Activistas de Greenpeace escalaron el obelisco para exigir al presidente Macri el cumplimiento de la ley de glaciares y por ende el cierre de la mina de Veladero operada por Barrick Gold. Buenos Aires, 09 de Junio de 2016. – © Sebastian Diez / Greenpeace

En el marco del conversatorio organizado por Greenpeace junto  a FARN,  la Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas y la Asamblea Jáchal No Se Toca  analizaron la importancia de la normativa, los desafíos actuales y las acciones necesarias para garantizar su plena implementación.

En el marco del conversatorio organizado por Greenpeace junto a FARN, la Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas y la Asamblea Jáchal No Se Toca analizaron la importancia de la normativa, los desafíos actuales y las acciones necesarias para garantizar su plena implementación. © Martin Katz / Greenpeace

Buenos Aires, 30 de septiembre 2025 – La Ley de Glaciares, sancionada en 2010 luego de una fuerte presión de la sociedad civil, de la comunidad científica y de las organizaciones ambientales, se convirtió en un hito en la historia jurídica ambiental argentina al establecer la protección de los glaciares y del ambiente periglacial como reservas estratégicas de agua y patrimonio natural nacional. 

El resultado de la máxima autoridad judicial nacional, conocida hoy, marca un hito para la preservación de los glaciares. La medida, a favor del ambiente, rechazó el reclamo de la compañía Barrick Gold realizado en 2011 a la provincia de San Juan. © Martin Katz / Greenpeace

La Ley de Glaciares convirtió a la Argentina en el primer país del mundo en sancionar una normativa nacional de protección de estos ecosistemas, un antecedente valorado internacionalmente en plena crisis climática y que hoy corre riesgo frente a políticas negacionistas que buscan desandar ese camino.

© Martin Katz / Greenpeace

Durante estos 15 años, la norma enfrentó cuestionamientos por parte de sectores vinculados a la megaminería, que buscaron limitar su alcance. Sin embargo, en 2019 la Corte Suprema de Justicia ratificó su constitucionalidad, consolidándose como una herramienta esencial para la política ambiental del país. El fallo reafirmó que los glaciares y el ambiente periglacial son bienes de carácter público y que, en contextos de conflicto, los derechos colectivos como el acceso al agua prevalecen por sobre intereses individuales.

Reclamo de Greenpeace a la presidenta argentina Cristina Fernandez de Kirchner que de marcha atrás con el proyecto de la usina de carbón de Rio Turbio, que contribuirá a agravar el cambio climático y producirá gases de efecto invernadero responsable del derretimiento de los glaciares.  Aslund/Greenpeace
Julio de 2016 – A 10 meses del derrame de más de un millón de litros de agua cianurada en la mina Veladero, que explota la empresa Barrick Gold en San Juan, la Asamblea “Jachal no se Toca” llegó a Buenos Aires para exigir en el Obelisco el cumplimiento de la Ley de Glaciares sancionada en el 2010 y, por ende, el cierre y remediación de la mina. Greenpeace se hizo presente en el lugar para apoyar el reclamo. © Martin Katz / Greenpeace

“Los glaciares en nuestro país son fundamentales ya que funcionan como nuestras fábricas de agua. Lo que la megaminería nos quiere sacar cuando amenaza la ley es a nuestras cuencas y ríos. Desde la cordillera alimentan a poblaciones mucho más allá de las fronteras provinciales. De ellos depende una enorme trama de vida, inclusive la actividad económica y la salud de nuestros ecosistemas. En ese sentido, los glaciares y su ambiente periglaciar son fábricas de vida. Están cada vez más amenazados por la crisis climática, y por eso tenemos que cuidarlos más que nunca”, explica  Enrique Viale,  presidente de la Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas. 

Amenazas actuales y desafíos pendientes

Abril de 2017.- Más de treinta activistas de la organización bloquearon los accesos al encuentro de Ministros en la muestra anual de Minería, con la leyenda “Basta de Mentiras: la minería destruye los Glaciares”.  
© Martin Katz / Greenpeace

El retroceso acelerado de los glaciares, agravado por la crisis climática global, expone retos inmediatos para la implementación de la Ley. En los últimos años se registró la mayor pérdida de glaciares desde que existen mediciones, y en Argentina el retroceso es la tendencia dominante en los glaciares monitoreados. Esta situación refuerza la urgencia de garantizar controles efectivos y medidas de protección reales sobre estas reservas estratégicas de agua dulce, en lugar de retroceder en su cuidado con intentos de invalidación de la Ley. 

