No a la tala de quebrachos para la vías del tren

Por cada durmiente que va colocado debajo de las vías, se sacrifica innecesariamente un árbol de quebracho (de entre 60 y 80 años de edad). Pedile ahora al Ministerio de Transporte de la Nación que deje de usar quebrachos para las vías de los trenes.

El quebracho, una especie en peligro

El quebracho colorado, un árbol de gran porte y crecimiento lento, fue declarado en el año 1956 “Árbol Forestal Nacional”, por su importancia ambiental, económica y social. Sin embargo, su explotación intensiva y los desmontes para desarrollo agropecuario llevaron a su estado actual de vulnerabilidad. En Argentina ha sido  categorizado como “En Peligro” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ya que los quebrachales y otros bosques de la región chaqueña están sometidos a otras amenazas como los desmontes para agricultura y ganadería intensiva, y los incendios

Durante las últimas décadas la deforestación y la tala indiscriminada han colocado a la región del Gran Chaco al tope de los índices globales de pérdida de bosques nativos. El 85% de un ecosistema único como el quebrachal del Bosque de Tres Quebrachos (sudoeste de la Provincia de Chaco) ha sido destruido.

Los durmientes

Los trenes son una pieza clave en un sistema de transporte eficiente y de bajo impacto ambiental comparado con alternativas terrestres como el transporte de carga vehicular. Sin embargo, existe un aspecto del desarrollo ferroviario que aún sigue generando efectos negativos sobre los bosques del norte de nuestro país y que puede, y debe, ser eliminado. 

Los durmientes (también conocidos como traviesas), que son utilizados tanto en la renovación como en el mantenimiento de vías, siguen siendo de quebracho colorado; un árbol de gran porte y crecimiento lento, de alto valor para la conservación del bosque chaqueño, que se encuentra en estado de fragilidad.

Se estima que en el norte de Argentina, a mediados de la década de 1940 se llevaban talados 350 millones de quebrachos colorados para la extracción de tanino y la elaboración de durmientes de ferrocarril, postes, leña y carbón. Su sobreexplotación provocó, durante esos primeros 75 años, la degradación de 10 millones de hectáreas de bosques chaqueños

Desde el año 2013 se realizaron licitaciones para la compra de 2,3 millones de durmientes de quebracho colorado y quebracho blanco. Esta cantidad de durmientes implica un impacto significativo en los bosques nativos, ya que representa más de 2 millones de árboles talados.

Las provincias de Chaco y Santiago del Estero concentran la producción de durmientes de los últimos años. En Argentina el sector forestal se caracteriza por presentar una importante informalidad en su producción y comercialización. Se calcula que el 30% del volumen total de la madera de bosques nativos que se comercializa es ilegal. 

El quebracho se distribuye naturalmente en toda la región chaqueña. Pero hoy el 85% de un ecosistema único como el quebrachal del Bosque de Tres Quebrachos (sudoeste de la Provincia de Chaco) ya ha sido destruido.

Las distintas especies de quebracho tienen diferentes usos en la actualidad, siendo el quebracho colorado y el quebracho blanco (con un tratamiento químico especial y en menor proporción) los utilizados para la producción de durmientes.

Existen alternativas y es hora de actuar 

Los durmientes ferroviarios constituyen una parte fundamental del tendido de vía y un componente irremplazable. Actualmente existen diferentes tecnologías aplicadas para su fabricación, sin embargo la utilización de la madera sigue teniendo gran demanda a nivel mundial, a pesar de la preocupación global por el uso de recursos forestales para fines productivos e industriales. 

Sumado a esto, hay publicaciones que ponen la atención sobre el tratamiento químico al cual están sometidos los durmientes de madera, que luego de su vida útil son considerados residuos peligrosos.

El durmiente sintético o compuesto puede ser utilizado en reemplazo de la madera para tareas de mantenimiento y renovación de vías. Son realizados de diferentes materiales y muchos pueden producirse de la cadena de reciclado como restos de neumáticos y bidones de agroquímicos. Múltiples experiencias y estudios en todo el mundo demuestran que las alternativas a la madera son una realidad: India, Estados Unidos, Brasil, México.

En Argentina, a pesar de que existen estudios y capacidad técnica sobre durmientes sintéticos, su desarrollo está retrasado. Recientemente una resolución conjunta entre el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable y el Ministerio de Transporte de la Nación promueve la producción de durmientes con materiales post consumo, sin embargo no contempla asignación presupuestaria ni plazos para el reemplazo de los de madera. 

Durante septiembre 2021 se van a adjudicar nuevas licitaciones para mejoramiento de vías que incluyen la compra de un total de 156.000 durmientes de madera nativa, lo que implica la destrucción de cerca de 156.000 quebrachos.

La red ferroviaria nacional cuenta con más de 40.000 km de extensión, de los cuales están activos la mitad. Es momento de tener una red ferroviaria sustentable, para lo cual es clave abandonar el uso del quebracho para durmientes de manera definitiva.

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En vías de extinción. La sobrexplotación del quebracho para la red ferroviaria argentina (julio 2021)

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