puede demorar 20 o 30 años y su desmantelamiento supone costos altísimos.”