Abril de 2016.- Activistas de Greenpeace escalaron el mastil frente a Casa Rosada y desplegaron un estandarte para pedir al gobierno nacional que haga cumplir la ley de Glaciares y cierre la mina Veladero que explota la canadiense Barrick Gold. Esta mina provoco en septiembre pasado el derrame de un millon de litros de agua cianurada.
© Martin Katz / Greenpeace

El retroceso sin precedentes de los glaciares expone la fragilidad de nuestra seguridad hídrica. Cuidarlos es un deber con las generaciones presentes y con quienes vendrán, porque sin glaciares no hay futuro posible.”, afirma Agostina Rossi Serra, especialista en biodiversidad de Greenpeace Argentina

Especialistas advierten que, junto con las promesas de grandes ingresos económicos, se utilizan hoy los argumentos de la transición energética y la extracción de minerales críticos para justificar la flexibilización de la Ley y abrir paso a proyectos extractivos en zonas que deberían permanecer protegidas. También remarcan que el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) otorga beneficios extraordinarios a las corporaciones mineras, lo que aumenta la presión para vulnerar la normativa ambiental.

Activistas de Greenpeace se presentaron frente a Casa Rosada con una escena representativa de como la empresa Barrick opera con cianuro sobre glaciares y desplegaron un cartel con el lema “Macri los glaciares no se tocan”.
Denunciamos de este modo que la minera contamina los recursos hidricos, como ocurrio con el derrame de mas de un millon de litros de agua cianurada en 2015 y el segundo derrame en septiembre de este año.  
(c) Nicolas Villalobos/ Greenpeace

“La paradoja es que, en nombre de la transición energética se está proponiendo destruir  ecosistemas que son los que hoy nos ayudan a cuidar el planeta. La Ley de Glaciares fue una ley con amplio apoyo popular y también científico: la evidencia científica ha avanzado en estos 15 años y nos confirma que es un ecosistema que cumple funciones vitales en el suministro de agua y en la mitigación del cambio climático”, agrega Pía Marchegiani, directora ejecutiva adjunta de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales.

En los territorios, las comunidades vienen denunciando que, aunque la Ley existe, no siempre se cumple. La Asamblea Jáchal No Se Toca recordó que, a diez años del derrame de cianuro y mercurio en Veladero, los impactos sobre la cuenca del río Jáchal persisten y la experiencia comunitaria se convirtió en prueba de las falencias del sistema de control. 

“Recordamos que, en 2018, el juez Sebastián Casanello elevó a juicio la causa contra el ex Secretario de Ambiente Juan José Mussi y el ex Director del IANIGLA Ricardo Villalba por vulnerar la Ley de Glaciares. En su resolución sostuvo que elaboraron un documento en contradicción con la ley que impidió inventariar y proteger cuerpos de hielo en la cordillera de San Juan, donde opera la mina Veladero de Barrick Gold. Casanello concluyó que esos incumplimientos afectaron derechos humanos fundamentales, como el acceso a un ambiente sano y al agua, lo que le generó un perjuicio a nuestra comunidad”, afirmó Saúl Zeballos, referente de la Asamblea Jáchal No se Toca.

¿Cómo seguir adelante?

Abril de 2011 – Activistas de Greenpeace disfrazados de piratas trasladaron carretillas cargadas de lingotes de oro a la Casa de la Provincia de San Juan en Buenos Aires, como una forma de representar la relación entre los intereses de la empresa minera Barrick Gold y su estrategia judicial para evitar la plena aplicación de la Ley de Glaciares en esa provincia. © Greenpeace / Katz

Los especialistas coinciden en que proteger la Ley frente a intentos de modificación es indispensable para garantizar su vigencia. Reforzar los controles, garantizar la transparencia de la información pública y asegurar presupuestos adecuados para el monitoreo de glaciares y ambiente periglacial y para la actualización del inventario son medidas clave en línea con compromisos internacionales como el Acuerdo de Escazú. 

Plaza 25 de Mayo, San Juan. Marcha en reclamo del cumplimiento de la Ley de Glaciares con vecinos, asambleas y organizaciones de la zona. Tambien se recolectaron firmas para hacer mayor el reclamo.  Greenpeace

Asimismo, remarcan que la Ley de Glaciares no solo protege ecosistemas estratégicos y es una aliada fundamental en la lucha contra el calentamiento desmedido del planeta, sino que resguarda un derecho humano básico: el acceso al agua, cada vez más amenazado en un contexto de crisis climática y pérdida de biodiversidad. 

A 15 años de su sanción, la Ley de Glaciares se mantiene como un pilar fundamental de la política ambiental argentina. Su defensa y efectiva implementación resultan esenciales no sólo para preservar los ecosistemas de montaña, sino también para asegurar la sustentabilidad hídrica y garantizar los derechos de las comunidades presentes y futuras. 

2011. Santa Cruz, Argentina. Expedicion por el Parque Nacional Los Glaciares, especificamente por el Glaciar Upsala, para presenciar su retroceso, junto a la periodista Teresa Bo.

“Modificar la Ley de Glaciares es comprometer el acceso al agua de millones de argentinos”, dice Rossi Serra, y concluye: “Cumplirla y defenderla es la única forma de resguardar el agua y la vida en un contexto de crisis climática”. 

Glaciares: hielos en peligro

Es importante comprender el rol fundamental que cumplen tanto los glaciares como el ambiente periglaciar en el resguardo de los recursos hídricos, por lo cual ambos necesitan protección.

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