Las ballenas son animales de gran tamaño, inteligentes y pacíficos. Estos mamíferos marinos realizan largos viajes migratorios y tienen comportamientos sociales muy complejos. Se sabe que algunas especies utilizan diferentes series de sonidos para comunicarse. Sin embargo, aún queda mucho por aprender sobre su forma de vida.
En la actualidad, la cacería sigue siendo una amenaza para estos cetáceos, aunque otras causas ambientales también están afectando su supervivencia. El cambio climático, la contaminación, la destrucción de su hábitat y la pesca sin control son solo algunos de los problemas que debemos resolver en forma urgente si queremos un mar saludable.
Lamentablemente, a través de los años disminuyeron las poblaciones de la mayoría de las especies de ballenas. Algunas están al borde de la extinción y otras en lenta recuperación.
En Greenpeace trabajamos desde 1975 para detener la matanza de estos mamíferos. En 1982 participamos en la campaña que logró que la Comisión Ballenera Internacional (CBI) decretara una moratoria a la caza comercial de ballenas.
A pesar de esto, Japón, Noruega e Islandia no la aceptaron y las han seguido capturando con la excusa de ¨pesca de investigación¨.
Por eso, hacemos campañas en todo el mundo para defender a las poblaciones de ballenas que aún sobreviven y que están restableciéndose.
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