#LosÚltimos20 yaguaretés
La deforestación está destruyendo a toda velocidad la casa de los últimos 20 yaguaretés de la región del Gran Chaco argentino. Sin bosques los jaguares quedan acorralados, al borde de la extinción. Actuá para salvar a esta especie única.
Desde Greenpeace denunciamos la situación crítica en la que se encuentra la especie yaguareté a pesar de haber sido declarada Monumento Natural Nacional (Ley Nº 25.463 / 2001) debido a además de la caza ilegal, a la deforestación desenfrenada.
Recientemente repudiamos la caza de un ejemplar de Yaguareté en Formosa, que se dió a conocer este 2024. Greenpeace solicitó a la Corte la urgente adopción de una medida cautelar, solicitada en la demanda presentada en 2019 y una nueva convocatoria efectiva a una audiencia pública.
En Argentina la población de yaguaretés está estimada entre 250 y 300 individuos; pero la población más amenazada y en estado crítico, es la que se encuentra en la región del Gran Chaco, que tiene menos de 20 individuos.
La cacería se suma a la fragmentación y pérdida del hábitat de esta especie. Se estima que quedan menos de 20 en el Gran Chaco Argentino. Desde Greenpeace, presentamos un amparo en defensa del Yaguareté ante la Corte Suprema, y recientemente se han entregado contundentes informes que demuestran cómo se viola la Ley de Bosques en las provincias demandadas, entre las que se encuentra Formosa. Esperamos un pronto pronunciamiento de la Corte, ya que ha quedado claro cómo se arrasa con el hábitat y los últimos yaguareté del Gran Chaco argentino.
La pérdida y fragmentación de los ambientes naturales producida por el avance de la frontera agropecuaria constituye una de las principales amenazas ambientales del país. Esto afecta directamente a la salud de los bosques, y por ello la reducción del hábitat de la especie ha llevado a este mamífero a un estado crítico y podría extinguirse en el Gran Chaco argentino en pocos años. Además de no tener espacio vital, la amenaza de la cacería acelera su desaparición.
La Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos -SAREM- categoriza a la especie como “En Peligro Crítico (CR)”, debido a que sospechan una reducción del 80% de su población en los últimos 20 años, y a que las principales amenazas a la especie se han mantenido o incrementado.
“La supervivencia del yaguareté no puede separarse de la preservación de su hábitat.” exhortó Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de bosques de Greenpeace en Argentina. “Si queremos salvar esta especie emblemática y lo que significa para la diversidad, debemos proteger los bosques y terminar con la deforestación. Estamos al límite de perderlo y toda acción que se haga para evitar su desaparición es importante, pero todos sabemos que sin monte, no será posible.
La pérdida de bosques, el desafío urgente para los últimos 20:
Para poder sobrevivir, cada animal precisa aproximadamente 40 mil hectáreas de bosque continuo y en buen estado de conservación. A pesar de los esfuerzos legales, la pérdida de su hábitat original en el país ha llevado a que en los 200 años se recluya en un alarmante 5% de su superficie original. A nivel global, los científicos estiman que los jaguares ocupan menos del 50% de su territorio ancestral.
En noviembre de 2023, en un día histórico para la justicia y la naturaleza, la Corte Suprema de Justicia de la Nación se declaró competente ante el amparo presentado por Greenpeace en defensa de los últimos yaguaretés que habitan el Gran Chaco Argentino, y pidió informes al Estado Nacional y a las provincias de Chaco, Salta, Santiago del Estero y Formosa, que lideran el ranking de distritos desmontadores.
Las multas no son suficientes para desalentar la deforestación y los responsables rara vez son obligados a reforestar. Muchos de los desmontes fueron aprobados por los gobiernos provinciales violando la ley nacional.
La deforestación en la provincia de Chaco
En mayo de 2024 Greenpeace junto a organizaciones ecologistas presentaron un escrito ante el máximo tribunal para denunciar la ilegalidad de la nueva ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de Chaco.
La misma se realizó sin participación indígena y permitirá el desmonte en más de 1.200.000 hectáreas, aproximadamente 60 veces la ciudad de Buenos Aires, incluso en corredores de conservación claves para la superviencia de grandes mamíferos como el yaguareté. Además, “legaliza” desmontes que se realizaron en zonas protegidas por la Ley Nacional de Bosques.
