El agua es tan necesaria para nuestra vida que estamos consumiendo de este recurso aún cuando no nos damos cuenta. Por ejemplo, cuando compramos un pantalón de jean nuevo como al comer un bife de carne, ¿lo habías pensado?
A la cantidad de agua que se necesita para producir algo, se la llama huella hídrica. Y conocerla nos puede ayudar a tomar mejores decisiones como consumidores. Es que tener buena información nos permite ver más allá y apreciar el circuito completo que realiza un objeto antes de llegar a nuestras manos.
Sabemos que son las industrias las que más agua demandan y que, en general, es poco o nulo el control que se ejerce sobre ellas. Sólo basta considerar los enormes volúmenes que usan la agricultura, la ganadería o la minería para saber la responsabilidad que tienen.
Lo que también es cierto es que no nos podemos sentar a esperar a que estos gigantes cambien para mejorar lo que sí está a nuestro alcance. En este sentido, a nivel de la ciudadanía los cambios se dan más rápido y generan más conciencia. Y esto marca una gran y necesaria diferencia.
Por eso, actuemos hoy sabiendo que las reservas mundiales de agua ya están en caída. Activemos ahora antes que lo que le pasó a Uruguay se replique (es decir, antes que una sequía seque sus ríos y lagunas y los dirigentes se den cuenta tarde, demasiado tarde.)
¿Qué es la huella hídrica?
Se trata de un concepto bastante nuevo. Surgió en el año 2002 como parte de un proyecto de sostenibilidad dirigido por Arjen Hoekstra, profesor de Gestión del Agua en la Universidad de Twente, en los Países Bajos.
Se refiere a una medida que analiza el volumen de agua consumida, evaporada o contaminada por todas las actividades que realiza ya sean personas individuales, empresas o instituciones productoras de materia prima.
Además, Hoekstra no sólo acuñó este nuevo término sino que también fundó en 2008 la Water Footprint Network, una comunidad internacional que analiza los datos existentes, establece objetivos de uso responsable del recurso y aborda las últimas investigaciones relativas a la crisis del agua.
¿Cuánta agua se necesita para producir…?
Te compartimos algunos ejemplos de cuánta agua se usa en la producción de algunos alimentos, objetos y hábitos de nuestro día a día. Por ejemplo, producir:
- 1 kg de carne vacuna necesita 18.000 litros de agua
- 1 hamburguesa, 2.385 litros
- 1kg de pollo requiere 3.920 litros de agua
- 1 kg de arroz utiliza 3.000 litros
- 75 litros de agua para fabricar una pinta de cerveza
- 1 kg de papel hasta 2.000 litros
- 1 pantalón vaquero usa 1.911 litros
- 1 camiseta de algodón, 2.700 litros
Acciones que son propias de la rutina, como poner en funcionamiento el lavarropas tiene un consumo de unos 100 litros por lavado. Ahora bien, hay que sumarle el uso de la generación de energía para hacer funcionar la máquina, lo que añade 103 o 161 litros (si se utilizan 1 kWh o 2 kWh).
En definitiva, para medir cuánta agua usamos durante todo el día debemos ir sumando cada ítem. Por caso, a los 140 litros de agua que va asociada a una taza de café, se suman los entre 50 y 200 litros de agua que se gastan al darse una ducha de 10 minutos.
¿Te animas a calcular tu consumo de agua?
Calcula tu propia huella hídrica
Si te dio intriga sobre cuál es tu huella hídrica personal, puedes usar la calculadora online de la Fundación Aquae.
Sólo tienes que contestar algunas preguntas sencillas y podrás tener un estimado del volumen de agua consumido de manera directa por las actividades cotidianas, así como el que se utiliza para producir los bienes y servicios consumidos.
Con esta información en tus manos, estarás aún más preparado para ser un consumidor responsable y exigir a empresas y gobiernos que cuiden el agua de todos y todas 💧
Fuente: National Geographic