2024 ha comenzado a puro fuego. Los incendios forestales arrasaron ya más de 17mil hectáreas (el equivalente a 25 mil canchas de fútbol). ¿Qué rol juegan las basuras mal dispuestas en este escenario alarmante?
Durante estos días aumentó de manera preocupante la frecuencia e intensidad de los incendios forestales en diversas regiones. El puntapié de tanta devastación es 90% producto de acciones humanas -como suele ocurrir en estos casos-.
Después de la primera chispa, las llamas avanzan sin tregua, impulsadas por las condiciones climáticas extremas e intensificadas por el fenómeno de El Niño.
Sin embargo, hay que agregar otro factor que no siempre es tenido en cuenta: los residuos que no se gestionan como deben y quedan en la naturaleza, terminan por servir de combustible y alimentan más incendios.
Las consecuencias están a la vista: flora, fauna y comunidades locales se ven afectadas y las vidas de todos corren riesgo. Además, hay que sumar las cuantiosas pérdidas materiales que derivan de estas tragedias.
Es por esto que desde Greenpeace trabajamos para crear conciencia sobre la necesidad de separar los materiales reciclables en la fuente y de una forma adecuada.
Se trata no sólo de reducir la basura que se envía a los vertederos, recuperar insumos para la industria y apoyar el trabajo de los recicladores de oficio, sino de tener un entorno más limpio que no sume factores que puedan agravar los incendios.
La campaña ¡Reciclemos Bogotá! existe porque necesitamos aumentar la tasa de reciclaje en la ciudad y exigir a la Alcaldía de Bogotá que implemente un programa de gestión integral de residuos más eficiente e inclusivo que reconozca el gran trabajo de los recicladores de oficio como agentes de cambio.
Como si fuera poco, reciclando se reduce el volumen de lo que va a incineración y se evitan las emisiones tóxicas derivadas de la quema de los residuos (que son la tercera causa de contaminación en ciudades).
Al mismo tiempo, se deben implementar estrategias de adaptación considerando que hay poco margen de respuesta debido a que las olas de calor son cada vez más frecuentes y e intensas.
En conclusión, desde Greenpeace Colombia creemos que es urgente incorporar de manera permanente- más allá de esta crisis- medidas claras para asegurar un sistema de respuesta rápida ante la emergencia. Asimismo, se debe reforzar la educación y sensibilización ambiental a la población que está propensa a riesgo de incendios y movilizaciones colectivas con el objetivo de cuidar la vida, el ambiente y la biodiversidad.
Sin duda esto ayudará a mitigar en gran parte la problemática de los incendios no solo en la ciudad sino en las veredas aledañas.