El ajolote es uno de los animales más antiguos y representativos de nuestro país. Sus características, su importancia cultural y su historia lo hacen único; no podemos dejar que la actividad humana lo desaparezca. ¡Salvemos al ajolote!

Queremos compartirte cinco datos interesantes sobre nuestro querido “perro de agua”, que fueron documentados en el Manual básico para el cuidado en cautiverio del axolote de Xochimilco (Ambystoma mexicanum), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

Es un ser mitológico tímido

El ajolote mexicano es un anfibio que está relacionado con antiguos mitos mexicas. Su nombre en náhuatl (axólotl) quiere decir “xólotl de agua” y se ha traducido como “juguete de agua”, “monstruo acuático”, “gemelo de agua” o “perro de agua”. Actualmente aún habita exclusivamente en el imperio antiguo del Valle de México. Este “monstruo” es tímido y siempre busca lugares para esconderse. 

Salvemos al ajolote
© Greenpeace

Escapa a la muerte

En la leyenda prehispánica del quinto sol se dice que en la ciudad sagrada de Teotihuacán, la población azteca creía que cuando Nanahuatzin y Tecuciztécatl se tiraron a la hoguera se convirtieron en el sol y la luna, respectivamente; al darse cuenta de que el sol y los astros seguían sin moverse, los dioses decidieron morir también, pero hubo uno, Xólotl, que se negó al sacrificio. Xólotl es un dios que le tuvo miedo a la muerte y decidió escapar del sacrificio mediante sus poderes de transformación: primero se convirtió en maíz, pero el verdugo lo encontró; se escapó nuevamente, se transformó en maguey y fue encontrado una vez más. Finalmente se transformó en axolote.

Es el anfibio de la eterna juventud 

El axolote, a diferencia de otras salamandras y anfibios como las ranas, no presenta metamorfosis; de hecho, alcanza la madurez sexual y puede reproducirse sin perder las características físicas y morfológicas de su estado larvario (esta característica se conoce como neotenia). 

Este anfibio “de la eterna juventud” permanece en un medio acuático toda su vida y es capaz de regenerar todas las partes de su cuerpo, incluido el sistema nervioso, situación que lo ha hecho muy atractivo para científicos de todo el mundo. El promedio de vida de un axolote en cautiverio es de 8 a 10 años.

¿Tiene un penacho?

Este anfibio vertebrado puede vivir tanto en tierra como sumergido en el agua. Una de las características más peculiares de este animal son sus branquias que, al estar en la parte externa y superior de su cabeza, lucen como un penacho. A pesar de que estas branquias son funcionales, el ajolote también tiene un par de sacos pulmones que puede utilizar para respirar cuando salga a la superficie. 

Está en peligro de extinción 

El dato más triste sobre el ajolote es que actualmente está sujeta a protección especial, ya que la reducción y contaminación de los cuerpos de agua en que habita, la sobreexplotación de la especie (para el consumo humano como alimento y como remedio tradicional), la introducción de especies de peces exóticas en su hábitat y las enfermedades, amenazan su existencia. El principal problema que puso en riesgo al ajolote fue la introducción de agua tratada en el sistema de canales, lo que disminuyó considerablemente la calidad de su hábitat.

San Pedro River Pollution in Mexico
© Greenpeace / Guadakpe Szymanski

Los cuerpos de agua del Valle de México son el hogar del ajolote. Para rescatarlo debemos avanzar hacia un modelo de agua sostenible que no destruya nuestros ecosistemas.¡Tú puedes ayudar a salvar el ajolote!

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Aguas con el clima

El valle de México es la zona del país con menor disponibilidad de agua por persona. Es urgente garantizar el acceso al agua de todas y todos.

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