Es el segundo día de uno de los eventos publicitarios más grandes y controvertidos del mundo. Una vez estuve allí, como ganador y como miembro del jurado. Anoche regresé, pero esta vez como activista de Greenpeace para devolver los premios que gané trabajando para aerolíneas y compañías automotrices y para pedir pacíficamente una nueva ley que prohíba la publicidad y el patrocinio de combustibles fósiles. Me colé en la fiesta, me arrestaron y fue incómodo. Esta es la historia.
Recibí mi primer premio en el festival de creatividad Cannes Lions en 2007. Fue gracias a mi trabajo para un gran fabricante de automóviles y obtener este reconocimiento por nuestro trabajo creativo fue un cambio de juego para mí y para la agencia que dirigía. Éramos considerados uno de los mejores equipos en la promoción de autos nuevos y no sentí más que emoción y alegría cuando subí al escenario para recoger el premio. Para mí, el premio simbolizó un logro y una muestra de que estaba haciendo lo correcto.
Pero pronto las cosas empezaron a cambiar. An Inconvenient Truth (la película de Al Gore) me dijo a mí y a muchos otros que nos dirigíamos hacia una catástrofe climática y que el consumo excesivo de combustibles fósiles tenía que detenerse. Sentí que la industria tenía que hacer su parte, así que acepté trabajar para Scandinavian Airlines en una pieza que animaba a la gente a viajar en tren en lugar de avión para distancias cortas. Los anuncios de esta idea fueron geniales y me premiaron en Cannes Lions una vez más. Esta vez me sentí aliviado porque estaba convencido de que el sistema funcionaba: las grandes ideas podían resolver la crisis. Los grandes contaminadores parecían cambiar para mejor, y necesitaban grandes anuncios y talento para que esto sucediera rapidamente.
Pero, ¿realmente cambiaron? En 2015 se firmó el Acuerdo de París. El mismo año, el criminal climático Shell, ayudado por su agencia MediaCom, recibió un premio Lion por el “mejor patrocinio corporativo”. En ese momento, Scandinavian Airlines había interrumpido su colaboración en trenes para centrarse en vender boletos de avión baratos y obtuvo un premio por un “divertido experimento de redes sociales que muestra que a la gente le encanta viajar rápido”.
Desde el Acuerdo de París, se han otorgado al menos 300 premios en Cannes Lions a publicidad para más viajes aéreos, a compañías petroleras que hacen un lavado verde y a anuncios que hacen que los automóviles con motores de combustión sean más deseados
Ahora, en 2022 –e incluso frente a las terribles consecuencias ambientales, las guerras y el neocolonialismo perpetrado por la industria de los combustibles fósiles–, las principales agencias de publicidad optan por seguir confabulando con los delincuentes climáticos para retrasar la acción que necesitamos con urgencia para abordar la crisis climática. Por primera vez este año, el informe del IPCC expuso claramente esta estrategia de engaño y retraso al decir que el acceso a los medios a través de la publicidad está bloqueando el trabajo científico y la –tan necesaria– acción política.
La estrategia también es culpar a los individuos y centrarse en cómo son las personas de forma individual quienes deben resolver la crisis. La “calculadora de huella de carbono” de BP (British Petroleum) que invita a las personas a evaluar sus propias emisiones es una movida torcida para cambiar el enfoque hacia el consumo individual en lugar de encontrar una solución para los problemas sistémicos que ellos mismos crearon. Este año, el festival Cannes Lions está promocionando “Dejemos que los consumidores conozcan su impacto” como una de sus áreas de enfoque para la sostenibilidad (puedes encontrarlo bajo el título “Vale la pena ser ecológico” en su sitio web). Solo unas pocas agencias tienen restricciones o políticas internas cuando se trata de obtener ganancias ayudando a las empresas más contaminadoras del mundo. Incluso lo están celebrando en la Riviera francesa.
La industria de la publicidad está actuando como el meme del perrito de “Esto está bien”: disfrutando de sus bebidas y actuando como si todo estuviera bien, mientras la casa se está quemando. ¿Guerra contra los niños? Todo bien. ¿Sequías e inundaciones implacables? Todo bien. ¿El verano más caluroso de la historia? Todo bien.
Es por eso que elegí volver a la ceremonia de Cannes Lions este año, tomé el micrófono e hice que la ceremonia de premios de publicidad fuera incómoda. Cannes Lions afirma ser el “Hogar de la creatividad”, y yo estoy aquí para decir que no hay creatividad en un planeta muerto.
Le di a la industria de la publicidad más de dos décadas de mi vida profesional. Ya no puedo hacer eso. No puedo aceptar que se gaste tanto talento y dinero en ayudar a la industria de los combustibles fósiles a, literalmente, salirse con la suya.
Más de 30 organizaciones han lanzado la Iniciativa Ciudadana Europea (ECI), llamando a la creación de una nueva ley que prohíba la publicidad y el patrocinio a combustibles fósiles en la Unión Europea. Si la ICE alcanza un millón de firmas en un año, entonces la Comisión Europea estará legalmente obligada a responder y considerar la implementación de las demandas en la legislación europea.
Juntos y juntas podemos ayudar a mejorar la industria de la publicidad y detener todos los anuncios de combustibles fósiles para siempre.