Llega una nueva alerta desde la región del planeta que es nuestro centinela climático. Según un estudio reciente publicado en la revista científica Nature, se calcula que el “primer día sin hielo” en el Océano Ártico se producirá dentro de los próximos 5 años

El hielo ártico se derrite en las frías aguas de Svalbard.

Tras realizar 400 proyecciones, un equipo científico determinó que sin importar lo que ocurra con las emisiones de ahora en más, el primer día sin hielo es ya inevitable y que se producirá antes de 2030. Incluso podría ser tan pronto como en el verano de 2027. 

Se tratará de un hecho inédito y dramático que no debería de ocurrir con esta rapidez si no fuera porque la actividad humana alteró el clima global. 

Las simulaciones indican que este evento llegará luego de que ocurra una serie de fenómenos meteorológicos extremos que llevarán a que se derritan dos millones de kilómetros cuadrados o más de hielo marino en un corto período de tiempo (Evento Repentino de Pérdida de Hielo).

Desde las primeras mediciones realizadas a través de satélites, en 1979, se registra que el océano pierde año a año casi 80.000 km² de placas de hielo flotantes (conocidas como banquisa) llegando a su mínimo histórico en 2023. 

Greenpeace envía el Arctic Sunrise en un paisaje de hielo en la extensión sur de la capa de hielo del Ártico, Mar de Groenlandia, costa este de Groenlandia.

Ante esta tendencia, el equipo liderado por Céline Heuzé de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) y Alexandra Jahn  de la Universidad de Colorado (Estados Unidos) venía trabajando para calcular cuándo ocurriría que todo fuera mar al llegar el fin del verano. 

¿Qué significa el día sin hielo en el Ártico?

Arriba: imagen histórica del glaciar Kongsbreen. 24 de agosto de 1928. Fuente: Instituto Polar de Noruega. Abajo: fotografía desde la misma ubicación tomada el 23 de agosto de 2024. © Christian Åslund / Instituto Polar de Noruega/ Greenpeace.

La expresión “libre de hielo” (ice-free) es usada por la comunidad científica para referirse al momento en el que la extensión helada del Ártico sea inferior al millón de km². Como explica Jahn: “Este umbral se viene usando desde hace más de una década en estudios científicos ya que si bien el área de hielo marino de un millón de km2 no es pequeña en términos absolutos, al estar al norte de Groenlandia y el archipiélago ártico canadiense, deja 93% del océano Ártico libre de hielo marino”. Es decir que aunque habrá hielo ya no será un océano helado.

¿Qué consecuencias tendrá el día sin hielo en el Océano Ártico?

Según las investigadoras “Los impactos en el propio hielo, en los ecosistemas y hasta en la geopolítica ya vienen produciéndose en los últimos años”. Sin embargo, cuando la mayor parte del Ártico esté libre de hielo se volverá más fácil de navegar incluso para barcos no reforzados lo que tendrá profundas consecuencias para los cetáceos y otros mamíferos marinos.

Foca barbuda sobre un pequeño iceberg en Kongsfjorden, Svalbard.

Además, la mayor cantidad de agua en estado líquido hará que aumente el calentamiento regional. Esto se debe a que el azul oscuro absorbe mayor radiación y calor que el hielo, que tiene el mayor efecto albedo (rebote de la radiación). Esta reducción del albedo del Ártico es clave también para explicar el calentamiento global, que se espera se acelere con una banquisa ártica menguante. 

Mya-Rose Craig, activista medioambiental de 18 años, posa sobre un témpano de hielo en el Ártico como parte de la huelga climática “Huelga de la juventud por el clima”

Por último, hay que sumar un efecto sobre el que la ciencia recién está empezando a conocer su alcance: la inestabilidad en el Ártico parece estar relacionada con alteraciones en la circulación atmosférica global.