Las organizaciones denunciaron en la Corte Suprema de Justicia de la Nación que la nueva ley provincial “no respeta el principio de no regresión ambiental ya que permitirá el desmonte en zonas actualmente clasificadas en la Categoría II – amarillo, al pasarlas a Categoría III – verde, algo prohibido por la normativa nacional. Se trata de un área de corredores de conservación y de amortiguamiento del Parque Nacional Copo, la Reserva La Pirámide y la Reserva Provincial Loro Hablador. Esto pone en riesgo la supervivencia de grandes mamíferos, como el yaguareté. De esta forma no se cumple con los Criterios 1, 2, 3, 4 y 5 de Sustentabilidad Ambiental establecidos por la Ley Nacional de Bosques”.
Por ello, solicitaron cautelarmente al máximo tribunal la suspensión de cualquier actividad de desmonte y reiteraron su pedido de convocatoria a una audiencia pública al respecto.
Según datos oficiales, desde la sanción de la Ley Nacional de Bosques hasta fines de 2022 en la provincia de Chaco se desmontaron 485.162 hectáreas. El monitoreo satelital que realiza Greenpeace detectó la deforestación de 57.343 hectáreas en 2023.
La deforestación no se detiene
El Gran Chaco Americano es una de las regiones forestales más deforestadas del planeta durante las últimas tres décadas. La principal causa es el avance de la frontera agropecuaria (ganadería y soja transgénica que en gran medida se exportan a China y Europa).
La sanción en Argentina de la Ley de Bosques (26.331), a fines de 2007, fue un logro sin precedentes y un ejemplo de la importancia de la participación de la sociedad civil, que presionó al Congreso Nacional mediante un millón y medio de firmas.
Sin embargo, según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y del monitoreo satelital de Greenpeace, desde la aprobación de la normativa hasta diciembre del año 2021 se perdieron 3.367.308 hectáreas de bosques nativos.
El 75% de la deforestación se produjo tan sólo en cuatro provincias: 936.125 hectáreas en Santiago del Estero, 694.834 hectáreas en Salta, 449.646 hectáreas en Formosa, y 444.651 hectáreas en Chaco. Cabe advertir que, durante los últimos 5 años, en esas provincias el 45% de los desmontes se realizaron donde la ley nacional lo prohíbe. Resulta evidente que las multas no son suficientes para desalentar los desmontes ilegales; y los responsables rara vez son obligados a reforestar. En muchos casos es clara la complicidad de los gobiernos provinciales. Es por ello que se precisa, en forma urgente, su penalización..
Más desmontes significan más crisis climática; más inundaciones; más enfermedades; más pérdida de alimentos, maderas y medicinas; más desalojos de comunidades campesinas e indígenas; y más desaparición de especies en peligro de extinción, como el yaguareté.
El yaguareté
El yaguareté (Panthera onca) es el felino más grande de América, y el tercero del mundo, luego del tigre asiático (Panthera tigris) y del león (Panthera leo).
Mide entre 150 y 180 cm de largo, a lo que hay que agregarle los 70 a 90 cm que mide su cola. Alcanza una altura de entre 65 a 80 cm y su peso habitualmente ronda los 70 a 90 kg, llegando en ocasiones hasta los 135 kg. Es el predador más importante (puede recorrer diariamente hasta 11 Km), por lo que se alimenta de casi cualquier especie que habite en su territorio, como tapires, pecaríes, corzuelas, carpinchos, yacarés, armadillos, serpientes, tortugas, aves y monos.
Para poder alimentarse y reproducirse los jaguares de la región dependen de territorios de bosques continuos muy grandes (400 a 2.900 km2), y su disminución puso a la especie al borde de la
extinción en la región. Entre 1985 y 2013, más del 20% de los bosques del Gran Chaco (142.000 km2) fueron convertidos en pastizales y tierras de cultivo, reduciendo su biodiversidad, particularmente de los mamíferos más grandes
Históricamente el yaguareté se distribuía desde el sur de los Estados Unidos hasta el norte de la Patagonia Argentina, a lo largo de casi todos los ambientes con excepción de las regiones extremadamente áridas o de mayores altitudes.
