Si bien no hay cifras oficiales, se estima que en lo que va del año la superficie afectada por incendios en la provincia de Córdoba alcanza las 12.000 hectáreas.

Los incendios forestales de la última semana en el centro del valle de Punilla quemaron 1.830 hectáreas en los faldeos serranos entre La Cumbre y Villa Giardino, según estimó un informe elaborado, en base a imágenes satelitales, por la Federación de Bomberos Voluntarios de Córdoba. El fuego afectó bosques nativos, pastizales y forestaciones no autóctonas.

Hace una semana los incendios arrasaron cerca de 2.000 hectáreas en las Sierras del Sur, cerca de Río de los Sauces. Bomberos de la provincia detallaron que aún combaten dos grandes focos en el oeste provincial, en la zona de Traslasierra: uno cerca de Las Palmas y el otro sobre el dique La Viña.

Los incendios forestales son una situación que se repite todos los años, y que se agrava por el cambio climático. Los bosques se encuentran cada vez más amenazados por las quemas provocadas por fenómenos naturales y la actividad humana, ya sea por negligencia o de manera intencional, para desarrollo agropecuario e inmobiliario.

Los gobiernos nacional y provincial deben poner todos sus esfuerzos en apagar los incendios, y ampliar significativamente los fondos y la infraestructura destinados a la prevención y lucha contra el fuego.

Las multas no son suficientes para desalentar incendios intencionales y los desmontes ilegales y, a su vez, casi nunca son obligados a reforestar. Frente a esta situación, Greenpeace considera necesario que se catalogue como delito penal al desmonte ilegal y al incendio intencional; y se obligue a los responsables a la restauración de los bosques nativos ilegalmente desmontados o incendiados.

Por otra parte, los gobiernos deben establecer políticas, leyes y acuerdos más fuertes y ambiciosos en defensa de los bosques y sus históricos habitantes. Ante la actual crisis climática y de biodiversidad es urgente avanzar hacia un plan de Deforestación Cero.