
Tras dos semanas de negociaciones en Ginebra, los países no lograron un acuerdo vinculante; la sociedad civil seguirá exigiendo medidas para reducir la producción de plásticos y proteger la salud y el planeta
Ginebra, Suiza – Tras dos años de conversaciones los países se reunieron esta semana en Ginebra llegaron a un momento decisivo: aprobar un tratado que enfrente de verdad la contaminación por plásticos o ceder ante el lobby de la industria petroquímica. El resultado fue crítico: se perdió una oportunidad histórica y una vez más, no se llegó a un acuerdo.
“Tras dos semanas de negociaciones, nos vamos sin un tratado que permita eliminar la contaminación por plásticos, favoreciendo a la industria que se ha dedicado a debilitar el proceso e imponer un tratado sin fuerza centrado únicamente en la gestión de residuos. Es mejor no tener un tratado que un mal tratado, ya que podría ser una regresión para leyes nacionales como la Ley de Plásticos de un solo uso”, dijo Laura Caicedo, coordinadora de campañas de Greenpeace Colombia.
Colombia y América Latina lo dijeron con claridad: no reducir la producción de plásticos profundiza las desigualdades y vulnerabilidades en nuestros países. Esto no es una disputa sobre intereses económicos: es una cuestión de ciencia, de salud y de justicia. Aunque no se logró en esta oportunidad, esta lucha está lejos de terminar.
Sin embargo, este no es el final, pero sí una alerta: “Este proceso debe cambiar. Los países se volverán a reunir en otra ronda de negociaciones y desde Greenpeace Colombia seguiremos exigiendo a los países que cumplan su promesa y nos entreguen un tratado sólido, jurídicamente vinculante, que reduzca la producción, proteja la salud, y ponga fin a la contaminación plástica en todas sus etapas”, finalizó Caicedo.

El ciclo de vida completo del plástico está envenenando nuestra salud.
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