
Se trata de nuevos estudios oficiales que confirman la presencia de contaminantes en el entorno de la planta de Atanor. Se suman a los presentados en julio que comprobaron vertidos ilegales por parte de la empresa y llevaron al cierre de sus operaciones en la ciudad.
Buenos Aires, octubre de 2025- Nuevos estudios revelaron la presencia de plaguicidas altamente tóxicos y prohibidos en el Arroyo Yaguarón, uno de los brazos del Río Paraná, el mismo que recibió durante años los efluentes de la planta de Atanor en San Nicolás. Los análisis oficiales fueron realizados por Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (UNLP–CONICET) y la Autoridad del Agua bonaerense. Las organizaciones Greenpeace y FOMEA lo calificaron como un antecedente más del pasivo ambiental que Atanor deja en la comunidad nicoleña.
“Se detectaron agrotóxicos prohibidos hace décadas por su alta peligrosidad para la salud y por su persistencia en el ambiente. Los niveles hallados confirman una contaminación profunda del Río Paraná, al superar los límites legales para la protección de los ecosistemas”, sostuvo Agostina Rossi Serra, especialista en biodiversidad de Greenpeace Argentina.
Un segundo estudio realizado por el mismo laboratorio detectó agroquímicos de uso actual en los pozos de extracción de agua de la propia planta. Se trata de perforaciones que alcanzan los 60 metros de profundidad y desde donde Atanor captaba agua para su producción. En varios de esos pozos se registraron valores que exceden los límites permitidos, lo que demuestra que la contaminación alcanzó el acuífero Puelche.

“Aunque la planta industrial ya fue clausurada, los residuos tóxicos que generó Atanor siguen presentes en el ambiente. Tanto el Río Paraná como el Acuífero Puelche se utilizan para abastecer de agua potable a la población. La comunidad de San Nicolás continúa pagando las consecuencias de una contaminación que no se borra con el cierre de la producción de la empresa química”, señaló Fabián Maggi, representante legal de FOMEA y de vecinos de San Nicolás.
La propia Autoridad del Agua ya ha reconocido la contaminación por agroquímicos en el Río Paraná y la necesidad de un estudio integral de toda la cuenca. “Una admisión que confirma lo que las comunidades vienen denunciando hace años: la contaminación por agrotóxicos no se detiene en los límites de una planta industrial, se extiende por los ríos que son fundamentales para el desarrollo de las comunidades.”, agregó Rossi Serra.