Hoy el yaguareté prácticamente ha desaparecido de sus extremos norte y sur, como también en la mayor parte de las áreas densamente pobladas, y muchas de sus poblaciones se encuentran seriamente amenazadas.
Los científicos estiman que los jaguares ocupan menos del 50% de su distribución original, y en Argentina este proceso de retracción fue el más extremo, en donde en los últimos dos siglos quedó recluido a un 5% de la superficie original
La población de Yaguareté perteneciente a la ecorregión del Gran Chaco argentino es la que está en mayor estado crítico del país
El yaguareté en el Gran Chaco argentino
Entre 1985 y 2013, más del 20% de los bosques del Gran Chaco (142.000 km2) fueron convertidos en pastizales y tierras de cultivo, reduciendo su biodiversidad, particularmente de los mamíferos más grandes. A su vez, los grandes depredadores del Gran Chaco, especialmente el jaguar y el puma, son a menudo cazados, principalmente por ganaderos, debido al riesgo real o percibido de ataques al ganado.
Especialistas estiman que el área núcleo del yaguareté se contrajo 82.400 km2 entre 1985 y 2013 a medida que la pérdida de hábitat y el riesgo de caza se expandieron sobre el Gran Chaco. Considerando que toda la región chaqueña era un hábitat adecuado hasta el siglo 18, los jaguares perdieron el 77% de las áreas núcleo para 1985 y el 85% para 2013
El yaguareté es una de las pocas especies de la fauna argentina que ha sido declarada Monumento Natural Nacional por la Ley Nº 25.463, del año 2001. Esta norma establece que la Administración de Parques Nacionales y la Dirección de Fauna Silvestre de la Nación deben implementar un plan de
manejo que asegure su supervivencia. Además es Monumento Natural Provincial en las provincias de Chaco, Salta, Formosa y Misiones.
El jaguar está clasificado como “Casi Amenazado” en la Lista Roja de la Unión
Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN). En Argentina la especie se encuentra en Peligro Crítico (CR) en la “Categorización 2019 de los mamíferos de Argentina según su riesgo de
extinción. Lista roja de los mamíferos de la Argentina”, elaborada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos.
Cada vez hay menos yaguaretés: sólo 20 en el Gran Chaco argentino
La población estimada para todo el territorio de la República Argentina es de 250 individuos (aproximadamente 160 en la Selva de Yungas, alrededor de 80 en la Selva Paranaense, y menos de 20 en los bosques del Gran Chaco). La población chaqueña de jaguares se encuentra aislada de las otras dos presentes en la Argentina y se ha producido una importante disminución poblacional en los últimos diez años, desapareciendo la especie de zonas en las que había sido reportada.
Las poblaciones remanentes de yaguaretés están asociadas a la presencia de áreas protegidas o de zonas inundables con baja densidad humana y poca deforestación. Estudios científicos detectaron una enorme disminución poblacional en la ecoregión del Chaco Seco argentino, con probabilidad de extinción en algunas zonas. Además de la presión de caza, otra amenaza significativa para la conservación del yaguareté es la disminución de la calidad ambiental y la fragmentación y pérdida de grandes superficies de bosques provocadas por el avance de la frontera agrícola-ganadera.
La creciente actividad ganadera en la región de los últimos 20 años ha favorecido la apertura de nuevos caminos vehiculares que brindan mayor accesibilidad a la zona para la entrada de cazadores y ha producido un aumento en los desmontes de grandes superficies de bosques para la plantación de pasturas forrajeras exóticas, para la cría intensiva de ganado vacuno.
Lamentablemente estas actividades están provocando un grave deterioro ambiental de los bosques chaqueños, lo cual está haciendo peligrar no solo a las poblaciones del jaguar, sino a la diversidad faunística y florística de esta importante ecorregión.
Si la superficie ocupada por poblaciones estables de yaguareté sigue disminuyendo a este ritmo, la especie podría extinguirse en el Gran Chaco Argentino en pocos años.
