Por Luz Le Dantec, Coordinadora de Loyalty
Cada 29 de agosto se conmemora el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares, según lo estableció la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2009.
La fecha sirve para advertir sobre los efectos negativos de estas prácticas (no hay que olvidar que resultan en tragedias humanas y ambientales). Además, se busca prevenir futuras explosiones, considerando que los ensayos nucleares y las armas atómicas contemporáneas son cada vez más poderosas y destructivas.
El hecho de que hoy haya una percepción de que las armas nucleares y sus ensayos no son una amenaza inminente, se debe a que, hace 50 años atrás, hubo socios, seguidores, activistas y voluntarios de Greenpeace que dieron una gran batalla -y la ganaron-.
Es que nuestros comienzos como organización se remontan a la lucha que dimos contra los ensayos nucleares en la década de 1970. Pero antes de contarte esa historia, quiero compartir más información para que entendamos por qué los ensayos nucleares son un tema que sigue en vigencia.
¿Qué es un ensayo nuclear?
Una prueba o ensayo nuclear es la detonación controlada de un explosivo de alto poder que se caracteriza por utilizar la energía nuclear (por eso se los conoce como armas nucleares).
La primera vez que se detonó un arma nuclear fue en 1945 en el campo de bombardeo de Alamogordo, en el estado de Nuevo México, Estados Unidos, cerca de la frontera con México. A este le siguieron alrededor de 2.000 ensayos a lo largo de la historia en todo el mundo.
Algunos se realizaron con fines pacíficos, como por ejemplo para cavar pozos o construir canales o puertos artificiales. Otros, con fines experimentales como ser determinar el rendimiento de un arma o sus efectos destructivos.
¿Cuáles son las consecuencias de los ensayos nucleares?
Los ensayos nucleares, sean con fines pacíficos o no, alteran para siempre los territorios donde se los practica así como a las vidas que allí habitan. Solo por mencionar algunos efectos:
- Contaminación de la capa superior del suelo, del agua subterránea y del lecho marino.
- El viento puede llevar los radioisótopos lejos de los sitios de prueba, donde contaminan el suelo y es posible que alteren la cadena alimenticia.
- Son una amenaza extrema para la biodiversidad local. Aquellos animales que no mueren de forma inmediata, es probable que pierdan la vida como consecuencia de infecciones pocos días o semanas después del lanzamiento.
- La energía masiva liberada a la hora de la detonación mata a cualquier organismo cerca del epicentro.
- Los ensayos nucleares en Alaska y en la Polinesia Francesa, a finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo XX, fueron asociados con la muerte masiva de peces.
- Como consecuencia de las pruebas nucleares estadounidenses durante la Guerra Fría, islas enteras en el Pacífico terminaron incineradas.
Por todos estos impactos comprobados, es central evitar que se realice cualquier nuevo ensayo.
Greenpeace a la cabeza de la lucha contra los ensayos nucleares
Frenar la ejecución de ensayos nucleares fue la causa que vertebró a nuestra organización desde los inicios. Estos fueron los tres momentos centrales:
1.
El primero cuando, para mediados de septiembre de 1971, la noticia sobre las pruebas nucleares subterráneas que el ejército estadounidense realizaba en Amchitka, una pequeña isla volcánica frente al oeste de Alaska, movilizó a un pequeño grupo de personas defensoras del medio ambiente.
Ellos decidieron navegar en un barco pesquero para protestar en el mismo lugar de los hechos. Sin embargo, la Guardia Costera de los Estados Unidos los interceptó en el camino y nunca pudieron arribar a Amchitka.
Lejos de ser una derrota, la acción terminaría de generar una oleada de interés público y una empatía colectiva por la causa. Tanto que ninguno de esos activistas pensó que de esa aventura nacería Greenpeace, una organización ambientalista que cambiaría el mundo.
Para 1972, y después de nuestra primera acción, Estados Unidos abandonó sus ensayos nucleares en la isla de Amchitka, Alaska. Pero había mucho más por hacer.
2.
El segundo momento clave fue dos años más tarde, cuando Francia finalizó las pruebas nucleares atmosféricas en el Pacífico Sur luego de protestas internacionales de las que fuimos parte.
Veinte años después, tras la visita de nuestro barco Rainbow Warrior en el sector de Atolón de Mururoa, las autoridades francesas también detuvieron las pruebas nucleares en la zona. Además, sumaron el compromiso de frenarlas si otras naciones nucleares lo hacían.
3.
El tercer hecho fundamental fue en 1995. Las acciones que organizamos para detener los ensayos nucleares en Francia lograron tal atención internacional que más de 7 millones de personas se sumaron a nuestras peticiones para frenarlos.
Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Rusia y China se comprometieron a firmar el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares. La Organización de las Naciones Unidas lo adoptó y fue firmado por 185 países y rectificado por 169 en 1996.
En definitiva, hoy es un día importante para nosotros y queremos agradecerte por ser parte de este equipo, en el que trabajamos con el fin de defender el medio ambiente, promover la paz y estimular a más personas a cambiar actitudes y comportamientos que ponen en riesgo a nuestro planeta.
Fuentes: DW y National Geographic