*Por: Tatiana Céspedes, Coordinadora de Campañas para Greenpeace Colombia

Pensar en estrategias que permitan lograr ciudades más sostenibles y amigables con el medio ambiente es necesario  para el bienestar y la vida de todas las especies.  La correcta separación de residuos no sólo debe ser parte de nuestro vocabulario, sino que también debe ser implementada en nuestro estilo de vida. En el marco del Día Internacional del Reciclaje que se celebró el 17 de mayo, es importante tener en cuenta las estrategias que están implementando los gobiernos del mundo en términos de cuidado ambiental y gestión de residuos. Adicionalmente, es fundamental hacer un llamado a que las políticas se potencien a favor del cuidado ambiental y de la salud pública.

La línea del tiempo para la concientización de manejo de residuos y reutilización de materiales reciclables es bastante amplia, no obstante, la más reciente fue la primera ronda de negociaciones para elaborar el ‘Tratado para Frenar la Contaminación Plástica’ a nivel mundial, se llevó a cabo en noviembre del 2022, en donde, 170 naciones respaldaron una resolución histórica de Naciones Unidas relacionada al uso del plástico que incluye un acuerdo vinculante que se espera esté en funcionamiento en el 2024. La próxima cita de la negociación, tendrá lugar en París a partir del 29 de mayo del 2023 para abogar por un ciclo de vida completo holístico de los plásticos con todas las partes involucradas ya que no solo se trata de decisiones gubernamentales, sino que también se trata de un trabajo en equipo que consta de decisión, dominio, conciencia y bienestar.

Ahora bien, si hablamos en términos de acción inmediata, países como Colombia, necesita un plan de acción en términos de manejos residuales tras la aprobación del último Plan Nacional de Desarrollo del actual gobierno, el cuál dispone en el artículo 227 la puesta en marcha del Plan de Basura Cero que contempla la creación de Parques Tecnológicos, es decir la creación de espacios reservados para el almacenamiento e incineración de residuos, se trata de un proceso que revierte los avances globales y que ignora de sobremanera la importancia de sembrar en una cultura sostenible, buscando la ruta más fácil para deshacerse de los desechos que en su mayoría pueden estar a disposición de un segundo uso. La incineración es un paso más hacia la cultura de lo desechable sin antes pensar en estrategias y formas que le exijan a las personas a reciclar, reutilizar y separar los residuos de manera correcta. 

Tan solo en Colombia, al día se generan alrededor de 33 mil toneladas diarias de residuos, de las cuales el 45% provienen de 8 ciudades incluyendo las principales capitales del país. Más del 40% pueden ser catalogados como aprovechables. Desde Greenpeace Colombia, se advierte que mediante este artículo impuesto en el Plan Nacional de Desarrollo, se está promoviendo una práctica peligrosa tanto para el medio ambiente como para la salud al liberar sustancias tóxicas al ambiente que podría generar muertes a causa de la contaminación ambiental.

En definitiva, la incineración de residuos no soluciona el problema de raíz. En realidad este tipo de medidas implica mantener un modelo de generación excesiva de residuos, así como continuar usando grandes volúmenes de materiales desechables. Esto aunado a los potenciales daños a la salud y al medio ambiente. 

Una buena gestión de los residuos y el reciclaje, se pueden convertir en grandes oportunidades puesto que la recuperación de recursos a partir de desechos disminuye la degradación ambiental y el agotamiento de los recursos; la posibilidad de generar nuevos empleos, mejorar el entorno urbano y la calidad de vida, así como estimular un verdadero el desarrollo urbano sostenible.