Nuestra acción en representación del yaguareté
A pesar de que el yaguareté fue declarado Monumento Nacional no se está protegiendo su territorio y esto pone en serio peligro su subsistencia. Por esa razón, Greenpeace presentó el 19 de julio de 2019 un amparo judicial ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación en nombre y representación del Yaguareté (de toda la especie) que habita en el Gran Chaco argentino para:
- que se garantice “Deforestación Cero” en los territorios donde vive la especie
- se ordene la conservación de los corredores biológicos del Gran Chaco Argentino.
- se prohíba su degradación, fragmentación y deforestación.
- se prohíban las recategorización (autorización para desmontar en áreas protegidas por la ley) en las provincias demandadas y se anulen las que fueron otorgadas en Chaco y Salta.
- se otorguen los fondos establecidos en la Ley de Bosques.
- se implemente un Plan de Manejo sobre el Yaguareté, como lo dispone la Ley Nacional Nº 25.463 que lo declara Monumento Natural Nacional.
Fue la primera vez en la historia jurídica de nuestro país que tuvo lugar una presentación en nombre de una especie y de los Derechos de la Naturaleza. Si bien hubo anteriormente acciones judiciales en nombre de orangutanes y chimpancés, por los zoológicos de Mendoza y CABA, estos se realizaron en nombre de un ejemplar.
En cambio esta acción de amparo se hace en nombre y representación de la totalidad especie Yaguareté que habita la ecorregión del Gran Chaco argentino.
El reclamo al máximo tribunal es para que se “permita que dicha especie pueda seguir existiendo, gozar de sus ecosistemas, manteniendo sus planes de vida, salud, bienestar, alimentación, libertad, reproducción y seguridad de los últimos menos de 20 sujetos vulnerables”.
La demanda se realizó contra cuatro provincias –Chaco, Salta, Formosa y Santiago del Estero-, donde se encuentra el hábitat del yaguareté, y el Estado nacional, por no cumplir la ley Nacional de Bosques.
El yaguareté va a la Corte Suprema
En el marco del amparo judicial en representación de los menos de 20 yaguaretés que se estiman sobreviven en el Gran Chaco Argentino, Greenpeace fue convocada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación a participar de una audiencia pública.
La misma tiene como objeto la “Preservación de especies en peligro de extinción y actividad económica – Yaguareté. En el marco de lo previsto por el artículo 41 de la Constitución Nacional, se plantea la necesidad de resolver un pedido tendiente a la preservación del hábitat de especies en peligro de extinción, junto con la suspensión de la explotación productiva en la zona involucrada”.
Por este motivo, el amparo presentado por Greenpeace solicita que se garantice “Deforestación Cero” en los territorios del yaguareté y se implemente un Plan de Manejo de la especie, como lo dispone la Ley Nacional Nº 25.463 que lo declara Monumento Natural Nacional.
A su vez, se presentó una medida cautelar reclamando la suspensión de los desmontes en las cuatro provincias, hasta tanto el máximo tribunal resuelva el reclamo de fondo.
La demanda de Greenpeace destaca la responsabilidad de los gobiernos provinciales en la violación de la Ley Bosques, mediante: a) la realización de recategorizaciones prediales para autorizar desmontes en bosques protegidos (Salta y Chaco); b) la autorización de desmontes selectivos para ganadería intensiva donde no está permitido (Santiago del Estero y Chaco); y c) la elaboración de un Ordenamiento Territorial que permite desmontar en el 75% de sus bosques (Formosa).
Todo esto provoca la degradación, deforestación y fragmentación del territorio de los menos de 20 yaguaretés que los científicos estiman que quedan en el Gran Chaco Argentino, poniendo en serio riesgo su supervivencia.
Salvemos a los últimos 20 yaguaretés del Gran Chaco argentino
Juntos podemos frenar la amenaza de los desmontes y salvar a la especie en la región. Con tu donación hacés posibles todas las acciones que se necesitan para protegerlo:
- Monitoreo de deforestación para realizar estadísticas mensuales.
- Captura de imágenes satelitales que nos permiten verificar y documentar la deforestación.
- equipos para monitoreo, fotografía y filmación (GPS, equipos satelitales, cámaras, drones, etc.).
- Coordinación del equipo de investigadores.
- Vuelos (avionetas, helicópteros) para reconocimiento, investigación y documentación.
- Contratación biólogos especialistas en yaguaretés.
- Equipo de asesores legales