Nuestro país tiene un alto índice de biodiversidad: una de cada diez especies conocidas en el mundo habita en territorio colombiano. Por este motivo, somos considerados “megadiversos” (característica que compartimos sólo con otros 17 países.)
Dentro de la definición de biodiversidad, se incluye a toda la variedad de ecosistemas. Y éstos se definen como el área donde varios organismos interactúan entre sí y con su entorno, dando lugar a distintos procesos biológicos.
Los ecosistemas proporcionan una base fundamental para diversas funciones ambientales de las cuales dependen las sociedades humanas, incluyendo la producción de alimentos, la nutrición, y la salud. Por lo tanto, los ecosistemas no deben entenderse como conceptos lejanos. Muy por el contrario, afectan de manera directa nuestra vida diaria y bienestar.
¿Cuáles son los ecosistemas de Colombia?
Las características geográficas de nuestro país contribuyen a que tengamos una gran variedad de ecosistemas. La presencia de los Andes divide el territorio en diversas regiones ecológicas. A la vez, contamos con una gran cantidad de costa marina en el Caribe y Pacífico además de que estar en la franja intertropical suma otro factor significativo.
Algunos ecosistemas de Colombia son:
En su conjunto, constituyen punto de refugio y de protección a nivel local y a nivel mundial de cientos de especies. Para dar una dimensión más concreta de la variedad de seres vivos que tienen su hogar en estos ecosistemas diremos que Colombia ocupa a nivel mundial:
1°
lugar en especies de aves y orquídeas
2°
en riqueza de plantas, anfibios, mariposas y peces de agua dulce
3°
en número de especies de palmas y reptiles
4°
en mamíferos
La relación entre biodiversidad y ecosistemas es recíproca. Por ejemplo, esta riqueza biológica que acabamos de mencionar es esencial para mantener la diversidad genética y a los mismos ecosistemas que actúan como “seguros” ambientales, proporcionando resiliencia frente a cambios y presiones externas, como enfermedades o condiciones climáticas adversas.
Por tanto, valorar este tesoro natural significa entender la urgencia de trabajar más fuerte en su conservación y regeneración. Entre otros motivos, porque los hábitats sanos son sinónimo de anticipar desastres naturales, proteger cuencas y suelos, y regular procesos como la acidificación de los océanos, entre otros.
No debemos olvidar que los ecosistemas en equilibrio brindan servicios ecosistémicos centrales como regulación climática, captura de carbono, ser banco genético, entre otros.
¿Qué amenaza a los ecosistemas de Colombia?
En nuestro país la pérdida de hábitat natural ocasionada a causa del avance de la agricultura y la ganadería expansiva es un grave problema, que ha derivado en una reducción del 18% en la biodiversidad.
Otros factores como deforestación, minería ilegal, cultivos ilícitos, sobreexplotación de especies silvestres, tráfico, caza, contaminación del agua, expansión urbana e industrial, cambios climáticos, invasiones biológicas y especies invasoras también representan amenazas significativas.
La biodiversidad colombiana es un tesoro invaluable con implicaciones vitales para la sostenibilidad ambiental y social. Protegerla y conservarla debe ser una prioridad nacional e internacional, para asegurar que los servicios esenciales que proporciona sigan estando disponibles para las generaciones futuras.
Necesitamos acciones concretas y ambiciosas para asegurar la protección y restauración de nuestros ecosistemas antes de que sea demasiado tarde.
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